Se cumple un mes del fallecimiento de Antonio Cortés, más conocido como Chiquetete, a raíz de una intervención de cadera que se terminó complicando con los problemas del corazón que el artista padeció en los últimos años. Desde entonces, además de la tristeza por su pérdida, la familia ha estado rodeada de polémica, tanto por la mala relación de Carmen Gahona (64) con parte de la familia del fallecido como por la presencia de la supuesta amante del mismo el día del velatorio.

Una persona del círculo cercano de Chiquetete, asegura a JALEOS que durante la tarde de este viernes tendrá lugar misa en la histórica iglesia del Cristo de los Gitanos, en Sevilla, donde además están presentes sus cenizas, y donde también yacen los restos de algunos rostros importantes, como es el caso de la duquesa de Alba. Una ceremonia íntima a la que es muy posible que no acudan todos sus hijos ni tampoco parte del círculo más cercano de Antonio, como es el caso de Manuel Cortés Bollo (23) o Gahona. La ceremonia ha sido organizada por Antonio, Francisco, y Rocío, los tres hijos que el cantaor tuvo con Amparo Cazalla. Esta última, que es una de las personas que más se ha visto afectadas por la pérdida, sí asistirá al acto. 

Rocío Cortés Cazalla y Carmen Gahona

Otra de las polémicas que envuelven a la familia, es todo lo relacionado con la herencia que dejó en vida Chiquetete. Las últimas informaciones sobre el legado del cantante apuntan hacia una alta cantidad de deudas, que supuestamente estaría pagando Carmen Gahona, quien para muchos está tomando "un papel que no le corresponde", ya que nunca llegó a casarse con él: "Ella se ha quedado todo lo de valor, y eso debería ir para sus hijos, pero ella se cree que es todo suyo". De hecho, según afirman a este medio, Carmen "ha prometido que les va a dar a los tres hijos mayores de Antonio una serie de objetos personales". En el caso de Rocío Cortes, ha pedido un fular que huela a su padre, para así recordarlo. 

Ha pasado justo un mes desde que la familia y los más allegados de Chiquetete se reuniesen en el tanatorio para velar su cuerpo. Después de la ceremonia, el féretro fue trasladado a Carmona, la localidad sevillana en la que Antonio ha vivido junto a Gahona durante los últimos años de su vida. Allí fue incinerado, y sus restos fueron a parar directamente a la iglesia del Cristo de los Gitanos. Era profundamente creyente y hermano de la centenaria cofradía sevillana. Ahora Chiquetete descansa en la iglesia que tantas alegrías le trajo, junto a las imágenes en las que tanto creía y con las que se emocionaba en las noches de la Semana Santa.

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