Ana de Armas (34 años) está viviendo el momento más dulce de su carrera. La joven hipanocubana ha presentado su nueva película Blonde en el Festival de Venecia, y este viernes, 23 de septiembre, hacía lo propio en su cita cinematográfica en San Sebastián. La actriz es la protagonista del filme, en el que da vida a la mismísima Marilyn Monroe. Tal es el respeto que la intérprete tiene por la fallecida musa que se fue a su tumba para pedirle permiso para hacer su papel.

Convertida en toda una estrella de Hollywood, Ana ha reaparecido en España tras años sin pisar suelo patrio. Su presencia ha revolucionado la ciudad donostiarra en el 70º Festival de Cine de San Sebastián. Varias decenas de seguidores la esperaron durante horas, y es que su llegada estaba programada para las dos de la tarde, pero la actriz llegó cerca de las cuatro y media al hotel María Cristina.

Luciendo un minivestido suelto, de raso blanco, en contraste con botines negros con tachuelas y un bolso negro de Louis Vuitton, la artista repartió sonrisas y se entretuvo haciéndose fotos con sus fans, y algunos selfies tomados por ella misma.

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Ana de Armas, pletórica por el cariño recibido en el Festival de San Sebastián. Instagram

La actriz de Blade Runner 2049 y 'chica Bond' en Sin tiempo para morir, ha correspondido a sus seguidores sin prisas por llegar a la habitación: ha estado casi diez minutos sonriendo al público y firmando autógrafos. Después, en las escaleras del María Cristina ha sido recibida por el director del Festival, José Luis Rebordinos.

Ana de Armas ha llegado a la ciudad acompañada de su novio, Paul Boukadakis (38), con quien llevaría saliendo desde 2021. Él ha querido pasar desapercibido y su novia tampoco ha querido exponerle ante los focos. Paul es empresario y vicepresidente de Tinder y llegó a la vida de la actriz después de que ella terminase su relación con Ben Affleck (50).

Con discreción también han estado, según medios locales, disfrutando de los pintxos típicos del lugar y han paseado por sus calles y su paseo marítimo. Sin embargo, este sábado por la mañana Ana tenía una nueva cita con los medios. En esta nueva aparición optó por el siempre acertado binomio del blanco y negro, con camisa clara y pantalón de traje oscuro.

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La actriz ha desvelado sus impresiones tras interpretar a Marilyn Monroe, con la que dice sentirse muy identificada en lo que afecta a las dos caras de su vida. Y es que, según ha reconocido en declaraciones a EFE, era imposible que la dualidad de la carrera de Marilyn no le hiciera reflexionar sobre su propia situación como actriz. "El nivel de exposición de los actores no ha cambiado mucho, quizá ha ido a peor, era imposible no pensar en mi propia vida y en la forma de gestionar cuánto compartir y cuánto no, todos tenemos una parte privada y una pública y es difícil encontrar un balance".

Además, la joven ha confesado que le encantaría volver a trabajar en España, pero que no le surgieron proyectos tras su participación en la exitosa serie El internado. "Creo que fue más un efecto de estar en una serie de televisión donde empecé tan joven y con uniforme de colegio, es el personaje en el que te ven y es difícil salir de ahí", ha declarado.