Este pasado lunes 9 de noviembre se cumplían tres meses del fallecimiento de Humberto Janeiro, el padre de Jesulín de Ubrique (46 años). El que fue llamado cariñosamente por los medios de comunicación como 'tigre de Ambiciones' fallecía a los 76 años de edad tras varios días ingresado en el hospital a causa de una infección en el pie provocada por su diabetes. En sus últimas horas, Humberto sufrió un fallo multiorgánico que lo llevó a la muerte. Lo cierto es que su salud siempre ha sido renqueante y no demasiado halagüeña. 

Humberto dejó a una familia destrozada, a unos hijos apesadumbrados y rotos por la muerte, precipitada, del que un día ejerció de patriarca de un clan unido y de impoluta imagen. Aquella estampa duraría poco. Más allá de sus hijos, hubo una persona que llevó su dolor, su luto, con la mayor discreción, como siempre ha hecho: Camila Naranjo, la mujer que estuvo 15 años al lado de Humberto, en sus mejores y, sobre todo, peores momentos. El pilar en el que se apoyó el que fuera marido de Carmen Bazán (75). Camila estuvo al pie de la cama hasta el último aliento de Janeiro. 

Camila Naranjo sentada en el plató del extinto 'Salsa rosa' en 2003. Gtres

Se ocupó y preocupó de él, día y noche, hasta el final en el hospital Jerez de la Frontera. JALEOS ha podido conocer que su tristeza, su dolor y soledad hoy son grandes. Camila echa insoportablemente de menos a Humberto, como explica alguien que la conoce bien: "Humberto había llenado su vida, se había dedicado a él por completo y ahora le cuesta sobrellevarlo". Todo le recuerda a él. Durante sus años de relación, Camila tuvo que lidiar con el runrún de que lo suyo con Humberto era puro interés económico y mediático, algo que el tiempo se encargó de desmentir.

Es verdad que cometió un craso error al principio, ir a la televisión y contar detalles de su relación, pero aquello ya se purgó. Pagó por ello con un alto peaje: la desconfianza hacia ella de los hijos de Humberto, que nunca terminaron de retomar lazos afectivos. Incluso, el día del entierro de Humberto se habló de tensión familiar y de cierta tirantez entre Camila y los hijos. ¿Cómo es la relación en la actualidad?, pregunta este medio. La respuesta es clara: "más bien escasa". 

Camila Naranjo, rota de dolor, el día del entierro de Humberto. Gtres

Nunca fue fluida y ahora menos todavía. Pero Camila respeta y entiende. Solo quiere pasar su duelo rodeada de su familia y amigas, que las tiene y muy leales. Una persona de su entorno destaca cómo fue su labor cuando prorrumpió en la vida de Humberto, una vez fuera este de la finca Ambiciones: "Ella supo ayudarlo cuando salió de Ambiciones. Se fueron a vivir al adosado que ella tiene en Prado del Rey, en Cádiz. Allí fueron muy felices". Y con quien habla este medio se ríe de las informaciones que decían que ella era una mantenida en manos de Humberto: "La economía de Humberto en el último tiempo no era muy boyante y era Camila quien sufragaba algunos gastos del día a día". 

La mala salud de Humberto 

Humberto Janeiro en un festival taurino en el año 2018. Gtres

Meses antes de morir, Humberto tuvo que ser intervenido de nuevo. Aunque no fue nada grave, tal y como desveló él mismo a la salida del hospital en la que son sus últimas imágenes con vida. Su pareja desde hace 15 años, Camila Naranjo, fue quien detalló ante los medios de comunicación que lo que habían hecho los doctores eran quitarle "una pequeña verruguita" y que aunque tenía sus "cositas", él se encontraba bien. El padre de Jesulín ha sufrido varios baches de salud en los últimos años. En 2009 se le implantó una prótesis de rodilla y avanzado ese mismo año, volvía a ingresar para ponerse un marcapasos. En 2015, Janeiro volvió al quirófano para ser operado de la cadera tras un accidente de tráfico. 

La figura del padre de Jesulín siempre ha sido clave en la vida del torero. Su poder e influencia sobre la profesión de su hijo ha marcado el destino de su vástago más célebre. Quienes lo conocían hablaban de un hombre emprendedor: cuando era joven organizaba pequeño festejos taurinos y también conciertos en Ubrique y en los pueblos de alrededor de la sierra de Cádiz. Cuando su hijo Jesús se lanzó a los ruedos, él invertía el dinero que iba ganando exclusivamente en la profesión de su hijo y en que siguiera creciendo. 

Humberto Janeiro estuvo casado hasta el año 2003 con la madre de sus hijos, Carmen Bazán. Fruto de su matrimonio nacieron cuatro hijos: el primogénito, Humberto Janeiro (48), el segundo Jesús Janeiro, conocido popularmente como Jesulín, después nació Carmen Janeiro y a continuación el benjamín, Víctor Janeiro (41). 

Otros 'escándalos' familiares

Más allá de los problemas de salud, en septiembre de 2017 Humberto tuvo que hacer frente a las acusaciones de una persona que aseguraba mantener una estrecha relación con el clan de Ambiciones y estaba dispuesta a hablar y a sacar sus trapos sucios más ilegales. Este confidente, según indicaba entonces la revista Corazón TVE, se encontraba preso, por lo que estaría pensando en contar detalles de actividades empresariales de dudosa legalidad que le darían la oportunidad de hacer un trato y conseguir un beneficio penitenciario que le haga más llevadera su condena.

Este confesor aseguraba entonces que conocía la existencia de varias sociedades que no estarían trabajando dentro de la regulación legal y que estarían capitaneadas por un grupo de personas entre las que se encuentran algunos con apellido Janeiro. Un supuesto caso de irregularidades que se unía al famoso caso Halcón por defraudar a Hacienda con el abono de sus respectivas exclusivas. 

[Más información: Muere Humberto Janeiro, padre de Jesulín de Ubrique, a los 76 años de edad]

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