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    1. Su palacete asturiano conocido como 'La Piniella'

    Se puso en venta en febrero de 2018 por cinco millones de euros. Se trata de una casona de 360 metros cuadrados y dos pisos. Está ubicada en Llanera, muy cerca de ciudades como Oviedo y Gijón.
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    Sala de estar

    Además de tratarse de una espectacular masía, realmente su grandeza e inmensidad se encuentra en los recuerdos que habitan entre sus paredes. Con una estela muy barroca que mezcla el aire andaluz.
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    Cocina de corte antiguo

    En la cocina de la finca se percibe el paso del tiempo, así como el estilo rústico propio de la época. Era la propiedad de los padres de Carmen Polo, donde ella y su marido Francisco Franco, pasaban temporadas de verano y él disfrutaba de la pesca del salmón.
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    Salón

    La decoración pertenece al siglo pasado, cosa habitual pues apenas nada se ha cambiado desde que Franco vivía y se alojaba entre estas paredes.
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    Corredor

    La finca cuenta con varios edificios; entre ellos, una cuadra, un palomar y una cabaña a las que se añadieron más construcciones anexas con el paso de los años.
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    Uno de los dormitorios

    La amplia masía posee varias habitaciones, todas dobles, como la de la imagen. El decorado en tonos pastel hace ver que este cuarto pertenecía o estaba destinado a los más pequeños de la casa.
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    Terraza

    Se trata de una propiedad de 80 hectáreas de bosque, huerta y monte. Además de la casa, la propiedad cuenta con otras edificaciones, como un palomar.
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    2. El Pazo de Meirás , "una ganga", según los expertos

    El genuino lugar de los Franco se vende por ocho millones de euros. Hace exactamente un año que la familia lo puso en venta y a pesar de su 'atractivo' precio, no ha aparecido ningún comprador excesivamente interesado.
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    "Inmueble singular en venta en Sada"

    Así lo califica la empresa inmobiliaria que desde hace un año intenta encontrarle comprador. Con sus 1.002 metros cuadrados edificados y su extensas hectáreas de jardín, se trata de un paraje de alta calidad.
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    Majestuoso salón

    Su interior está lleno de Historia, como no podía ser de otra manera. Cada detalle recuerda al ambiente de los años pasados, pero manteniendo también la esencia de lo glamuroso de aquella época.
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    Estancias con lujo

    Los elementos ornamentales de cada cuarto hablan por sí mismas de lo que esconden. La madera oscura, los marcos bañados en oro, los tapices y los muebles forman parte de una vivienda con precedentes históricos.
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    Gran biblioteca

    Era uno de los lugares favoritos de los Franco. El silencio de la estancia interrumpido únicamente por el abrir y cerrar de libros era una forma de evadirse. La televisión también está presente como aporte audiovisual.
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    Extensa parcela

    Fuentes, monumentos de piedra, piezas arquitectónicas de renombre... los rincones del jardín del Pazo de Meirás están repletos de paradas con encanto o con gran simbología.
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    3. Todo un edificio en el lujoso centro de Madrid

    El bloque entero pertenecía a Carmen Franco Polo y desde su muerte ha recaído en manos de su descendencia. Todos sus hijos decidieron ponerlo a la venta hace un año para poder repartirse el dinero.
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    El ático

    En la imagen vemos el gran comedor que acogería en su momento algunas de las comidas de la familia Franco. Es una de las estancias más majestuosas del piso que se alquila por 7.000 euros al mes (hasta que consigan vender el edificio).
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    Cocina rústica

    El tono camel de la madera se une al blanco del mármol que reina en varios lugares de la casa. Sin nada extravagante que despiste la vista ni la función principal de esta estancia: cocinar con amplitud y luz.
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    La estancia más amplia

    La chimenea reina en toda la habitación y no es la única que tiene el piso. Los tonos rosas otorgan dulzura y limpieza al amplio cuarto polivalente.
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    Habitación individual

    El ático está para entrar a vivir, con paredes recién pintadas, toques modernos y suelo de parquet. La luminosidad de todas las estancias también es un gran punto a favor para su venta.
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    Comedor

    Un gran tapiz de inspiración mural griego preside el denominado comedor de gala. Está preparado para albergar a 18 comensales por lo que el espacio en este lugar, como en el resto de la casa, no es un problema.
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    Uno de los baños

    Blancura, limpieza y buena distribución. Eso es lo único que se pide a un baño y este lo tiene, al igual que el otro que también posee el ático.
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    Bañera

    El baño principal tiene ducha y este segundo posee bañera. Sigue la misma estela blanca y dos lavabos para agilizar la tarea a los más de cinco inquilinos que podrían alojarse en el piso.
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    Líneas suaves

    Además de los 650 metros cuadrados del piso, hay mucho lugar de almacenaje en el que guardar los recuerdos, herramientas o demás objetos de uso puntual. Los detalles se muestran en madera y cristal.
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    Ascensor del edificio

    El elevador curiosamente no llega hasta el ático, sino que se queda en la quinta planta, una por debajo.
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    Vistas desde la azotea

    El edificio posee una grandísima azotea a la que tiene acceso directo el inquilino del ático. Sus vistas urbanas, pero sin excesivo barullo reflejan la buena ubicación de la vivienda.
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    Terraza

    Las plantas y la decoración floran dan algo de sombra en los calurosos días de verano en la meseta. El suelo de azulejos y el suficiente espacio para colocar unas sillas, son el deleita del periodo estival.
JALEOS