Se nota que Belén Esteban (43 años) ya respira tranquila. La colaboradora televisiva ha pasado de hablar con cautela de su batalla judicial contra Toño Sanchís (44) a no callarse nada y hablar claro de lo que realmente siente ahora por él. Su exrepresentante deberá pagarle, según sentenció el juez, los 388.000 euros que la de paracuellos reclamaba a los que hay que sumar los intereses y las costas del juicio, un total de alrededor de medio millón de euros que está más cerca de los 600.000 si añadimos los cerca de 50.000 euros que se ha embolsado Belén por su exclusiva de este miércoles.

[Más información: Belén Esteban se embolsa 45.000 euros por su primera entrevista después de ganar Toño Sanchís]

La colaboradora de Sálvame ha escogido a la revista Semana para mostrar sus primeras palabras públicas tras vencer a su exmánager. Su compañera Gema López ha sido la encargada de realizar la entrevista. Los titulares de la princesa del pueblo no dejan ninguna duda sobre lo que piensa actualmente de Toño. El que hasta hace dos años era como su hermano es hoy alguien a quien le guardará rencor de por vida: "No voy a perdonar a Toño jamás".

Belén Esteban y Toño Sanchís, cuando aún sonreían juntos. Gtres

Tras 24 meses reuniéndose con abogados, preparando la documentación, teniendo que callar cuando escuchaba cómo la otra parte le llamaba "mentirosa", al fin Belén Esteban ha podido desahogarse y pronunciar todo aquello por lo que antes se mordía la lengua. Y es que lo que más le duele a la colaboradora es que consiguiera entablar una sólida relación tanto con ella como con su hija y les haya defraudado tanto. Por eso, la de San Blas ya no piensa más que en su bienestar en el de los suyos: "No me dan pena ni su mujer ni sus hijos, ¿quien pensó en el futuro de mi hija?".

Precisamente su hija ha sido testigo fiel de todo lo que ha vivido su madre estos años y tuvo a Toño como un miembro más de la familia. Por eso, el resentimiento de Belén es aún mayor y no duda en advertir a su enemigo que "si se encuentra a su hija por la calle, que ni la salude, porque para Andrea este señor no existe". La menor, que cumplirá los 18 años en apenas tres semanas, también vio cómo la economía de su madre descendía e incluso tuvo que ayudarla para saldar sus deudas: "Tuve que coger dinero de la cuenta de mi hija, de la que le pasa su padre y ella tenía ahorrado, ahora con la venta del piso se lo voy a devolver todo", asegura en Semana.

Y es que mientras la Esteban ha tenido que poner en venta el piso que quería dejarle en herencia a su primogénita, no siente ningún pudor por lo que el destino le tenga preparado a su exrepresentante: "Si se tiene que ir de su casa, que se vaya". La rotundidad de Belén no es solo de palabra, ya que sus próximos pasos judiciales respaldan su seguridad: "Iré por lo penal, voy a desenmascararle a él y a sus cómplices".

Esta rudeza de la princesa del pueblo llega después de que su victoria en los tribunales le haya subido la autoestima. Ya que, meses antes, la incertidumbre del no saber qué pasaría era su mayor temor: "Me importaba que España supiera que llevaba razón, y si llego a perder, me hubiera planteado dejar la tele"

Belén Esteban, saliendo del juzgado el 30 de mayo cuando aún no se conocía la sentencia. Gtres

Belén tiene claro que la gestión de sus contratos y el descuadre de cifras fue algo hecho intencionadamente por su exmánager por un motivo exacto: "Toño pensó que podía pasar algo, que me podía morir, por eso hizo todo esto", sentencia. Y es que, aunque su mano derecha hasta hace dos años y el culpable real de todo es Sanchís, quien realmente figura como administradora de la empresa de representación es Lorena, su mujer, quien se vio las caras con la colaboradora el pasado 30 de mayo en la cita ante el juez. La esposa de Toño tenía en gran parte la llave de la solución, pero, según cuenta Belén a Semana, prefirió seguir los pasos de su marido: "Lorena lo podía haber arreglado, porque me lo dijo y no quiso. Hizo el paripé. Así que ahora que paguen lo que deben".

Toño intentó hasta el final librarse de las acusaciones de Belén y pensó en todas las estrategias posibles para ahorrarse los pagos que le reclamaba su representada. Por eso, su último cartucho lo gastó con una artimaña que dejó petrificada a la colaboradora:"Nueve días antes del juicio nos reunimos con sus abogados y propusieron que retirase la demanda e hiciéramos platós los dos juntitos, para sacar dinero de entrevistas él y yo en la tele. Pero yo dije: ¿Este tío está loco?".

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