Fue el pasado mes de julio cuando volvía a saltar la fatídica noticia, una vez más: María José Campanario (39 años), nuevamente ingresada por un brote de fibromialgia. Una visita al hospital que se sumaba a una decena más. María José recaía, no podía más y se veía obligada a dejarse ayudar por los médicos. Lo cierto es que, desde que hace 14 años le diagnosticaran esta enfermedad, la mujer de Jesulín de Ubrique (45) ha librado múltiples batallas contra los dolores que le provoca, pero ninguna recaída como las que viene protagonizando en los últimos años. 

Y es que, sus ingresos se han convertido, para su desgracia, en una costumbre. Los últimos han sido especialmente virulentos -tanto por el padecimiento de ella como por el ruido mediático que han generado-, y porque parecía que María José volvía a retomar las riendas de su vida tras incorporarse al trabajo y adaptarse a una rutina en cuanto a horario. Pero, ¿por qué se produce tanto ingreso? ¿Por qué, de un tiempo a esta parte, Campanario no ha podido soportar las recaídas en casa? JALEOS fue quien se hizo eco en febrero de 2018 de la cámara hiperbárica que se compró la odontóloga para tal menester, pero no ha podido ser. Ni con esas. 

Campanario en una imagen de 2017.

Este periódico ha podido conocer que María José necesita ingresar de forma imperiosa a cada brote "para que la medicación se le administre por vía intravenosa, además de por su intolerancia a algunos medicamentos, que le provocan fuertes reacciones". Aclara quien bien lo sabe que es la única forma de "paliar más el dolor" y hacerle "más llevadero el trance". Generalmente, estas visitas al centro médico "solo duran una o dos noches"; se trata de ingresos fugaces, pero igualmente necesarios. En esa línea, aseguran a este medio que ella "está optimista dentro de lo que cabe y muy arropada por su familia". Y siguen informando: "María José es una mujer fuerte y lleva saliendo mucho tiempo y así seguirá siendo". Pese a su heroica actitud, de lo que no cabe duda, y así se hace constar, es que esta es una situación "desesperante" y ante la cual la familia más allegada, de algún modo, "ha tenido que cambiar su día a día y hacerlo girar en torno a María José". Rápidamente, la fuente deja claro: "Lo hacen encantados, todo por ella. Campanario no suele quejarse y suele llevar el dolor por dentro". ¿Cuáles son las causas por las que la fibromialgia pueda variar tanto en intensidad?, se interesa este medio. El informante resuelve: "Son múltiples las posibles causas, pero, sobre todo, las más importantes se reducen a dos: los drásticos cambios climáticos y las situaciones de estrés o tensión".

No hay que olvidar, centrándonos en este último factor, que Campanario, a nivel personal, ha atravesado una etapa un tanto revoltosa con los juicios que ha protagonizado contra Telecinco y, sobre todo, se apostilla, "con la nueva etapa que ha emprendido su hija Julia en Nueva York". Y es que, se remata: "María José ha estado muy volcada en su educación y se está adaptando a eso que llaman el síndrome del nido vacío"

Su lucha contra la fibromialgia y su 'reboda'

María José Campanario en un acto sobre la fibromialgia en Sevilla. Gtres

Desde que en el año 2005 le detectasen fibromialgia, una enfermedad crónica caracterizada por fuertes dolores en los músculos y en los huesos, los ingresos hospitalarios de María José Campanario han sido constantes. De médico en médico y de centro en centro, la valenciana se ha visto obligada a recorrer las provincias de Málaga, Sevilla y Cádiz para mitigar el dolor de sus achaques. La primera vez que la esposa del diestro ingresó y se hizo público fue en septiembre de 2015 tras sufrir un accidente en la bañera de su casa de la citada localidad de la sierra de Cádiz.

Pero si hubo un momento en que Campanario tocó fondo fue en el verano de 2017 cuando estuvo durante más de un mes ingresada en el centro psiquiátrico El Seranil, ubicado en Benajarafe (Málaga). Hasta ahí llegó sin apenas articular palabra o poder moverse. Desde entonces, solo ha dado la cara en actos públicos muy concretos. Y más específicamente, la odontóloga ha intentado dar voz en galas benéficas vinculadas con la enfermedad que padece: "Los enfermos de fibromialgia no estáis locos, el dolor que se padece es real, aunque no se ve. Desgraciadamente no hay una radiografía o prueba diagnóstica todavía que pueda descartar quien la padece y quien no", ha llegado a comentar. 

En lo personal, el matrimonio Janeiro-Campanario se ha visto obligado a posponer sine die la ya famosa 'reboda' que anunciaron en la portada de una revista, lista para ser celebrada en julio de 2017. María José y Jesús cumplieron entonces 15 años juntos y ya van camino de los 17. Por el momento, todo lo relativo a su segunda boda se encuentra paralizado hasta que María José encuentre de nuevo el equilibro y el control dentro de sus delicadas dolencias.

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