Alberto Chicote (50 años) es uno de los chefs más prestigiosos de España. Con varios programas en la televisión, tres restaurantes de lujo en Madrid y todo un negocio en torno a su persona, este cocinero madrileño puede presumir de haberse granjeado un nombre en el competitivo sector de la hostelería y haber logrado formar un entramado millonario, según las cifras a las que ha podido tener acceso JALEOS.

El primer restaurante que fundó es Yakitoro, que abrió en 2014 en Gran Vía y donde hace una reinterpretación de la cocina japonesa. Fue tanto el éxito de este formato que se decidió a crear un segundo local en el paseo de la Castellana, una de las zonas más lujosas de Madrid.

Dos años después abrió junto a Pedro Olmedo otro local, en este caso de cocina española: Puertaisol, situado en la quinta planta del edificio de El Corte Inglés en la Puerta del Sol.

Para gestionar cada uno de estos restaurantes, el cocinero ha creado una empresa. Yakitoro está administrado por la sociedad Evolution Artes y Restauración S.A, en la que el chef participa a partir de la empresa Archiol Restauración S.L., y cuyos datos demuestran hasta qué punto la cocina japonesa está teniendo un gran éxito en España. 

Solo en 2018, esta compañía ingresó más de 5 millones de euros con sus dos restaurantes. Una cifra considerable que, además, consolida la tendencia creciente en sus cuentas, y es que en los últimos ejercicios siempre ha conseguido superarse. Situación similar ocurre con los beneficios, que el año pasado superaron el medio millón de euros. 

Esta diferencia entre los ingresos y los beneficios se debe a que un negocio de alta cocina como es el caso de Yakitoro requiere de un gran coste. Solo en aprovisionamientos (que corresponde a ingredientes y maquinaria) y en gastos de personal el restaurante ha desembolsado más de 3,4 millones de euros. 

Sin embargo, el análisis de las cuentas de estos locales de Chicote no se restringen a esta empresa, ya que el chef está presente en esta sociedad a través de Archiol Restauración S.L. Esta compañía, a pesar de llevar años sin ingresar ni un solo euro, obtiene beneficios gracias los ingresos financieros obtenidos a través de su participación en el restaurante Yakitoro. Una cantidad que asciende a 128.275 euros.

El otro restaurante que posee Chicote, Puertaisol, está gestionado a través de la empresa Delasol Restauración S.L. y también maneja cifras millonarias. El año pasado logró ingresar cerca de 2 millones de euros y el consiguiente beneficio de 87.000 euros. 

La diferencia entre las cifras de estas dos empresas reside en que la primera compañía gestiona dos restaurantes con seis años en marca, mientras que Delasol Restauración se ocupa de un local que lleva en marcha poco más de cuatro años. 

Carrera paralela en la televisión

Chicote ha desarrollado una carrera paralela a la hostelería más tradicional en el mundo de la televisión. Su prestigio y su carisma natural lo llevaron a presentar en 2012 Pesadilla en la cocina, una adaptación del exitoso Kitchen's Hell con el que La Sexta se sumó al tirón de los programas de cocina. 

El programa fue todo un éxito. La imagen de los restaurantes más desastrosos de España unida al mal genio de Alberto Chicote no tardaron en encandilar a los españoles. El espacio sigue en emisión en la actualidad, habiendo estrenado hace escasos meses su séptima temporada. 

Chicote gustó tanto al público que Atresmedia no ha dudado en convertirlo en su cocinero estrella para todos los programas de gastronomía: Topchef (con escaso éxito), El precio de los alimentos, Dietas a examen y el más reciente, ¿Te lo vas a comer?.

Todo este trabajo lo gestiona a través de un contrato de cadena con Atresmedia, que recientemente renovó hasta 2020. Es un tipo de contratación habitual para grandes personajes, en el que el famoso cobra cada mes, independientemente de que esté trabajando o no en algún programa. En estos acuerdos se manejan cifras millonarias, aunque en el caso de Chicote la cuantía concreta no se conoce. 

Vende su experiencia y su nombre

Alberto Chicote ha sabido rentabilizar el renombre que le ha granjeado su éxito en las cocinas y en la televisión, para crear un negocio en torno a ello. Valiéndose de su papel como 'ayudante', a través de su página web ofrece un servicio de asesoría y consultoría, como la que da en Pesarilla en la Cocina. En concreto, el equipo de chef propone identificar el problema, hacer un diagnóstico, ofrecer soluciones que sirvan a medio y largo plazo; y realizar un diseño integral del local, entre otros. 

Con esta idea en mente, en 2014 la fundación UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) y el cocinero fundaron la Escuela Chicote, una plataforma online que pone a disposición de profesionales del mundo de la hostelería y de la restauración programas formativos.

Son cursos en los que se ahonda en la innovación y las tendencias de la restauración, en el manejo de las redes sociales o en aprender a saber vender para mejorar el beneficio. 

El chef, además, ha probado suerte en el mundo de la literatura con dos título: Pesadilla en la cocina: Las recetas del programa por Alberto Chicote, en el que recoge algunos de los platos que ha elaborado en el programa de Antena 3; y un proyecto más personal, Las suculentas aventuras de Chicote, que narra las aventuras de un pequeño futuro cocinero y de su inseparable gallina Pepi, y que contiene recetas y trucos de cocina "fáciles y divertidos" para niños y adultos.

Pasión por la cocina desde niño

El éxito de Alberto Chicote se ha cocinado a fuego lento, desde su tierna infancia, cuando en su hogar aprendió la importancia de un buen plato sobre la mesa. De su juventud recuerda el conejo con tomate de su madre y las tortas de chicharrones que hacía Paco en el horno del pueblo sevillano al que le llevaba su madre.

Chicote con 17 años en una imagen de redes sociales.

Con solo 16 años, Chicote decidió probar suerte en el mundo de la hostelería. Un joven con un tupé digno de de John Travolta en Grease acudió a uno de los mejores locales de Madrid buscando trabajo como pinche sin cobrar. El futuro presentador tenía claro que para llegar a ser un cocinero destacado tenía que empezar por el escalafón más bajo.

El chef combinó este trabajo con sus estudios en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid, un referente en este sector. Durante muchos años estuvo derrochando sudor y esfuerzo para granjearse un nombre en restaurantes como Lúculo, con Ange García, Zacalín, Benjarím Urdiain, La Recoleta, o incluso una estancia en Suiza para ampliar conocimiento. 

Con una carrera considerable y el firme convencimiento de llegar a lo más alto en la hostelería, a finales de los noventa le llegó su gran oportunidad: ponerse al frente del NODO, el restaurante de Benjamín Calles, y posteriormente Pan de lujo. Locales de alta categoría donde Chicote pudo demostrar todo su potencial y por cuyo trabajo recibió el premio al mejor cocinero del año en Madrid Fusión en 2005. 

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