El escritor Nacho Montes.

El escritor Nacho Montes.

Famosos ENTREVISTA

Nacho Montes: "En la tele trataron con frivolidad la muerte de mi marido. Es una espina que tendré siempre"

EL ESPAÑOL entrevista al periodista con motivo de la publicación de su quinta novela y con él habla sobre moda, amor y televisión. 

15 diciembre, 2023 01:40

Nacho Montes (53 años) lo ha hecho prácticamente todo en la comunicación y la moda, dos ámbitos que pueden ir por separado, como dos amores imposibles, o que, como a menudo él provoca, caminan cogidos de la mano. La última obra en la que el escritor ha fusionado a la perfección sus dos grandes pasiones se titula Un palacio en Venecia (La esfera de los libros), su cuarta novela, su quinto libro.

Con motivo de la publicación de este tomo, basado en la vida del mago de las telas Mariano Fortuny, pero con una exquisita mezcla de realidad y ficción, EL ESPAÑOL entrevista al colaborador y con él habla sobre moda, amor, televisión.

Nacho Montes, que siempre se ha caracterizado por no titubear cuando de verdad cree en algo, aborda en este diario el asunto de diseñadores emergentes que a veces se convierten en flor de un día y habla como nunca antes sobre uno de los momentos más duros de su vida: la muerte de su marido, Justin Jonsson, que falleció de un cáncer de estómago en 2012.

[El amor de Nacho Montes y su novio, Mr Gay World]

El escritor Nacho Montes con su novela 'Un palacio en Venecia'.

El escritor Nacho Montes con su novela 'Un palacio en Venecia'.

Nacho, su cuarta novela, Un palacio de Venecia. ¿Qué tiene ésta de diferente y por qué la gente debería leerla?

Tiene de diferente que ahonda en personajes que no todo el mundo conoce, pero que son históricos en el mundo de la moda. Y yo les desnudo para hablar de sus temas personales, sobre todo de una manera ficcionada. A mí me chifla hacer este tipo de novelas porque te da para fabular lo que pasó, lo que no pasó, descubrir cosas, incluso imponer cosas a personajes para enriquecerlos. ¿Qué tiene de diferente? Pues que vamos a encontrar secretos y cosas clandestinas de personajes que en algunos ámbitos son muy conocidos, pero que tienen un lado humano muy desconocido. Y eso es por lo que yo quiero que la gente compre estas novelas y las disfruten.

¿Qué licencias creativas se permite en estas novelas, ya que hay personajes reales que viven situaciones ficcionadas, es decir, creadas por usted?

Me permito todo, como volcar en los personajes -que esto es la magia de la literatura, y lo que hacen el resto de autores, yo no sé escribir de otra manera- mi emoción y mis sentimientos. Yo querría haber vivido en esas épocas históricas, en estos personajes. A los personajes inventados les doy una vida con mis emociones, sentimientos y también mis secretos porque son creados a mi imagen. Entonces esa es la licencia que me permito con este tipo de novelas, que es una maravilla fabular tanto en personajes que existieron como que no existieron, e inventar nuevas vidas.

¿Es una novela sólo para amantes de la moda?

Es una novela para todo tipo de públicos. Está basada en un hilo conductor de moda, porque es Fortuny y la marquesa de Casati, pero es una novela de encuentros, de desencuentros, de amistad, de secretos, de relaciones amorosas, de tríos... En aquella época, en esa burbuja de la Venecia de la belle epoque. O sea, es una novela completamente costumbrista, por un lado; muy de época, por otro, y sobre todo muy humana. Todas estas novelas que hago con personajes de moda son para amantes de la moda y para cualquier tipo de público, porque ahonda en la emoción humana, en el sentimiento, en esos rincones comunes que tenemos casi todos en una u otra medida y al final nos afecta de la misma manera: el amor, el desamor, los amigos, la familia, las rupturas, la locura, un montón de cosas.

¿A qué diseñador le recomendaría su novela?

A estos jóvenes diseñadores -y que cada cual escoja el nombre que quiera- que van por la vida de expertos en todo, que son talismanes del mundo de la moda y que muchos de ellos, a pesar de ser muy modernos, tienen un profundo desconocimiento de la historia de la moda, que es muy importante para escribir estas novelas. 

¿Por qué habla en plural?

Podría hablar en singular, pero no voy a darte nombres, no soy tan canalla. Hay gente muy moderna que viste a grandes divas del mundo de la canción y que a lo mejor tendrían que ahondar en personajes históricos como Cristóbal Balenciaga, Fortuny, Schiaparelli, Chanel... A veces sólo vemos la actualidad, y de una etapa muy reciente. Hay que irse más atrás.

¿Qué pensaría Cristóbal Balenciaga si abriera hoy los ojos y viera en qué se ha convertido su marca y quién es su gran embajadora, Kim Kardashian?

Se volvería a meter en la tumba. Se autoflagelaría dentro de su tumba. Me encanta que me hagas esta pregunta. No hay en todo el planeta un ejemplo más claro de la destrucción de una marca. Mira, la casa Schiaparelli hoy en día es muy fiel a lo que Elsa Schiaparelli hacía en los años 20. Hacen ese surrealismo, sus colecciones de los años 20 y 30: el circo, los horóscopos, los signos del zodiaco, las estrellas. Chanel, igual, con Lagerfeld, más allá de las camelias. Pero tú ves hoy Balenciaga y es que no tiene nada que ver. 

Nacho Montes en una imagen cedida a EL ESPAÑOL.

Nacho Montes en una imagen cedida a EL ESPAÑOL.

¿Qué diseñadores españoles le interesan actualmente?

Hay una moda de gente joven que me gusta mucho, pero también es verdad que hay una moda en este mundo emergente con diseñadores que se creen el paradigma de mil cosas y no son para tanto. La consolidación de las cosas es mucho mejor que lo emergente por muy novedoso que sea.

Me está sacando usted mucho el capote torero y no me dice ni un nombre.

Mira, nombres que me interesan ahora: Teresa Helbig; me chifla más ahora que antes Juan Vidal, pero también me chifla lo clásico. Yo reconozco la labor de Caprile, como couturier y heredero de Balenciaga. ¿Gente divertida? Sí. No me gusta Palomo Spain, me parece un espectáculo, pero no me parece moda. Será teatralidad en mil cosas. Yo soy un señor que estudia y analiza la moda hace años y creo en la costura, en lo que significa la moda desde patrón. Y amo la aguja exquisita de mi amigo Antonio Burillo y su The 2nd Skin, eso es moda en mayúsculas. 

¿No considera usted a Palomo un buen diseñador?

Sí, es un diseñador, pero no es costurero de moda, a pesar de que él es un gran costurero porque confecciona desde cero. Hay que diferenciar lo que significa el show y la moda. 

Por ejemplo John Galliano para Dior, ¿no? Era show y era moda.

¡Eso es! A mí Palomo Spain me parece una firma espectacular en mil cosas: en el show business, en las Kardashian, en Lady Gaga. Así era Schiaparelli en la época, pero Palomo Spain es su propio show business. A mí no me parece un referente en moda. En 40 años, Palomo Spain no será Balenciaga ni Yves Saint Laurent. No es malo, sólo es distinto. Y si hablamos de moda de verdad.

En un plano más íntimo, Nacho, ¿qué planes tiene para esta Navidad?

Pasarlo tranquilo y en familia. Soy un conservador absoluto. La Nochevieja será en mi casa: hermanos, sobrinos... Me gusta estar tranquilo en mi casa, en la sierra, planes normales con amigos, pero en el ámbito superconservador. 

¿Cree que con el tiempo nos volvemos menos navideños por pura nostalgia?

Yo soy supernavideño, luego es cierto que cuando termina la Nochebuena ya estoy hasta el gorro y quiero quitar el árbol y tirarlo por la ventana. Los previos me gustan: montar el árbol, lo tengo desde noviembre. Yo vivo en la sierra, en un chalé, pongo la casa con muchas luces y veo cómo hay gente que hace fotos a mi casa. Soy muy navideño, pero después ya quiero darle una patada a todo. Soy un señor de extremos. Para algunas cosas soy muy poco equilibrado.

¿En qué anda ahora? ¿Qué le ilusiona profesionalmente?

Estoy en Lazos de sangre, en Televisión Española, que estoy feliz y encantado. Estoy con ideas ya en la cabeza para empezar a escribir en enero la siguiente novela y luego con mil cosas que antes no eran parte de mi vida y ahora sí. Es la evolución de la vida. Trabajo mucho con las redes y hago campañas publicitarias. No soy influencer, ¿eh? Soy un señor que crea contenido para marcas. Esto nació en la época en la que participé en Supervivientes y tuve que ponerlo en manos de una agencia porque era inviable que llegase a todo. Ahora en época navideña, soy un prescriptor de productos para mil empresas: viajes, corderos, cochinillos, un buen fuagrás o un jamón. Cosas que uso y las convierto en algo bonito para que los demás las consuman. Es otra parte de la comunicación.

¿Cómo recuerda aquella época de Telecinco en la que hizo de todo: de Supervivientes a los trampolines pasando por colaborar en todos los programas?

Lo recuerdo con mucho cariño. Yo sigo en Mediaset. Trabajo en Divinity desde hace 13 años. Tengo amigos dentro y es una cadena que me sigue dando de comer. No reniego de nada de lo que hecho aunque haya pasado tanto tiempo. Supervivientes te convierte en un personaje que parece que no has hecho nada antes. Y yo lo había hecho todo: los debates de Gran Hermano, el trampolín, De buena ley, ¡Qué tiempo tan feliz! Yo había colaborado en todo. Supervivientes te convierte en una persona de la cadena y luego salen otras cosas: Mujeres y hombres, Sálvame... Mediaset funciona así y convierte a sus colaboradores en personajes con mucha presencia televisiva y poco tiempo para otras cosas en la vida. Agradecido, aunque estoy en otra etapa. Ir a Lazos de sangre y tener vida para poder viajar, hacer publicidad, disfrutar y sacar una novela cada año y pico es importante. 

El escritor Nacho Montes con look invernal posa con su último libro.

El escritor Nacho Montes con look invernal posa con su último libro.

Al abrir su libro, en la primera frase de la dedicatoria dice: "A ti, que siempre me lees desde algún lugar". ¿A quién va?

A mi marido. En todas mis novelas hablo de mi marido de una forma u otra. Mi marido, el que falleció. Bueno, el único marido que he tenido. A Justin, alguien con quien compartí muchas cosas de mi vida, y en un momento muy duro. Él murió muy joven. Yo estaba en esa época televisiva tan efervescente y en la tele se tomaron con frivolidad un tema como este, que me hizo desangrarme. Para mí y para la gente de mi entorno fue algo muy duro porque perder a alguien con quien compartes tu vida es muy duro. En la tele se tomó como algo frívolo, liviano...

¿Me lo está diciendo de verdad?

Sí, sí. Es injusto, pero es la realidad. Es así. La tele es un espectáculo, obviamente, pero lo hacen personas. Igual que el teatro: es algo falso, pero lo hacen personas. Esta es una espina que yo tendré siempre, lo he madurado, ha pasado el tiempo y la vida. No le reclamo nada a nadie, pero se tomó como algo frívolo algo que para mí fue profundamente doloroso. Esa dedicatoria es para él.

¿Ha vuelto a amar de la misma manera en estos últimos 11 años?

No, ni lo voy a hacer. Después tuve una relación muy seria, hicimos un reality en Mtmad, Roger, fue Mr. Gay Mundo. Después de Justin no ha habido nadie... ni creo que lo vaya a haber. No creo que vuelva a pasar.

¿Está enamorado ahora?

Estoy libre, tranquilo y decir "en el mercado" me parece feo porque no estoy buscando nada. Vivo muy bien solo, estoy feliz, tengo mis amigos, relaciones, mis cosas. Esto es vulgar, pero es la realidad: cuando quiero hacer algo, lo hago. Tengo la vida apañada en eso, pero no tengo a una pareja con quien comparto mis emociones. No tengo a nadie.

¿Le apetece enamorarse??

No lo sé, no me lo he planteado. Siempre es bonito que aparezca alguien que te robe la vida, pero tengo esos cuerpos afectivos cubiertos. Es como cuando no se tienen hijos, pero muchos sobrinos. No es lo mismo que un hijo, pero en cierta medida sí que suple algo. No tengo un señor en mi casa, pero tengo gente con la que me relaciono y que me suplen esos momentos de afectividad. ¿Que aparece? Pues bueno. A todos mis grandes amores los he conocido por casualidad. A mi marido lo conocí en un avión, a mi primera mujer la conocí porque era la hermana pequeña de una amiga mía de la pandilla, al que vino después lo conocí trabajando en un certamen... Yo me dejo llevar. No sé si mañana en un tren, un avión, un barco, en la cola del cine o en la cola del supermercado voy a encontrar a una persona de la que vuelva a enamorarme.

¿Ha superado la muerte de su marido?

Se supera todo. Si superé la muerte de mi madre, que se murió jovencísima, tenía la edad que yo tengo hoy... ¿cómo no voy a superar que se muera mi marido? En la vida se supera todo. Lo único que creo no se supera es la muerte de un hijo. Mi abuela, que era consciente, vio cómo fallecía su hija, que era mi madre, pero en la vida todo se acomoda. El mundo no se detiene jamás. Esto es un tren en continua circulación. Cuando yo me quedé viudo pensé que jamás pasaría algo tan duro y no, no te olvidas, pero la vida evoluciona, cambia y el dolor se acomoda. 

Cuénteme un deseo personal y otro profesional para 2024.

Disfrutar de mi familia, hermanos, sobrinos... que todo esté bien. ¿Y un deseo profesional? Seguir sacando libros, que la gente los lea y que haya proyectos de televisión. Yo no me jubilaré hasta que me muera. La comunicación y la literatura son eternas. Uno deja de comunicar cuando se muere.