La vida de Laura Matamoros (26 años) ha cambiado de forma radical en los últimos meses, al menos en lo que al ámbito laboral se refiere. Si bien es cierto que poco a poco ha dejado de aparecer en los debates de Supervivientes, programa en el que también concursó, desde hace un mes y medio tampoco trabaja en Mujeres y Hombres y Viceversa, espacio matinal de Cuatro en el que tenía su silla de asesora del amor asegurada.

Fuentes cercanas a la hija de Kiko Matamoros (62) aseguran a JALEOS que "la productora del programa del amor decidió el pasado mes de mayo no renovarle el contrato al no haber un acuerdo entre la influencer y la cadena". Un contrato de un año de duración, que es justo el tiempo que ha permanecido trabajando en el formato.

Uno de los motivos por los que Laura ha decidido no continuar en el programa de Toñi Moreno (46), no es otro que económico, además de la imagen que estaba proyectando, algo que preocupaba mucho a la joven.

Kiko Jiménez, Laura Matamoros, Violeta Mangriñán y Nagore Robles en el plató de Telecinco.

Lo cierto es que, a pesar de que la sobrina de Mar Flores (50) era uno de los rostros fijos del programa, este cuenta con un presupuesto bastante limitado si se compara con otros de la misma franja horaria. Los cachés de los pretendientes y los sueldos de los opinionistas son más bien bajos. Además, Matamoros ha querido desvincularse de todas las polémicas personales que la relacionan con su familia, y para ello también ha dejado de hacer vídeos para Mtmad, donde tenía su propio espacio.

Ha optado por mezclarse con otro tipo de ambiente, que comparte con su actual pareja, Daniel Illescas (26). Además del amor, les une el trabajo, y es que Laura ha preferido centrarse al 100% en su faceta como influencer. De hecho, cabe mencionar que la pasada semana prefirió acudir a la boda de la cántabra María Pombo (25), del 'mundo influencer', a la de su amiga Belén Esteban (45), que pertenece al mundo de la televisión.

Sus prioridades están claras y también a lo que quiere renunciar. Se encuentra en proceso de 'limpiar' su imagen, y así hacerla más blanca, para que así muchas de las marcas con las que sueña colaborar se fijen en ella.

Laura, Daniel y sus amigos viajan por todo el mundo gracias a contratos publicitarios, una vida idílica que se encargan de mostrar al mundo en sus respectivos perfiles de Instagram.

[Más información: la fotografía nunca antes vista de Laura Matamoros con su hijo Matías]

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