Kostas Papanikolaou ha sido uno de los protagonistas de las siempre polémicas ventanas FIBA. El jugador griego se enfrentaba a Francia en un partido que tenía el objetivo de servir para preparar nuevos encuentros oficiales. La selección francesa consiguió ganar a los helenos por 16 puntos (84-68), tras una sobresaliente actuación del NBA Nicolas Batum, quien aportó 13 puntos y 12 rebotes. 

Pese a ello, lo más relevante del encuentro fue la actitud del jugador conocido por su paso por el Barcelona. El alero, actualmente en el Olympiacos, decidió protestar de una manera muy violenta una falta en ataque de Mitoglou pese al caracter amistoso del encuentro. Tras no conseguir cambiar la decisión arbitral se encaró con el árbitro, quien terminó mandándole a los vestuarios antes del bocinazo final. 

Fue en ese momento cuando se produjo la curiosa anécdota. Se dirigió hacia el vestuario, momento en el que empezó a sonar la alarma contra incendios. Obviamente, la mayoría de las voces apuntan a que fue él el encargado de activarla, con el objetivo de retrasar o impedir el normal desarrollo del partido.

Cruce de acusaciones

Tras el bocinazo, la megafonía del pabellón Pierre de Coubertin empezó a mostrar una grabación que invitaba a los espectadores a abandonar el recinto lo más rápido posible. La rápida actuación de la organización, quienes confirmaron que se trataba de una falsa alarma, fue clave para que se mantuviese la normalidad. 

Los organizadores acusan a Papanikolaou de activar la alarma, aunque lo realizase "de manera accidental". Por su parte, la delegación griega cree que su jugador no hizo saltarla, sino que esta empezó a sonar poco antes de que el alero llegase al punto en el que se encuentra. El griego, eso sí, ha querido disculparse utilizando sus redes sociales, alegando que no fue consciente y afirmando que "no es ningún terrorista". 

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