La presencia de Gloria Camila (25 años), la hija de José Ortega Cano (66), en los platós de televisión está siendo más intensa de un tiempo a esta parte gracias a la participación de la mujer de su padre, Ana María Aldón (43), en el reality Supervivientes. Ella es su defensora y por ello acude al plató semanalmente. Lo cierto es que Gloria ha demostrado en estos años de exposición pública contar con una gran madurez, cualidad que siempre ha destacado su progenitor.

Sin embargo, no solamente ha demostrado ser un pilar fundamental para su familia y, sobre todo, para su hermano José Fernando (27); Gloria ha experimentado un innegable cambio físico en los últimos años. De lucir unos kilos de más hace un tiempo, en la actualidad Camila está más delgada y perfilada. Si bien nunca ha abordado públicamente y de forma extensa esta cuestión, ahora la hija de Rocío Jurado ha decidido sincerarse con sus espectadores de Instagram en su nuevo canal IGTV (Instagram TV). 

Gloria Camila en una comparativa de 2017 con una imagen actual.

En esta plataforma, que está pensada para que los rostros conocidos puedan grabar vídeos más largos en su red social, Gloria Camila se ha abierto en canal por primera vez ante sus casi 745.000 seguidores. "Yo desde pequeña he sido siempre muy delgada y tampoco tenía pecho ni nada. Siempre he sido un palillo. Aunque soy latina, ya empecé a sacar mis curvas, empecé a enseñar más culo… Siempre he sido muy delgadita y nunca he tenido esa obsesión por adelgazar ni a tener buen cuerpo, porque no he considerado que tuviera mal cuerpo, la verdad. Eso sí, hasta que cumplí los 18 años…", ha comenzado su relato la que fuera pareja de Kiko Jiménez (27) y actual enemiga íntima de Sofía Suescun (23). 

Con su mayoría de edad, la cosa cambió abruptamente para ella: "Al cumplir los 18 años empieza una nueva etapa en mi vida, porque ya es la mayoría de edad, es una nueva vida, un ritmo de vida… y no estás acostumbrado. Vas por la calle y la gente te reconoce más, o te sigue la prensa… Yo pasé una mala época con 19 años con el tema de mi padre y de mi hermano. Ahí me lo comí todo y entré en una pequeña depresión". Se refiere a esos duros pasajes en los que Ortega Cano ingresó en prisión y su hermano José Fernando cayó en las adicciones. Fueron meses, cuando no años, demasiado duros y pesados. 

Además, Gloria destaca que en esa época estuvo prácticamente sola ante todo, ante el abismo: "La mujer de mi padre se tenía que ir con su hijo, que era muy pequeño, se tuvo que ir a Zaragoza. Contaba con la ayuda de parte de mi familia. Me dejé llevar. En esa depresión comí mucho y no sabía cocinar… Empecé a salir de fiesta, me cogía mis puntitos… El caso es que fue una época muy mala, fue dañina tanto emocional como física. No sé cómo pasó el tiempo, si me pongo a pensarlo. Es verdad que en dos meses engordé como 10 kilos".

Gloria a su llegada de 'Supervivientes' en 2017. Gtres

O lo que es lo mismo, de pesar 50 kilos a alcanzar los 65. Así lo continúa narrando la joven: "De pesar 49 ó 50 kilos, pues llegué a pesar casi 64 ó 65 kilos. Eso con el paso del tiempo. Cada vez iba a más. Luego me fui a Sevilla. Me preocupaba por la tienda, pero luego salía a comer, a beber… no tenía una rutina alimenticia". En ese momento tan bajo anímicamente, relata, llega Supervivientes a su vida: "Ahí es cuando decido ir a Supervivientes, porque pensé 'puedo recuperar el dinero perdido y quitarme el peso ganado'. Estuve dos meses y creo que perdí ocho kilos. No sé por qué, pero es cierto que no se me notaba tanto, en la tele no se me notaba. Yo tenía muchísimo complejo. Estaba acostumbrada a otra cosa, me daba pena perder mi peso, mi salud y no cuidarme". 

A la vuelta de la isla, su cuerpo experimentó notables cambios: "Salí de Supervivientes y el estómago se me cerró. Me saciaba con poco, comía mucho menos. Yo fumaba y es verdad que el tabaco hacía mucho daño, también en la alimentación. Fui notando más el cambio cuando llegué a España. Fui a un nutricionista y me dio unas pautas. Sabía que en vez de comer 6 horas había que seguir una rutina. Hay que saber cómo combinar los alimentos". El cambio, esa imagen que ella tanto añoraba de antes, se estaba gestando: "Fui adelgazando mucho volumen. De tallas iba notando que iba bajando. Al ver que adelgazas, pues te motivas más. Acabé en una talla 34, que es una S". 

Deporte y graves insultos 

No todo es perder peso de esa forma y Gloria Camila lo sabe. Por eso desvela qué deporte ha estado haciendo: "Ahora tengo la talla XS en algunos modelos y en algunos, una XXS. Hay tiendas que el patrón no es el mismo. De arriba tengo una S o M. Fui viendo que iba bajando de tallas. A esto se suma que me dijo una amiga que estaba en pilates y que va genial para el músculo. Te define el cuerpo. También estaba yendo a maderoterapia".

Eso sí, en todo momento deja claro que esta nueva imagen que luce no está directamente reñida con el extremo sacrificio, no; ella no se priva de los pequeños placeres: "Yo no paso hambre. Los miércoles que voy al cine, cojo mis palomitas con Coca Cola, y sigo haciéndolo. También me encanta el vino blanco, me empecé a aficionar para los fines de semana. No dejo de hacer cosas, pero es cierto que tengo más control y no me paso. También estoy haciendo pilates con máquina, y para mí fue una fantasía porque se pueden hacer mil cosas. Y encima, no te pones tocha, vas definiendo el cuerpo. Al final, te vas quitando cosas que te ayudan a mejorar". 

Su máxima es la que sigue: "No podemos vivir acomplejadas. Yo he sido igual de feliz con 15 kilos de más que con 15 kilos de menos". Durante su confesión en IGTV, Gloria también aprovecha para hablar de ataques gratuitos contra el físico de las personas: "Vivimos en una sociedad en la que estamos muy en lupa y cada uno se toma la libertad de poner adjetivos. Nos estamos equivocando, porque cada uno es libre de hacer lo que quiera con su vida. La libertad de expresión está ahí, pero también tiene un límite. No todo el mundo puede hacer daño ni hacer machaque continuo. Yiya con Rocío Flores (23), por ejemplo". 

No oculta que ella misma ha sufrido duros ataques por su físico en la red: "Yo he sufrido el insulto de 'estás gorda', 'adelgaza', 'madre mía, cómo te has puesto de gorda…' Pero, ¿tú quién te crees que eres para decirme eso? Si eres feliz sanamente, ole tú. Vamos a relajar los insultos, porque no sabéis por lo que ha podido pasar". Así recuerda Gloria, como cierre, el final de su relación con Kiko Jiménez: "Al empezar el año pesaba 52, subí al hacer pilates por el músculo, gané masa muscular. Cuando pasó la movida de verano con mi expareja, mi estómago por los nervios y el malestar se cerró durante mucho tiempo. Yo comía muy poco. Me fui de Madrid, me olvidé, dejé las redes sociales… me alejé de todo lo malo, fui al psicólogo… no estuve sola en ningún momento". Hoy es alguien feliz consigo misma, con su cuerpo y, encima, está enamorada de nuevo. 

[Más información: El menú de Gloria Camila en su confinamiento: paga 75 euros semanales para que le hagan la comida]

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