Se puede decir que Álex Lequio (26 años), el hijo de Ana Obregón (63) y Alessandro Lequio (58), ha comenzado el año 2019 con la mejor de las noticias, con un pequeño gran paso en su batalla contra el cáncer que padece. Si bien este medio se hacía eco de que el mes de diciembre iba a ser clave para el diagnóstico definitivo, lo que se ha producido llena de esperanza e ilusión a la familia Obregón-Lequio: Álex ha concluido con éxito uno de los ciclos de su tratamiento en la prestigiosa Clínica de la Universidad de Navarra. "Las noticias que llegan son bastante halagüeñas", se desliza. 

Sin duda, un nuevo paso al frente en su lucha contra la enfermedad que el pasado mes de abril de 2018 zarandeó los cimientos de la familia. Se desliza a JALEOS que este avance coloca al joven empresario "en el ecuador de su batalla". Eso sí, la familia es consciente de que todavía queda un camino por recorrer, por eso no lanzan del todo campanas al vuelo: "Ahora todo depende de su evolución y de lo que le aconsejen los médicos. De entrada, se acabaron para la familia los tantos viajes a Navarra".

Álex Lequio en una imagen reciente.

Eso sí, tal como ya informó este periódico hace unas semanas y confirmó Obregón en una entrevista, queda aún pendiente  cruzar de nuevo el charco para visitar el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (MSKCC) en Nueva York. Allí, les espera otra segunda opinión médica. Sea como fuere, la familia "no puede ocultar el optimismo que siente" y para todos el joven Álex se ha convertido en un auténtico guerrero. Puede que estas buenas nuevas que llegan desde la clínica de Navarra hayan animado a Ana Obregón a retomar parte de su vida cotidiana. Muy aliviada por todo lo que han hecho los médicos tanto de Nueva York como de Navarra, la actriz española salió hace unos días a comer con unos amigos por el centro de Madrid y comentó que tenía muchas ganas de ir a un restaurante y relajarse: "Un poquito de salir que han sido muchos meses sin salir". Desde que se enteró de que su hijo padecía esta enfermedad, Obregón lo dejó todo. Su vida laboral, social, e incluso sus aspectos más íntimos, y ha estado dedicada en cuerpo y alma a su hijo.

Sus primeras palabras en una exclusiva

Fue en diciembre cuando la familia Obregón-Lequio posaba en las páginas de ¡HOLA!. Arropado por sus padres, Álex contaba en primera persona la lucha que ha librado estos meses: "Ni yo ni mis padres hemos perdido el sentido del humor. Somos una familia que nos reímos de todo", afirmaba Lequio Jr. Su actitud ha cambiado por completo, y ahora ha optado por normalizar y restar importancia a su situación: "Me gustaría llegar a normalizar, incluso vulgarizar la palabra cáncer, para que la gente lo vea como un simple diagnóstico médico. No es un sinónimo de fatalismo y muerte, es sinónimo de vida".  

Álex Lequio ya no es el que era y así lo confirmaba en dicha publicación. En concreto, confiesa que ha cambiado su manera de ver la vida, por lo que hace que alguna de las prioridades que antes tenía pasen a un segundo plano: "Esto me ha hecho tomar conciencia de que pueden no pasar más trenes. Estoy intentando aprovechar y subirme a cada tren que pasa. Viviendo con mayor intensidad y de manera más consciente".

Duro tratamiento y llegada a España

Era un jueves 27 de septiembre cuando Álex y su madre aterrizaban en Barajas sonrientes porque ya pisaban suelo español tras seis meses en Estados Unidos. Los duros momentos vividos durante el tratamiento del cáncer en Nueva York daban paso a una estancia más cálida en su país de origen y rodeados de familiares y amigos. Desde su vuelta, Obregón ha demostrado ser una madre coraje, sin despegarse de su hijo ni un solo momento. 

El 19 de octubre Álex hacía pública en Instagram una imagen en la que se lo intuía en una sala de aislamiento acompañado de sus padres y, días después, la actriz le restaba importancia a este ingreso de su vástago: "Es algo normal cuando se te bajan las defensas por la quimio, pero Álex está perfecto". Sea como fuere, estas serán unas Navidades especialmente emotivas para la familia García Obregón, siempre tan unida; las primeras en la que, de seguro, habrá motivos por los que brindar y celebrar. El más importante, la salud.

Fue el pasado 17 de octubre -dos días antes de que publicara la imagen de su aislamiento en la clínica de Navarra- cuando Álex Lequio reaparecía ante los medios de comunicación para apoyar a una franquicia con la que colabora su empresa Polar Marketing. No es ningún secreto que uno de los mayores deseos del joven era incorporarse cuanto antes al trabajo y, por eso, hizo acto de presencia en el citado evento. Visiblemente nervioso, con una gorra calada y parco en palabras, Aless -como lo llama su entorno- quiso mandarle un mensaje a todos los luchadores como él y en eso centró sus energías. 

[Más información: Cuenta atrás para conocer el pronóstico de Álex Lequio]

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