María Teresa Campos (77 años) está que trina. Hace unos días veían la luz en una publicación las imágenes de la mudanza que la presentadora malagueña y su pareja Edmundo Arrocet (68) están realizando antes de trasladarse a su nuevo chalet. En concreto, en las fotografías se veía cómo unos operarios se llevaban algunos valiosos muebles de su casa de Las Rozas, algo que, según ha podido confirmar JALEOS, a María Teresa "le molestó bastante". Ella hubiera preferido que ese momento no hubiera sido captado por las cámaras. 

Y es que, en su opinión, alguien debe haber filtrado la información acerca del día y la hora en que unos operarios se iban a desplazar a su casa: "Lo ha considerado una humillación innecesaria verse en una revista de ese modo. Está bastante dolida por las formas". Tanto, que se desliza a este periódico su mayor objetivo en estos momentos: "Dar con la persona que lo ha contado, ya que solo lo sabían unos pocos". Entonces, ¿quién ha traicionado a la Campos? 

La comunicadora y el cómico en una imagen reciente. Gtres

En otras palabras, Teresa está "pidiendo explicaciones", tal y como publica previamente Cotilleo.es. Lo cierto es que no es la primera vez que se filtra a los medios de comunicación información interesada sobre la presentadora y, según le han hecho ver en más de una ocasión personas allegadas, como Mila Ximénez (66), la filtración viene de su núcleo más próximo. Incluso, se atrevió a dar el nombre de una de las mejores amigas de Campos. Así las cosas, Teresa no gana para disgustos.

Eso sí, no todo son malas noticias. Mientras que este entuerto se aclara, la comunicadora está "dándole forma" a su nuevo chalet, el cual poco a poco está siendo amueblado y dispone de tres plantas muy organizadas de antemano: "En la primera harán vida Teresa y Edmundo, mientras que la segunda será para ella y la tercera para él". Cabe recordar que ya en Molino de la Hoz la pareja duerme en habitaciones separadas y, según la información que se maneja, harán lo mismo en su nuevo hogar. 

Teresa, sin programa y sin contrato 

María Teresa Campos. Mediaset

No corren buenos tiempos laborales para la otrora reina de las mañanas. Si bien, por fin, puede respirar tranquila sobre la salud de su hija Terelu Campos (53), parece que hay parcelas que todavía se le resisten, como las profesionales. Tal y como anunció Pilar Eyre (67), en marzo se expira su contrato con Mediaset y su futuro con la cadena de Fuencarral es más incierto que nunca. Según pudo contratar este medio por parte de una persona de su entorno, el mes de febrero "será clave" para la resolución laboral de la que un día fuera la reina de las mañanas. "Teresa está estos días un tanto nerviosa", se apostillaba. 

Bien es cierto que en este tiempo en el dique seco, después de que se cancelara su espacio Qué tiempo tan feliz, han existido "algunas reuniones" en la sede de Fuencarral entre la madre de Terelu y los mandamases de Mediaset. Sin embargo, de estos encuentros no se ha materializado "nunca nada en concreto" y a día de hoy Teresa continúa esperando. El problema es que la cuenta atrás ya ha comenzado: "Es consciente de que todo depende de si la llaman y le proponen un programa".

Aparte de esa zozobra laboral, Teresa también tiene que lidiar con los constantes viajes de Bigote a Argentina para atender sus asuntos de trabajo, hecho que molestaría sobremanera a la presentadora. Hace unas semanas, este medio pudo conocer la razón para que Bigote se desplace con tanta frecuencia y deje sola a su pareja: "Tiene la intención de vender su casa de allí". Se trata de una magna propiedad en la que vivió varios años y de la que quiere deshacerse para convertirla en dinero e invertirlo en sus negocios: "Ya no hace vida en ella y ve absurdo mantenerla". 

[Más información: Teresa Campos, a un mes de que finalice su contrato con Telecinco: sabemos cómo se encuentra]

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