Tana Rivera (19 años), la hija de Eugenia Martínez de Irujo (50) y Francisco Rivera (45), ha sufrido un desmayo y ha tenido que ser ingresada en una clínica. No es la primera vez que la joven adolescente sufre un percance de este tipo, ya que es el segundo en cuatro meses, por lo que su madre ha decidido cancelar el viaje que tenía previsto para estas fechas, según desvela Informalia.

El primer problema de salud que experimentó la joven tuvo lugar las navidades pasadas, cuando tuvo que ser ingresada en la clínica San Rafael de Madrid aquejada de los mismos síntomas que ha sufrido esta Semana Santa.

Tana Rivera tuvo que ser ingresada las navidades pasadas por un problema similar.

En aquel momento, durante todo este tiempo que permaneció en el hospital, su madre Eugenia Martínez de Irujo no se separó de su lado y su padre Francisco Rivera viajó a las pocas horas desde Sevilla para estar junto a su hija mayor. 

Tres días después, la joven abandonaba por su propio pie este centro médico y se desplazaba hasta el palacio de Liria para celebrar la Nochebuena junto a su familia materna.

Sin embargo, y aunque Tana abandonó el hospital, los doctores no pudieron encontrar una explicación concreta a la dolencia que notificó. Por ello, durante todos estos meses la nieta de la duquesa de Alba ha acudido de forma regular a someterse a varias revisiones y pruebas para intentar encontrar el origen de esta enfermedad, pero, de nuevo, sin resultado. 

Cambio de planes

Para esta Semana Santa, Eugenia, su pareja Narcís Rebollo (48) y su hija Cayetana tenían planeado realizar un viaje por el Caribe y por Estados Unidos. Sin embargo, días antes de comenzar este periplo por América, la joven volvió a perder la consciencia (esta vez durante más tiempo que en otras ocasiones). 

Por ello, su madre decidió que lo mejor era cancelar este viaje y pasar estas vacaciones en España. En concreto, la familia ha estado unos días en León junto a Jesús Calleja (54), un amigo de su madre, y posteriormente se trasladaron a Galicia, donde han estado la mayor parte del tiempo.

Las aristócratas han optado por un plan relajado, con largas caminatas por los verdes bosques de la zona y copiosas cenas con amigos cercanos a su madre. En definitiva, un plan tranquilo y al aire libre que es lo que se suele recomendar a personas que han sufrido algún problema de salud reciente.

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