Arqueólogos griegos han desenterrado por casualidad un ídolo taurino de bronce de más de 2.500 años durante unas excavaciones realizadas en el yacimiento de la antigua ciudad de Olimpia, según ha informado el Ministerio de Cultura del país heleno.

Un arqueólogo que supervisaba las obras encontró la pequeña estatua durante los trabajos en el complejo, uno de los santuarios más famosos de la Antigua Grecia. La estatuilla fue encontrada intacta, con uno de sus cuernos atravesados en la tierra después de que se registrasen fuertes lluvias en la zona, cerca de un templo dedicado al dios Zeus en Olimpia.

La pieza ya ha sido trasladada a un laboratorio para su conservación. Los expertos creen que la estatua fue parte de miles de regalos ofrecidos a Zeus en un periodo de tiempo comprendido entre 1050 y 700 antes de Cristo. Los toros y los caballos tenían un rol importante en la antigua Grecia y frecuentemente eran ofrendados a los dioses. Los fieles dedicaban estos objetos a su consuelo, como súplica o como signo de placer.

Como decenas de piezas similares que representan animales o figuras humanas, el toro de bronce parece haber sido ofrecido por un devoto en el momento del sacrificio, como lo demuestran las fuertes marcas de quemaduras en los sedimentos removidos durante su purificación, han señalado los arqueólogos. Una gran cantidad de figurillas encontradas en la espesa capa de ceniza del altar de Zeus se exhibe en la segunda sala del Museo Arqueológico de Olimpia y es indicativa de la importancia de este santuario como un centro panhelénico.

Olimpia fue el lugar donde se celebraron los primeros Juegos Olímpicos de la historia. Se disputaron cada cuatro años desde 776 a.C. hasta al menos 393 a.C. Esta competición deportiva provocaba que las ciudades estado griegas abandonasen sus disputas durante el tiempo que se celebraban.

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