Carlota Corredera (44 años) se convirtió en el ejemplo de muchas mujeres cuando logró adelgazar 60 kilos y España entera fue testigo de su evolución día tras día gracias a Sálvame. Desde entonces todo lo que tocó se convirtió en oro con la excusa de su milagrosa pérdida de peso. Sacó un libro al mercado que fue best seller un mes después y ahora muestra sus trucos estéticos a sus seguidores desde las redes sociales. Eso sí, los tratamientos que sigue la presentadora no son nada baratos.

Ya cuando mostró el secreto mejor guardado de su adelgazamiento dejó claro que si alguien buscaba lograr lo mismo que ella debía pagar una gran suma de dinero y depositarla en productos Pronokal. Pero no solo con dieta se consigue una buena figura. Carlota tiene otro truco no apto para todos los bolsillos con el que reafirma su piel y controla sus zonas más rebeldes.

Carlota Corredera, en una de sus sesiones de belleza.

Una máquina de última tecnología es la culpable de que la celulitis de Corredera esté desapareciendo. A la presentadora le gusta acudir al centro clínico de Carmen Navarro, que cuenta con una clientela muy vip, y dejar que masajeen su vientre, cadera y muslos con el aparato de moda. Pero estar firme tiene un precio. La gallega tendrá que gastarse mínimo 840 euros por 10 sesiones, aunque siempre recomiendan alguna más para asegurar el buen trabajo en las zonas más difíciles.

Cada cierto tiempo Carlota se presenta en su centro fetiche y se pone la malla semitransparente que le cubre todo el cuerpo. Este traje actúa aportando algo de presión para centrar las zonas y que el aparato masajeador se extienda con facilidad por todos los rincones del cuerpo. Es indoloro y se trata de un masaje continuo, algo que ha cautivado a la presentadora en su lucha contra la flacidez.

Un tratamiento interrumpido

Carlota Corredera tuvo que dejar de acudir al centro estético durante unas semanas debido a un quiste que tenía localizado en la zona baja del vientre. Para evitar complicaciones en un futuro, la presentadora fue operada de urgencia para extraerle el cuerpo extraño de 11 centímetros de diámetro.

Desde que le encontraron el quiste en una revisión ginecológica rutinaria, Carlota decidió abandonar su tratamiento estético e incluso olvidarse de su estricta dieta de adelgazamiento para preocuparse al cien por cien en su intervención. Tras varios días de descanso y ya recuperada, la presentadora ha vuelto a su vida habitual de trabajo y de rituales de belleza.

[Más información: Carlota Corredera, a lo grande: sus vacaciones de lujo a mesa puesta]

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