Cuando el pasado miércoles, 7 de septiembre de 2022, se hizo público que el periodista Jesús Quintero (82 años) había ingresado en una residencia de ancianos en Ubrique (Cádiz), llamada Nuestra Señora de los Remedios, hubo quien se sorprendió de que no se decantara por un centro más cercano a su domicilio, situado en San Juan del Puerto, en Huelva. 

Una decisión que se tomó en familia y, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, en connivencia con la recomendación que le dio a Quintero un buen amigo, el empresario José Luis López Fernández (59), más conocido mediáticamente como El Turronero.

Este hombre, presidente de la Fundación López Mariscal, institución creada en 2015 para canalizar su carácter filantrópico y el de su familia, es natural de Ubrique. De acuerdo a los datos que maneja este medio, El Turronero, junto a otros habitantes de Ubrique, participó en la creación de la residencia Nuestra Señora de los Remedios.

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El periodista Jesús Quintero durante una boda en Ubrique, en julio de 2017. Gtres

Por tanto, conoce a la perfección su funcionamiento, así como el personal cualificado que la forma. De ahí que José Luis, cuando se enteró de la situación por la que atravesaba El loco de la colina, "intercediera para que Jesús ingresara allí con todas las comodidades".

La familia buscó recomendaciones y encontró la mejor y más efectiva. No sólo esto: el empresario se ha hecho cargo de los gastos derivados de la estancia del comunicador en el centro. La persona que confirma y amplía la información a EL ESPAÑOL no ahonda en detalles monetarios, pero sí subraya la inusitada y exacerbada generosidad de José Luis López Fernández.

"Sé que no le hace gracia que se sepa esto, pero es de justicia. Él ayuda a mucha gente, créeme que a muchísima, hasta a personas que no conoce de nada", sostiene la fuente consultada.

Y se añade: "No hizo falta más que supiera la intención de Jesús para facilitar las cosas, la gestión y el traslado y demás. En estos años no sólo ha ayudado a Jesús cuando ha hecho falta, también a más miembros de su familia". Cabe recordar que la Fundación López Mariscal tiene como objetivo "ayudar a los que más lo necesitan y generar valor a la sociedad", como reza su página web.

El emblemático periodista en la corrida Goyesca de Ronda, en 2015. Gtres

"Otra de sus prioridades filantrópicas es la ayuda económica a Asociaciones de Ubrique y de la comarca para contribuir a la mejora del día a día de los más necesitados y vulnerables de la sociedad. Es por ello que también organiza comidas benéficas para estas organizaciones que durante un día son los protagonistas", se añade desde la fundación. 

Desde muy temprana edad, José Luis López Fernández ya ayudaba a los más cercanos en su barrio de Ubrique y con sólo 12 años ofrecía clases particulares a los vecinos más pequeños de su barrio.

Hace unos días, Bertín Osborne (67), gran amigo personal de El Turronero, aseguró de éste lo que sigue: "Yo sé muchas cosas que no se saben, que hace él. Un viernes fui a su oficina y me encontré una cola que daba la vuelta al edificio y cuando entré en su despacho una señora le estaba diciendo que no tenía para enterrar a su marido y El Turronero llamó y lo solucionó". 

El gran sueño de José Luis y su mujer, aparte de seguir ayudando hasta el final de sus días, es que sus hijos "continúen con la labor filantrópica que tantos momentos de felicidad le han propiciado a sus progenitores, para lo cual han creado la Fundación López Mariscal. Su propósito en definitiva es devolver a la sociedad, mediante una labor de mecenazgo, una parte del éxito empresarial de la familia", se lee en la citada página web. 

José Luis López Fernández, El Turronero, junto a su mujer, su hijo, la mujer de éste, y sus tres nietos. Javier Sojo EL ESPAÑOL

José Luis López Fernández se casó en su juventud con su esposa, Carmen Mariscal, en 1983. Dos años más tarde, en 1985, nace su primera hija, María López Mariscal, y en 1987 hace lo propio su hijo varón, Pepe. Precisamente, el pasado mes de marzo de 2022, se celebró el bautismo de Mateo y Paula, los hijos de Pepe y nietos del conocido empresario. 

Ese día se pudo comprobar la gran unión familiar que existe entre los López Mariscal. El evento tuvo lugar en el hotel Montecastillo, de la cadena Barceló, con campo de golf y villas exclusivas. 

La nueva vida de Quintero

"Jesús Quintero está bien. Todo lo bien que se está cuando uno llega a esas edades y con las goteras que se tienen, pero no hay de qué preocuparse. Está bien atendido y arropado por su gente", explicó a EL ESPAÑOL, hace unos días, una fuente de total solvencia, amiga del mítico comunicador desde hace más de 20 años. 

Jesús fue el que planteó, como confirma este periódico, el traslado a sus hijas, Andrea y Lola, y a su mujer actual, María. El andaluz, "autónomo y pragmático" como ha sido toda su vida fue quien propuso su nueva vida cuando vio que la situación lo requería. 

Quintero durante el pregón de las fiestas de San Juan del Puerto, en 2016. Gtres

Ha sido una de sus hijas, Andrea, periodista también de profesión, quien se ha visto obligada a coger las riendas informativas en lo referente a la vida de su padre. Nunca le gustó a Andrea ocupar el primer plano, pero en las últimas horas se ha erigido como la portavoz de la familia. 

"Todo surge -lo del comunicado- porque algunas personas se dan cuenta de que Jesús ya no hace vida en su domicilio habitual", se corrobora a este medio, tras el avance del espacio Sálvame. 

En ese momento, las hijas de Jesús y la pareja de éste, María, se dan cuenta de que la noticia de su traslado a un centro de mayores vería la luz próximamente. Pese a la importante labor, y el duro papel, que le ha tocado ejercer a Andrea -persona discreta que nunca quiso aparecer ni ser vinculada con el célebre apellido paterno-, especial mención se hace a este medio de la figura de María, la flamante esposa de Jesús Quintero. 

Este periódico ha podido confirmar que la pareja contrajo matrimonio en agosto de 2020. Cuentan a este medio que fue una boda "súper íntima, con las hijas y los más cercanos". María, pedagoga de profesión, es la mujer que ha conseguido "serenarlo", y gracias a la cual Quintero está teniendo "una jubilación plácida y sin sobresaltos".