Alexia Rivas (27 años) se convirtió hace algo más de dos semanas en la protagonista involuntaria de una de las tramas que mayores audiencias ha entregado a Telecinco y sus programas en las últimas décadas. Un escándalo elevado ya a categoría internacional que ha sido citado por medios de comunicación como TMZ, el portal americano que recoge todas las exclusivas de las estrellas de Hollywood o por la mismísima Whoopie Goldberg (64), quien en su longevo magacín, The View, ha hecho mención al controvertido entramado en el que "un periodista político era cazado con otra mujer que no era su pareja".

Pero Alexia Rivas ya se ha cansado de estar en boca de todos. La joven periodista no aguanta más y ha decidido tomar medidas contra quienes ella considera han vulnerado sus derechos fundamentales en lo relativo a su honor, su intimidad y su propia imagen. Lo paradójico es que a quien ella apunta como máximos responsables de su situación en estos momentos de debilidad es a la empresa donde ha trabajado durante más de dos años. Según la información a la que ha tenido acceso JALEOS en exclusiva, la reportera ya ha dado órdenes a su despacho de abogados para que inicien los trámites pertinentes y pueden llevar a juicio a la productora La Fábrica de la Tele, encargada de hacer la mayoría de espacios de entretenimiento para Telecinco. 

Alexia Rivas en la puerta de la casa de su pareja, Alfonso Merlos. Gtres

Tal y como ha podido saber este periódico por personas cercanas a la reportera, ha sido a lo largo de este fin de semana cuando su bufete de abogado ha recopilado toda la información para interponer las correspondientes demandas este lunes 11 de mayo. En conversaciones con estas fuentes próximas del entorno de la leonesa, desvelan a este diario que "Alexia se encuentra muy baja de ánimos, está muy tocada, por eso está de baja, aunque su intención es no volver nunca a su puesto de trabajo, ¿cómo va a volver después de lo que le han hecho?".

A lo largo de esta semana y gracias al burofax que la joven envió a la citada productora, programas como Sálvame Limón, Naranja, Tomate y Deluxe han evitado pronunciar su nombre y proyectar su imagen. A través de sus letrados, Rivas emitió este escrito que rezaba lo siguiente: "Dichos espacios han vertido de manera indiscriminada comentarios sobre mi persona, inequívocamente injuriosos o vejatorios, con un contenido claramente ofensivo y difamatorio, y que resultan innecesarias para expresar la opinión o valoración de que se trate, atacando directamente mi honor, mi integridad moral, mi imagen y mi reputación, personal y profesional, con información que no es veraz, ni objetiva, ni contrastada". 

Además, Rivas calificó su situación de "campaña de descrédito" que se sostiene en el afán por hacer "daño, menospreciar y desmerecer" a su persona. Términos como "hostigamiento", "fustigamiento", "asedio", "humillación", "persecución", "bullying" o "mobbing" se pueden leer a lo largo del documento que sirvió de aviso para lo que vendría después: las acciones judiciales. 

Alexia Rivas en el programa 'Socialité'. Mediaset

Entre tanto, este diario ha podido saber que Alexia Rivas ya tiene sustituto para el programa donde trabajaba, Socialité. Un joven periodista vinculado al sector de la televisión a quien, por el momento, le han hecho un contrato temporal de prueba que durará dos semanas. Una vez superado esos 15 días, podrá continuar en la plaza que la actual pareja de Alfonso Merlos ha dejado libre por su baja laboral. 

En estos momentos, Alexia Rivas se encuentra pasando el confinamiento en casa de su novio, el periodista político Alfonso Merlos. Consultadas otras fuentes que conocen perfectamente a Rivas y Merlos, declaran a este periódico que están más unidos que nunca y muy felices. "Ellos están muy bien, aguantando como pueden el chaparrón de todo esto, pero se apoyan, se quieren y están viviendo una historia de amor preciosa. Están muy compenetrados y esto que ahora parece que nadie da un duro por ellos, va a durar, ya lo verás", concluyen. 

[Más información: Alexia Rivas estalla con un burofax y acusa a sus jefes de "bullying", "humillación" y "asedio"]

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