El pasado miércoles una revista del corazón desvelaba la que es, sin duda, la noticia del año, la separación de una de las parejas más sólidas del panorama nacional: Enrique Ponce (49 años) y Paloma Cuevas (48) ponen fin a 24 años de estable matrimonio. Hace dos años su férreo amor comenzó a resquebrajarse con una supuesta crisis sentimental que, a la vista de los acontecimientos actuales, no han podido superar. Se ha informado que la ruptura ha sido de mutuo acuerdo y que Enrique y Paloma mantienen buena relación por las dos hijas que tienen en común. Les queda el cariño y el respeto.  

Hasta ahí, todo correcto dentro de la coyuntura. Sin embargo, a las pocas horas de ver la luz la noticia, esta comenzaba a tomar, en algunos medios de comunicación, otro cariz menos cordial; se señalaba a una tercera persona en discordia que habría dinamitado el matrimonio. En concreto, el nombre de una mujer, que el torero estaría conociendo. Se ha hablado de que Enrique y esta joven de 22 años, llamada Ana Soria, protagonizan una relación sólida desde hace año y medio, coincidiendo con el inicio de aquella supuesta crisis sentimental entre Ponce y Cuevas, y siendo el detonante de la ruptura. No obstante, esa no es del todo la información que maneja JALEOS

Enrique Ponce en una imagen de archivo. Gtres

Existen importantes matices en lo que se ha contado e inexactitudes, como ha podido conocer este medio. Enrique Ponce y Ana Soria, una joven almeriense y amante de la tauromaquia, sí se conocen y sí existe una "gran ilusión", pero no existe ninguna relación formal ni sólida. Tampoco es cierto que se conozcan tan profundamente desde hace año y medio; a este periódico llega la información de que se conocieron de forma superficial en 2018 durante una fiesta en Mojácar, pero que no fue hasta hace casi un año cuando su relación se hizo más profunda. Su primer contacto fue vía redes sociales.

El padre de esta joven, un conocido abogado de Almería -profesión que comparte con su mujer-, es un ferviente seguidor del mundo del toro, pasión que le transmitió a su hija desde bien pequeña. Enrique Ponce es alguien admirado en la casa de los Soria, como se desliza a este medio. No ha habido cartel en Almería en el que apareciera el diestro que no estuviera allí algún Soria, sobre todo el patriarca. Así, Ana comenzó a seguir al torero por redes sociales, a comentarle cosas relacionadas con el toro, intercambiaron mensajes privados y se vieron en persona aprovechando un festejo taurino.

"Se conocieron, se cayeron muy bien y hasta hoy", se informa. No hay etiquetas en lo que tienen, se ven cuando pueden y se lo pasan bien a solas y entre amigos. La familia de Ana no puede estar más feliz. "Son personas muy discretas y conocidas en Almería. No les gusta el escándalo ni verse en estas cosas, pero lógicamente están felices y encantados y conocen a Enrique", informa una persona allegada. Están incómodos por toda la exposición mediática y hasta Ana Soria ha tenido que privatizar sus redes sociales. Son demasiados los mensajes privados, el agobio. 

Ella no quiere ser un personaje público, ni actriz, ni modelo, como se ha dicho. Hizo algún pinito siendo más joven, pero nada profesional. Estudia Derecho en Granada y así seguirá. Nada cambiará para ella: "Es una gran estudiante y lo que le gusta es eso. Se han dicho en 24 horas muchas mentiras". Pese a lo desagradable de verse en boca de todos, la familia Soria está tranquila y dispuesta a seguir con su vida normal como hasta ahora. No les preocupa nada más allá de la felicidad de Ana. Se ha comentado que una expareja de ella va a hablar para Sálvame, pero "no preocupa en absoluto". 

Se confirma a este medio que Ana, Enrique Ponce y amigos de la joven han visitado en alguna ocasión, entre otros lugares turístico, el pueblo de Mojácar y su costa, donde veranean cada año los Soria. Allí, se hospedan, como viene siendo costumbre, en una de las urbanizaciones más 'chic' de la zona, Marina de la Torre. Cuando visita el sur, el torero siempre intenta pasar inadvertido y mostrarse de perfil bajo para no ser reconocido. 

Siempre que se ven, la discreción es la máxima y hace unos días ambos compartáin una animada comida en esa zona costera junto a los padres de Ana. En definitiva, se hace ver que son "dos personas que se están conocido". Las iniciales de Ana Soria aterrizaron en los medios de comunicación este pasado jueves. La periodista Beatriz Cortázar afirmaba que existe una tercera persona y que Enrique Ponce se habría vuelto "loco de amor" por ella.

Enrique y Paloma, longevo matrimonio

Enrique Ponce y Paloma Cuevas durante un acto público en 2016. Gtres

Enrique Ponce y Paloma Cuevas se conocieron en un viaje a Colombia hace 28 años. El padre de ella, el ganadero Victoriano Valencia, siempre tuvo el profundo deseo de que su hija contrajera matrimonio con un torero y en un principio posó sus ojos sobre José Ortega Cano (66) -algo que finalmente solo quedó en intención-. Enrique y Paloma se dieron el 'sí, quiero' en octubre de 1996 en la catedral de Valencia. El matrimonio esperó hasta 12 años para traer al mundo a su primera hija. El 27 de abril de 2008 nació su primogénita, Paloma. El 9 de enero de 2012, Cuevas dio a luz a su segunda hija, Bianca, en la Clínica Ruber Internacional.

ás información: Enrique Ponce y Paloma Cuevas: dos hijas, varias propiedades y las boyantes empresas que los unen]

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