Tres años después de protagonizar su sorpresiva y comentada historia de amor, el diestro Enrique Ponce (51 años) y Ana Soria (25) dieron la campanada el pasado martes 23 de mayo de 2023. La enamorada pareja se sentó en el espacio de Antena 3 El Hormiguero, ante una millonaria audiencia: 2.554.000 de espectadores y una cuota de pantalla de 17,4 por ciento.

Enrique y Ana, entre gestos de amor y complicidad, dieron mucho de qué hablar y sus declaraciones no pasaron inadvertidas, removiendo los cimientos de un romance orquestado en torno al divorcio del diestro de Chiva y la empresaria Paloma Cuevas (50). Más allá del contenido de esta histórica interviú, lo que es un hecho incontestable es que la pareja reactivó el interés no sólo de los medios de comunicación, sino de las marcas y la publicidad. 

Ocurrió cuando estalló su relación amorosa y ahora ha vuelto a pasar: la pareja cotiza al alza. Esta entrevista, según explican fuentes cercanas a los enamorados a EL ESPAÑOL, es tan sólo la antesala de una nueva etapa para ellos. De entrada, Ponce tiene sobre la mesa algunas -y suculentas- ofertas laborales en el ámbito televisivo. En concreto, a este medio le consta que se le han propuesto -en los últimos meses- dos concursos de televisión -de diferentes cadenas- y una entrevista en Prime Time. 

[Sabemos qué es lo que más le ha dolido a Paloma Cuevas y a su familia de la entrevista de Enrique Ponce: los detalles]

Enrique Ponce y Ana Soria explicando su historia de amor ante Pablo Motos, conductor de 'El Hormiguero'. Gtres

La entrevista nada tiene que ver con su aparición en pareja en El Hormiguero: se trata de otro proyecto. La fuente con la que se contacta tiene claro que Ana y Enrique han llegado para quedarse: "Se acabó la etapa de estar callados y sin querer nada".

De ir todo según lo acordado, la pareja, se hace constar, viajará con frecuencia a Madrid a partir de ahora. Ana Soria, por su parte, como ya informó este periódico hace unos días, "desea comenzar una carrera seria" en el mundo de las influencers. 

Ya en su momento, en aquel pandémico 2020, cuando el nombre de Ana Soria se consolidó en el panorama nacional, firmas de renombre quisieron contar con su imagen. Sin ir más lejos, la marca El Capote, creada por Rafael Dona Vega y Carolina López, se interesó en su perfil. Ella lo declinó en aquel entonces: no era el momento, justo cuando las aguas bajaban turbulentas con el divorcio de Ponce y Paloma sin firmar. 

Ahora, el escenario es otro bien distinto. Ana Soria dará el paso. Sale al ruedo mediático. Ponce la anima y la va a proteger. Soria ha recibido varias ofertas de firmas, interesadas en su proyección como imagen de marca. También se le ha planteado televisión. "Un MasterChef es algo mono y simpático", se apunta como pista. 

Ana Soria y Enrique Ponce en una fotografía tomada en Nimes, Francia, en septiembre de 2020. Gtres

En otro orden de cosas, se desliza que Ponce se ha mostrado "dolido" por algunas manifestaciones públicas de quienes fueron "amigos comunes" mientras estuvo en relaciones con Paloma Cuevas. Lo cierto es que tras su entrevista con Pablo Motos (57) han sido varios los rostros populares que se han pronunciado, sin contemplaciones, al respecto. 

Algunos ejemplos de ese paso al frente mediático lo han protagonizado personalidades de la talla de Fabiola Martínez (50) -"no puede ser más egoísta"- o Susanna Griso (53) -"el único motivo que se me puede ocurrir es que quieran oficializar la relación. Que la presente como novia y futura esposa. Lo que no sé es si han medido las consecuencias"-. 

Mención aparte se merecen las palabras de Andrés Amorós, emblemático crítico taurino y buen conocido de la trayectoria de Ponce como torero. Después de que el de Chiva asegurara en el espacio de Antena 3 que no echa de menos torear -ni siquiera en citas tan clave como San Isidro-, Amorós sostuvo en Es la mañana de Federico que hasta el mismo día de su reaparición televisiva "Ponce iba a anunciar que volvía a los toros".

Extremo que, finalmente, no se produjo: "Fue la propia cadena la que lo filtró para añadir más audiencia, pero ese tema quedo en nada". Sobre las razones de este paso al frente mediático, Andrés reflexiona en EsRadio: "Me preguntaba por qué lo ha hecho Ponce, desde el punto de vista taurino. Primero, por el deseo de lavar su imagen. Pero también que estamos en San Isidro y nadie, lo lamento, echa de menos a Ponce". 

Sea como fuere, desde su separación de Paloma Cuevas, Enrique Ponce vio cómo algunas amistades comunes se posicionaron del lado de la empresaria. Eso sí, no es cierto que Ponce no tenga un buen cuartel general de amigos. Sus grandes apoyos, según confirman a EL ESPAÑOL, vienen del mundo del toro. Nombres como Daniel Ruiz y Samuel Flores conforman su red de apoyos en la actualidad. También Agustín Díaz Yanes, su cuadrilla o Víctor, su fisioterapeuta, están a su lado, en su día a día. 

La terapia de Ana 

Durante la charla en El Hormiguero, Ponce comentó que la joven es una mujer "muy fuerte" que "ha sabido soportar muy bien las injurias y calumnias de alguna gente que, sin conocerla, la ha juzgado solo por haberse enamorado de mí [...]. También hay que decir que ha sido parte de la prensa, pues también ha habido gente que nos ha tratado bien, y en la calle siempre hemos sentido ese cariño".

En esa línea, la propia Soria reconoció ante Motos que, pese a ser muy poco amante de la exposición pública, había tomado la decisión de aparecer en un programa de máxima audiencia para que "la gente pudiera conocer cómo soy", ya que considera que muchos "han opinado públicamente sobre mí sin conocerme".

También apuntó que ha "aguantado mucho. Llevamos tres años escuchando cosas que no son justas, que duelen, y tenía ganas de que la gente vea que soy una chica normal". 

Cuando su entrevistador le preguntó si alguna vez imaginó que iba a tener que lidiar con semejante nivel de acoso (algo que le llevó incluso a abandonar las redes sociales), Soria señaló que "nunca estás preparado para algo tan fuerte", y apuntó que se apoyó mucho en su familia y en Ponce. "He ido también a terapia, pero él me ha enseñado a quitarle importancia. Yo no tenía la herramienta para que esa situación dejara de afectarme como me estaba afectando", apostilló.