Verdeliss (34 años) no vive una realidad tan bonita como la que muestra en sus redes sociales. A pesar de su éxito profesional y personal ha sufrido una época difícil en silencio: "Os soy sincera, llevo unas semanas psicológicamente bastante mermada. Supongo que todos pasamos por 'crisis' y esta etapa se me está haciendo complicada. Presión, críticas, agotamiento, últimamente daba más tiempo a la tristeza, que a disfrutar lo maravilloso que tenemos. Los retrasos de la casa familiar no ayudan, creo que hemos sido los únicos influencer que no habréis visto irse de vacaciones este verano... nos tiene consumidos a muchos niveles, pero especialmente el factor emocional es difícil de gestionar". Ante ese bajo estado anímico de la navarra, su marido quiso sorprenderla, y así comenzó su aventura americana en familia.

"Con todo este percal, Aritz (43) me convenció con un 'a tomar por saco todo' y casi de relámpago, pusimos kilómetros de separación a los problemas. Alquilamos por nuestra cuenta la típica casita californiana, billetes comprados y un viaje supuestamente de ida/vuelta sola, se convirtió en una experiencia de reflotar nuestra relación en pareja y familia. Era un viaje por trabajo -a visitar el centro de la juguetería Mattel-, la invitación era solo para mí, pero acabamos revalorizándolo y quedó como el tiempo soñado en familia", explica Verdeliss en una de sus últimas publicaciones en Instagram.

De esta forma, la de Pamplona veía su sueño cumplido en un momento, además, en el que la 'cabeza le jugaba malas pasada': "Quien me sigue tiempo atrás, sabe que viajar a Estados Unidos era la ilusión 'irrealizable' de mi vida". Por eso, lejos de dudar, los nueve miembros de la familia hicieron las maletas y pusieron rumbo a Los Ángeles.

Verdeliss junto a sus siete hijos en la puerta de su casita alquilada en California.

Aterrizaron en LAX y se dirigieron al barrio de Wilshire Vista, una zona residencial al lado de la glamourosa Beverly Hills. Allí les esperaba la casita típica californiana que habían alquilado para su viaje: una vivienda con fachada prefabricada en color aguamarina y blanco; un porche, jardín y patio trasero, garaje, trastero y rodeado del encanto que transmiten las casas de las películas americanas.

Su hogar temporal cuenta con tres habitaciones, un total de seis camas y dos baños. El interior es de diseño rústico, nada recargado y con espacio justo para la familia numerosa que conforman Estefi, Aritz, Aimar (14), Irati (9), Laia (8), Julen (5), las mellizas Eider y Anne (3) y Miren (7 meses).

La casa se construyó en el año 1933 y fue vendida por primera vez en el año 1981 por 123.000 dólares (112.600 euros), y la última vez que se puso en venta, el año pasado, consiguió que su actual propietario pagara por ella 1.676.000 dólares (1.535.000 euros), quien la ha reformado en varios aspectos.

Actualmente se alquila por 4.521 dólares (4.139 euros) al mes, que es el precio en el que se ha basado la estancia de Verdeliss y su familia al completo. Una cantidad que el exitoso clan se puede permitir debido la buena marcha de la empresa de la navarra y sus innumerables colaboraciones con marcas en redes sociales, en las que participan todos.

[Más información: La gran inversión económica de Verdeliss que puede hacerle perder mucho dinero]

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