Hay nueva vida después de una ruptura sentimental y Jorge Javier Vázquez (47 años) es el mejor ejemplo de ello. Después de diez años de discreta relación sentimental, el catalán y su pareja Paco ponían punto y final a su noviazgo. Lo desveló una revista y a los pocos días el propio Jorge se rendía ante la evidencia en su blog personal: "No voy a desmentir una verdad".

Ahora, rompe su silencio tibiamente en una entrevista en Diez Minutos: "Tras la ruptura, estoy intentando enfocar mi nueva vida". Muy pudoroso con su parcela sentimental, asegura que el intenso trabajo en televisión y teatro se ha convertido en su mejor aliado para olvidar las penas. "El trabajo me está sirviendo como desconexión. Pero, bueno, esto ya ha pasado varias veces", apostilla el comunicador haciendo alusión a que la pareja ha pasado por diversos baches emocionales durante su relación. Pero, ¿es esta ruptura la definitiva? "Ya hemos vuelto varias veces, pero no sé", responde, dubitativo, sobre su futuro. 

La hasta ahora pareja paseando durante uno de sus viajes. Gtres

De momento, la ruptura es un hecho y la pareja ya hace vidas separadas. El hasta ahora novio del catalán ya no duerme en la misma casa que este. Han decidido alejarse un tiempo para recolocar sus sentimientos y ver cómo se sienten. Al principio del naufragio, Jorge Javier reconoce que lo pasó realmente mal, pero gracias a las jornadas de trabajo va recuperando el ánimo: "Quizás porque esta es una comedia muy divertida que no tiene nada que ver con al anterior, basada en mi propia vida". El espectáculo debe continuar, será su máxima. 

El vacío más allá del 'Tomate'

No solamente los sentimientos han tenido sus subidas y bajadas en la vida de Jorge Javier. El trabajo no siempre le ha sonreído. En esta entrevista concedida para la periodista Rosa Villacastín, el presentador ha rememorado el duro trance que atravesó tras el cierre del mítico programa Aquí hay tomate. Vino el vacío y parecía que no iba a salir de él: "Fue una época muy complicada porque la gente me lo decía por la calle, estaban crispados, y eso es algo que se nota. Era un programa que arrasaba en audiencia pero generaba crispación, pese a que era de humor". Sintió vértigo por lo desconocido, el mismo que hoy intentado sortear en lo sentimental después de romper con el hombre que él creía que sería para siempre. 

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