En España hay unas 13 millones de mascotas registradas, según datos de la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC). De estas cifras, se calcula (según las encuestas) que el 89% de los datos representan perros. A estos, les siguen los gatos como segunda mascota preferida por los españoles. Tal es así que en muchos hogares incluso conviven ambos: gatos y perros juntos. Sin embargo, más allá de ese refrán de "llevarse como el perro y el gato", hay muchos casos en los que estos animales tienen una relación positiva, siempre y cuando sea fomentada por sus dueños. Por eso, a continuación, te contamos los mejores consejos para la convivencia entre gatos y perros.

Los mejores consejos para la convivencia entre gatos y perros

1. Presenta a los animales

En primer lugar, tenemos que presentar a los dos animales para lograr una buena convivencia entre perros y gatos. Es importante presentarles para que ambos conozcan que la existencia del otro es importante y no aleatoria. Para hacerlo: necesitamos un espacio amplio en el que el gato pueda huir si así quiere hacerlo, como es habitual. Y además, será necesario que el perro esté atado, para evitar cualquier mal mayor. Una vez se conozcan, es probable que interactúen entre sí. Si lo hacen de forma tranquila, podemos dejarles que lo hagan. Si no, habrá que intentarlo en otra ocasión. 

2. Respeta su organización

En segundo lugar, es importante respetar la organización de ambos. Esto tiene que ver con lo siguiente: por un lado, los perros se organizan su sociedad; por otro lado, los gatos son animales solitarios. Tenemos que respetar estas dos condiciones y sobre todo, no buscar que el gato se vuelva un fiel compañero del perro, porque esto es probable que nunca lo consigamos. 

3. Tenerlos cuando ambos son cachorros

También es fundamental que ambos empiecen a convivir cuando son cachorros. Así, ambos reciben educaciones similares: mismas órdenes, mismos trucos, mismos refuerzos positivos. Realmente esta es una única forma de que la relación en el futuro tenga éxito.

4. Darles de comer en zonas separadas

Para evitar cualquier tipo de conflicto, tenemos que darles de comer en zonas diferentes de la casa. Esto tiene que ver con tanto perros como gatos son animales depredadores y por lo tanto, si ambos reciben la comida en una misma zona, es probable que se peleen por el alimento. Muy importante evitar que uno se coma la comida del otro, porque esto le situará por encima del otro, y la relación se volverá desigual.

5. Utiliza los juguetes

Para controlar esta relación positiva tenemos que canalizar los instintos de cada animal. Ambos son depredadores y cazadores (todos los gatos y muchos de los perros), por eso, para que se quieran cazar el uno al otro, necesitan juguetes con los que jugar. Muy importante que cada uno tenga los suyos propios. 

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