Después de su regreso a España el pasado jueves, pasando por el plató de Supervivientes para reencontrarse con sus hijos y amigos, Isabel Pantoja (62 años) volvía ayer al plató del programa de Telecinco para conceder una entrevista a Jordi González (56) mucho más sosegada y recuperada.

La tonadillera repasó su paso por Honduras después de dos meses y medio y aclaró las dudas e incógnitas que la han acompañado durante su estancia en la isla. En un momento de confesión hablaba Isabel de un amor al que no pudo corresponder, confesando anoche su nombre: Juan Gabriel.

"Él quería que yo fuera su esposa. Conociéndonos, aceptándonos, respetándonos los dos... y yo le dije que no. Se lo dije cantando", confesaba Isabel por primera vez, asegurando que su hijo Kiko tenía cuatro años en ese momento y que era muy reciente la muerte de Paquirri. "Él lo entendió perfectamente, porque nuestra amistad era demasiado bonita a pesar del Océano Atlántico que nos separaba", continuaba una emocionada Isabel.

Ante el plató completamente enmudecido, Isabel confesaba: "Me he arrepentido muchas veces de no haberlo hecho. Por que jamás hubiese encontrado, después de mi marido, una persona que me comprendiera tan sumamente bien como él. Yo lo aceptaba como era. Sencillamente como era, un genio".

Sin duda una sorprendente declaración, que demuestra que Isabel Pantoja es capaz de seguir generando contenido e interés después de haber estado durante casi tres meses delante de una cámara.

El reencuentro con su madre

La artista junto a Jordi González. Mediaset

Después de confesar el nombre del amor imposible que le pidió matrimonio, la tonadillera emocionó a la audiencia desvelando cómo fue el reencuentro con su madre, Doña Ana (88), al regresar a Cantora.

Si algo ha preocupado a la cantante durante su estancia en Honduras era el estado de salud de su madre, emocionándose cada vez que hablaba de ella, por eso lo primero que hizo al salir del concurso fue ir a su reencuentro hasta su casa de Cádiz, Cantora.

"Para ella yo estaba cantando en América de gira", confesaba emocionada Isabel. "Le dije al verla que era su Maribel y que no me iba a ir más, ella me abrazó diciendo 'mi Maribel, mi Maribel'", continuaba la cantante, asegurando que tenía miedo de que su madre no la reconociera y hablando así por primera vez de la enfermedad que sufre. Un emocionante reencuentro que se produjo en la intimidad de Cantora pero que la cantante ha querido compartir con toda la audiencia.

La declaración de guerra a Mónica Hoyos

La tonadillera no quiso hablar con Mónica. Mediaset

Y precisamente por su madre es que Isabel le ha declarado la guerra a Mónica Hoyos (42) tras haber firmado la paz en la isla. Durante el programa la cantante ha podido revisar algunos de los vídeos de su paso por el concurso, lo que incluye sus enfrentamientos con sus compañeros y lo que han hablado de ella, descubriendo así unas palabras de Mónica que no le han sentado nada bien.

"Yo sería incapaz de mencionar a su madre. Una madre es lo más sagrado que tenemos todos. A mi madre, esa no le dice eso porque a mi no me da la gana", defendía Isabel levantando el dedo como tanto ha hecho desde la isla y sentenciado: "Va a coger un avión y se va a venir hasta aquí como yo. Después, a la calle", negándose así a despedirse de la que ha sido su compañera.

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