Desde que Alberto Chicote(49 años) comenzara en la televisión hace seis años, poco ha cambiado su vida. La cocina, lo primero. Su vida personal, desconocida. Todos sus proyectos, un rotundo éxito. El último de ellos es el programa ¿Te lo vas a comer?, formado por una serie de reportajes sobre alimentación y consumo en La Sexta con un 14,6% de share.

Sin embargo, llegar a ser un referente en la cocina de nuestro país no es un trabajo de un día. Ahora, con empresas con un activo de 3,5 millones de activo, programas multitudinarios y restaurantes de lujo, Chicote ha conseguido un éxito cosechado a fuego lento.

Una vocación tardía

Alberto Chicote en una imagen de sus redes sociales.

Es habitual escuchar a los grandes triunfadores relatar cómo su vocación se despertó desde pequeño. Un niño siempre sueña con ser un grande de…, ya sea el fútbol, bombero o escritor. Pero el caso de Chicote, aún siendo un referente en nuestro país dentro de su sector, es muy diferente.

Su pasión por la cocina no comenzó hasta los 16 años, a pesar de que en su familia la comida tuviera un papel muy importante: el conejo con tomate de su madre o las tortas de chicharrones que hacía Paco en el horno del pueblo sevillano al que le llevaba su padre, entre otros. Chicote, como la mayor parte de los niños, solo ayudaba a su madre, muy de vez en cuando, a preparar la masa de los bizcochos o acompañando a sus hermanos en la tradición de moldear las rosquillas.

Pero en la adolescencia todo esto cambió. Con 16 años, sin nada de experiencia pero con los sueños de toda una carrera por delante, se presentó en los mejores locales para que le dejaran trabajar como pinche sin cobrar. Un cambio para el que recibió todo el apoyo de sus padres, una familia humilde y obrera de Carabanchel Alto.

Chicote con 17 años en una imagen de redes sociales.

Chicote entró en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de Madrid. Poco a poco fue ganando experiencia a base de muchos trabajos y sacrificios para conseguir ser el mejor en lo que hace: restaurantes como Lúculo, con Ange García, Zacalín, Benjarím Urdiain, La Recoleta, o incluso una estancia en Suiza para ampliar conocimiento, entre otros.

A finales de los noventa le llegó su gran oportunidad: ponerse al frente del NODO, el restaurante de Benjamín Calles, y posteriormente Pan de lujo. Locales de alta categoría donde Chicote pudo demostrar todo su potencial y granjearse un nombre en este sector siempre tan competitivo y cerrado. ¿El resultado? Un prestigio que crecía como los bizcochos que seguía elaborando en recuerdo a su madre y que incluso le consiguió el premio al mejor cocinero del año en Madrid Fusión.

La televisión, su catapulta al estrellato.

Ese prestigio y su carisma natural lo convirtió en el indicado para el nuevo programa que preparaba La Sexta con el que aprovechar el tirón del nuevo formato que tanto triunfaba: los programas de cocina. En 2012 abandonó temporalmente los fogones para ponerse al frente de Pesadilla en la cocina. 

Alberto Chicote presentando 'Pesadilla en la cocina'. Gtres.

Campanas grasientas, neveras con más moho que alimentos en buen estado, y Chicote al borde de un ataque de nervios ante el panorama que se le prestaba por delante, fueron elementos que conquistaron al público. Y a los productores, que desde entonces decidieron mantenerlo en antena con otros programas de la misma temática: Top Chef España y su actual programa, ¿Te lo vas a comer?

Este éxito también fue el caldo de cultivo para uno de los logros de los que el chef se siente más afortunado: la apertura en 2014 de su primer restaurante, Yakitoro, en Gran Vía y posteriormente un segundo local en el paseo de la Castellana (una de las zonas más lujosas de Madrid). Un restaurante que es una reinterpretación de la cocina japonesa. 

Dos años después abrió junto a Pedro Olmedo otro local, en este caso de cocina española: Puertaisol, situado en la quinta planta del edificio de El Corte Inglés en la Puerta del Sol. 

Genio en la cocina, y en los negocios

Con esta larga trayectoria a sus espaldas, no es de extrañar que el chef haya fundado varias empresas para gestionar todos sus proyectos. El primero de ellos, Evolution artes y restauración SA, compañía que gestiona su restaurante Yakitoro. 

La mejor muestra del éxito de este negocio son los 4,9 millones de euros que consiguió facturar en 2017. Una cantidad más que considerable teniendo en cuenta que se ha conseguido gracias a los dos locales que posee en la capital. 

Un plato de Yakitoro.

Como consecuencia, además de los beneficios que obtiene ejercicio tras ejercicio (el último una cifra cercana a los 200.000 euros), ha conseguido en solo cuatro años un patrimonio superior al millón de euros. Cantidad resultante tras restar las deudas al 1,5 millones de activo.

Estas buenas cifras también se encuentran en la empresa Desalosol Restauración SL. la sociedad que gestiona el restaurante Puertaisol que fundó junto al chef Pedro Olmedo. Se trata del local más reciente que, como todo negocio recién inaugurado, ha tardado en tener beneficios, y no fue hasta 2017 que consiguió 111.000 euros de beneficio.

Situación similar con el patrimonio asociado a la compañía, que hasta el año pasado estaba en números rojos. En 2017, sin embargo, esta partida ascendió hasta los 24.000 euros, tras restar al 1,2 millones de euros de activo las deudas que pesan sobre la sociedad.

La última de las compañías que fundó es Archiol Restauración SL, en la que figura como administrador único y que fundó en 2013 también para restaurantes y puestos de comida. Una empresa que, a diferencia de las otras sociedades, no ha ingresado ni un euro desde hace años con las consiguientes pérdidas todos esos ejercicios. 

Amor fuera y dentro de las cocinas

En toda esta andadura, profesional y personal, ha estado acompañado de Inma Núñez, su pareja y la directora y jefa de sala de su restaurante Yakitoro. Se conocieron trabajaron juntos: él en la cocina y ella en la sala. Ambos son muy celosos de su intimidad y, salvo eventos esporádicos en que posan juntos en el photocall, ella solo apareció en una ocasión en su programa para aconsejar a uno de los protagonistas. 

Chicote asegura que ella fue la razón por la que se decidió a inaugurar el Yakitoro: "La gente me decía mucho que montase un restaurante, pero para ello tienes que estar muy convencido. Fui capaz de hacerlo porque tengo a alguien que es capaz de hacer las cosas como yo sin necesidad de que tenga que estar presente. Hay que tener una estructura fuerte como comos nosotros dos. La confianza es absoluta".

Pero la cocina no es la única de las aficiones que comparten, pues ambos son  apasionados de la lectura. El chef es un gran lector y ya cuando publicó su obra Las suculentas aventuras de Chicote reconoció que en su casa tiene más de 3.000 volúmenes.

Antes de Inma, muchos años atrás, Chicote estuvo casado y tuvo un hijo, quien ha tenido a su vez otros hijos. Un hecho del que presume el chef, ya que asegura que su nieto también es muy cocinitas. 

[Más información: El año de ensueño de Chicote gracias a su 'pesadilla']