María Josefa Sánchez-Dalp y Leguina, conocida como 'Pepita', ha fallecido este lunes en Sevilla a la edad de 90 años en su casa. La marquesa viuda de Saltillo era de sobra conocida en la ciudad andaluza, especialmente por ser la eterna confidente de la también fallecida duquesa de Alba.

Su funeral se ha celebrado este martes a las 11 de la mañana en la Parroquia del Sagrario, y se espera que el adiós definitivo tenga lugar en la Parroquia de la Magdalena, según ha informado Diario de Sevilla.

Coche fúnebre con los restos de Pepita por las calles de Sevilla.

La amistad con Cayetana se remonta años atrás, ya que esta era la encargada de acompañar a la duquesa (estuvo presente en su puesta de largo en el Palacio de las Dueñas) hasta que esta la decidió remplazar por Carmen Tello (63).

Relación que ya se sintió durante el funeral de la duquesa, y es que la marquesa viuda estuvo en todo momento acompañando a los hijos de esta durante la capilla ardiente. 

Familaires y amigos en el entierro de la duquesa, de izq. a dcha en primera línea: Jacobo, Eugenia, Carlos, Fernando, Tana Rivera (su nieta) y Pepita.

Era hija de Manuel Sánchez-Dalp y Marañón, conde de las Torres de Sánchez–Dalp, y de Luisa de Leguina y Delgado, baronesa de la Vega de Hoz. A la muerte de su progenitor, su hermana Ana heredó los títulos nobiliarios, y ella usaba el de su marido, José Lasso de la Vega y Marañón, marqués de Saltillo, con quien contrajo matrimonio en 1952 y quien falleció 30 años después sin dejar descendencia.

Era una persona muy bien relacionada en la ciudad, con los principales nombres de la política, economía y sociedad en su círculo más cercano. Influencia que ya quedó patente el día de su boda en la parroquia de la Magdalena, todo un acontecimiento que se celebró bajo el padrinazgo de los condes de Barcelona, y al que acudieron personajes de la talla de Isabel Alfonsa de Borbón, la princesa Cristina de Zamoyski y Dolores de Borbón. 

En Sevilla era conocida, además de por su alta alcurnia y los exclusivos círculos en los que se desenvolvía, por haber sido una de las impulsoras de los bailes de debutantes en la Casa de Pilatos en la década de los años 60. Evento de gran importancia que consiguió reunir a ilustres nombres como el príncipe Rainiero y Grace Kelly, Jackie Kennedy y los príncipes de Liechtenstein. 

También era una gran benefactora de entidades o congregaciones como la Cruz Roja (fue presidenta de la delegación sevillana durante años), Nuevo Futuro, las Hermanas de la Cruz y las Carmelitas de Santa Ana.

En una de las esquelas que se le ha dedicado se la descubre como una "gran señora por su vitalismo, simpatía, empatía, incombustible, incombustible, personalidad arrolladora y esbelta hasta el culmen", según el escrito del conocido sevillano Mario Niebla del Toro. 

[Más información: La misa en recuerdo a Cayetana aviva las rencillas: "Allá cada uno con su conciencia"]

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