Este miércoles, 21 de junio de 2023, el escultor Nacho Palau (50 años) reaparece en una revista del corazón tras varios meses apartado de los medios de comunicación. Vuelve a colocarse bajo el foco de las cámaras después de que el Tribunal Supremo haya dado la razón a su expareja, Miguel Bosé (67). Cabe recordar que el cantante se niega a reconocer como hijos a los dos que biológicamente son dos valenciano y la justicia le ampara. 

No cabe lugar a dudas: el Alto Tribunal fija que los "lazos afectivos" no son suficientes para reconocer la paternidad de los dos adultos sobre los cuatro menores. Un pronunciamiento del Supremo que da al traste con cinco años de lucha de Palau para que esos menores sean reconocidos como hermanos. 

En su rentrée en Lecturas, Nacho se muestra categórico: "Todo el mundo ha oído a Miguel decir que tenía cuatro hijos. Hay un montón de pruebas. Que la justicia me reconozca que ha habido un proyecto de familia y que legalmente no lo hagan posible me parece incongruente. (...) Me dio mucha tristeza". En esa línea, como avanzó EL ESPAÑOL, Palau ha "valorado" la posibilidad de seguir batallando, aunque reflexiona: "Pero visto lo visto se te quitan las ganas". 

[El próximo movimiento legal de Nacho Palau tras la victoria de Miguel Bosé y el acuerdo privado que han hablado]

Lola Medina en un plató de Telecinco.

Pero más allá de esta cuestión legal -y sumamente humana-, la interviú del valenciano ha permitido que se conozca que su madre, Lola Medina, ha recaído en el cáncer de pulmón que se le diagnosticó el pasado año 2022. Nacho se muestra destrozado con este nuevo revés de salud de su progenitora, y no esconde que lo lleva "fatal": "Muy mal. Ya tiene setenta y algo. Hace dos años estaba bien, pero te van pasando cosas que te merman. Le ha pegado duro". 

Gracias a estos rasgones de la vida, Nacho ha aprendido mucho de su madre: "La fortaleza, pero ella es más fuerte que yo. Yo me he frenado y la vida me ha hecho dudar antes que a ella". Dos de sus cuatro hijos, los que viven con él en Chelva, "no saben" que su abuela está de nuevo enferma. "Queremos ver cómo evoluciona porque parecía que estaba evolucionando bien y que tenía menos dolores con la quimio". 

Y añade Nacho: "Es duro que unos niños se tengan que tragar la enfermedad. Diego y Tadeo no se lo han comido tanto, aunque ellos han vivido lo de Miguel con la voz".

En otro orden de cosas, Palau desvela la exclusiva que adelantó EL ESPAÑOL hace un tiempo: él y Cristian Villela ya no están juntos: "Nos estamos dando un tiempo. Ha sido todo muy intenso. Una amiga suya falleció poco antes de venirse a vivir con nosotros. (...) Su abuela también falleció. Vino mi enfermedad y estaba hecho una mierda". 

El emotivo reencuentro entre madre e hijo, cuando Nacho regresó de 'Supervivientes'. Redes Sociales

Tal y como avanzó el pasado 22 de abril este periódico, Nacho y Cristian han intentado salvar su relación hasta el final, pero no ha podido ser. El "desgaste" y, sobre todo, la escasez de tiempo juntos han sido los principales y determinantes motivos de este quiebre sentimental. Villela se fue de la casa para no volver. 

Pese a que ambos habrían terminado en buenos términos -no en vano, se profesan un inmenso cariño-, Nacho ha decidido dejar de seguir a Villela en sus redes sociales. En cambio, como comprueba este periódico, Cristian sí continúa siguiendo al escultor a golpe de follow. 

El informante con el que contactó EL ESPAÑOL define la relación entre ambos como un tanto "volátil" y de "idas y venidas" en el último tramo. Cristian es una persona a la que le encanta viajar y "conocer mundo" -siempre en ruta es su descripción en Instagram-, y Nacho es más de estar en su tierra, en su casa, con su gente; sus amigos, su madre, Lola Medina, y dos de sus cuatro hijos. 

En diciembre de 2022, EL ESPAÑOL ya se hizo eco de las "rencillas" entre Nacho y Cristian, derivadas del día a día y de sus diferentes formas de ver y enfocar la vida. Se explicó entonces, además, que la relación de Cristian con Maloles Chornet, la hermana de Nacho, ha vivido algunos momentos de desencuentros, "cierta tensión y algún que otro roce".