Descubrir a nuevos talentos musicales. Con esa premisa la televisión de nuestro país ha albergado a diversos concursos a lo largo de las últimas décadas, haciendo de espacios como Operación Triunfo o La Voz nombres muy familiares para los telespectadores.

La elección entre uno u otro programa depende de muchos factores, para gustos los colores, pero lo que no deja margen a la duda es que las audiencias casi siempre acompañan de forma satisfactoria a este formato televisivo, por lo que Mediaset, siempre enfrascada en la batalla del share, no quiso ser menos que sus competidores y en 2007 estrenó en su parrilla Factor X.

Nuria Roca fue la encargada de presentar el programa 'Factor X'.

Para esta puesta de largo, la cadena elegida fue Cuatro, y la presentadora, Nuria Roca (47 años). Así, el 28 de mayo se emitía por primera vez Factor X en nuestro país, siguiendo el modelo del formato original (el concurso británico The X Factor), es decir, tras superar los pertinentes castings, los participantes seguían las enseñanzas de los tutores de cara a unas galas donde se jugaban su continuidad.

Mucho nivel

Curiosamente, esta primera edición fue la que más talento acumuló entre sus participantes o, al menos, la que sirvió para lanzar al estrellato a varios de ellos. El jurado lo componían Miqui Puig (51), quien fuera líder de Los Sencillos; Eva Perales (46), periodista y manager musical; y el locutor de radio Jorge Flo (59).

Ellos tres fueron los encargados de asesorar a aspirantes de la talla de María Villalón (30) o Angy Fernández (29), quienes acabaron llevándose el primer y segundo puesto, respectivamente, dando pie a sendas carreras artísticas. Curiosamente, una de las que ha tenido una andadura más extensa en este sentido, Leire Martínez (40), acabó expulsada en la gala previa a la final, lo que no fue obstáculo para que La Oreja de Van Gogh la escogiera como sucesora de Amaia Montero (43).

Ese nivel entre los participantes y el hecho de que se emitiera en una época del año con rivales menos potentes hizo que la primera edición de Factor X tuviera unos resultados en cuanto a audiencias notables, moviéndose entre 1.500.000 y 1.900.000 espectadores.

Esas cifras llevaron a Cuatro a repetir experiencia casi un año después. Así, entre el 22 de septiembre de 2008 y el 12 de noviembre se celebró una nueva edición, también con Nuria Roca como cara visible y Miqui Puig, Eva Perales y Jorge Flo como tutores. Sin embargo, en esta ocasión el formato no tuvo tanto éxito, ya fuera por haberse pasado el efecto de la novedad o por que el nivel de los concursantes bajara algunos peldaños.

Posado de los finalistas de la primera edición de 'Factor X'.

El cuarteto cubano Vocal Tempo fueron los vencedores, un triunfo que 'solo' fue seguido por 876.000 telespectadores en la gala decisiva. Con ese 5,1 por ciento de share, la suerte de Factor X parecía estar echada.

Regreso fugaz

Con esos datos en la mano, a pocos extrañó que Mediaset decidiera meter en la nevera a este concurso, desapareciendo de la parrilla durante diez años, porque, cuando muchos telespectadores parecían haberse olvidado de Factor X, éste regresó a la programación el 13 de abril de 2018. En esta ocasión, Nuria Roca cedía el testigo a Jesús Vázquez (54), quien ya tenía experiencia en presentar OT durante la época que este talent show se emitió en Telecinco.

'Factor X' regresó a la pequeña pantalla en 2018.

Esa fue no la única novedad, ya que el equipo de mentores se cambió de forma íntegra para dar cabida al polémico Risto Mejide (44), la cantante italiana Laura Pausini (45), el productor Fernando Montesinos (47) y el locutor Xavi Martínez (32). Todos ellos fueron los encargados de tutelar a los 20 participantes, con especial mención al francés Pol Granch, quien se coronó como ganador.

A pesar de estos cambios, el regreso de Factor X no tuvo el respaldo esperado de la audiencia. De los 2.464.000 espectadores que siguieron la primera gala, el concurso fue perdiendo fuelle hasta llegar a 1.106.000 en la gala final.

Más de un año después, Factor X no ha vuelto a aparecer por la pequeña pantalla, sin saber si se trata de un hasta luego o un adiós definitivo.

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