Carlota Corredera (43 años) se ha tomado unos días de descanso lejos del mundanal ruido de Madrid. En concreto, se ha escapado cinco días a un resort en Las Palmas de Gran Canaria. La colaboradora de Sálvame, su marido y la pequeña Alba han disfrutado y se han relajado en el hotel Lopesan Costa Meloneras de cuatro estrellas.
"En Gran Canaria ya es verano y he podido difrutar de esa maravillosa sensación los cinco días que he pasado en Costa Meloneras. Gracias por cuidar de mí y de mi familia en esta escapada que sabe a gloria", han sido las palabras que Corredera ha publicado en su cuenta de Instagram, acompañadas de una imagen en la que se la puede ver totalmente relajada con un caftán y dejándose acariciar por el sol de la isla.
Lo cierto es que viendo las instalaciones que ofrece este espléndido hotel no es de extrañar la relajación que se aprecia en el rostro de la presentadora. Teniendo en cuenta que la familia se desplazó cinco días y, presumiendo que se habrán alojado en una de las suites para tres personas, el precio que habría desembolsado la comunicadora rondaría los 500 euros la noche y la cuantía total- con desayuno incluido- superaría los 2.300 euros.
Suite con hidromasaje y desayuno exclusivo
Todo hace indicar que la habitación escogida por la familia habrá sido Senior Suites, tanto por su accesible distribución como por la comodidad yendo con ellos su hija. Es una de las pocas estancias en que pueden convivir el matrimonio junto a su pequeña. Se trata de un espacio amplio, luminoso y lujoso con vistas al mar, compuesto por un dormitorio con terraza, televisión satélite y unas hamacas en las que tomar descansar.
Además, un salón independiente con sofá-cama y escritorio. El baño dispone de ducha y bañera de hidromasajes. Para colmo de ocio, esta habitación tiene acceso exclusivo al solárium VIP con jacuzzi, así como prensa diaria y un desayuno exclusivo.
Nada más llegar a este hotel en Gran Canaria, Carlota pudo deleitarse con un majestuoso palacio. Sus ventanas, puertas y pórticos trasladan a la época colonial tan típico en la arquitectura de las Islas. Una vez atravesada la entrada, las más de 2.000 palmeras guían hasta nuestra habitación y hacen sentir al huésped en un oasis en medio de este paisaje desértico de dunas que se pierden en el mar.
Con un sol a raudales, Carlota y su familia han podido disfrutar de todo un despliegue de ocio: campo de minigolf, un lago, varios jacuzzi's, un ladón, un río privado y una impresionante piscina con arena en la que la pequeña Alba podría haber chapoteado feliz. No hay nada como estas escapadas de lujo para recargar las pilas y poder enfrentarse al día a día de Sálvame, habrá pensado Corredera.
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