Nada menos que hace 17 años que Beth Rodergas (38 años) representó a España en el Festival de Eurovisión. Desde entonces, la artista que cantara Dime en la edición celebrada en Riga (Letonia) ha seguido con su carrera musical con cierto éxito, aunque sin llegar a alcanzar la notoriedad de algunos compañeros de promoción de OT, como Manuel Carrasco (39) o Vega (41).

Lo que también ha cambiado notablemente en la vida de Beth es su look. Lejos quedaron aquellas rastas que acompañaron a la barcelonesa durante su estancia en la academia musical televisiva, ahora luce una larga melena que crea cierta confusión entre quienes no sigan su carrera con cierta frecuencia.

Una buena muestra de ello fue su aparición repentina en los medios de comunicación en julio del 2019. En aquella ocasión, Beth no fue noticia por haber lanzado un nuevo disco o por estar de gira, sino por un asunto un poco más delicado: dio a conocer públicamente la enfermedad que sufre, endometriosis.

Falta de visibilidad

La artista aprovechó su aparición en un programa de TV3, Al cotxe, para contar un asunto tan íntimo como este problema de salud: "Cada mes, cuando tengo la regla, el tejido se tiene que desprender, pero pequeños trocitos se quedan aferrados al cuerpo, como en el recto o en el apéndice. Se pueden hacer quistes. Es muy bestia el dolor de regla, he llegado a desmayarme, a vomitar, a tirarme por el suelo. Es un dolor muy heavy", relató Beth.

Uno de los asuntos que más enfada a la barcelonesa respecto a su enfermedad es la falta de visibilidad: "Está bastante silenciada. Si la sufrieran los tíos se sabría más", opinaba con un punto claro de enojo.

Lejos de pasar de puntillas por este asunto, Beth siguió dando detalles de cómo la endometriosis ha afectado a su vida. Uno de los aspectos en los que esta enfermedad puede tener más incidencia es a la hora de quedarse embarazada. En este sentido, la artista es madre de un niño y una niña, pero en uno de esos periodos de gestación pasó algunos problemas: "Kai, mi segundo hijo, es de fecundación in vitro. Con Lía sí fue natural porque me acababan de operar, estaba limpia y fue todo bien. Pero con Kai la endometriosis había afectado a una de las trompas y no me podía quedar embarazada", confesó.

Hay que destacar que la endometriosis la sufren un 10 por ciento de las mujeres que están en edad reproductiva, aunque algunos estudios elevan esta cifra hasta el 20 por ciento, por lo que en España podrían padecerla hasta dos millones de féminas. Se caracteriza por ser una enfermedad crónica, en la que, como bien explicó Beth, el tejido que recubre la cara interna del útero crece fuera de él.

Normalmente, una mujer expulsa esas células en forma de menstruación, ya que cada vez que los ovarios producen hormonas que hacen al endometrio hincharse ante un eventual embarazo. En el caso de las mujeres que padecen este trastorno, no eliminan dichas células, lo que produce un malestar intenso, aunque la sintomatología también abarca dolor en las relaciones sexuales, durante la micción, sangrado menstrual abundante y, en algunos casos, infertilidad o esterilidad.

Respecto a su tratamiento, llama la atención que no existe uno totalmente consensuado por la comunidad médica. Entre las opciones terapéuticas destacan el tratamiento hormonal y la cirugía (como parece que ocurrió en el caso de Beth).

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