La historia de la moda ha ido dejando en el archivo prendas clave e icónicas, perfectas para todo tipo de estaciones, y adaptables a todos los armarios. Coco Chanel fue la encargada de democratizar y liberar el cuerpo femenino a través del Little Black Dress, una prenda que ya es historia de la moda y que se ha convertido en el mejor aliado de los armarios femeninos, una prenda cápsula, atemporal y capaz de salvar cualquiera de tus fashion drama.

Este fin de semana María Pombo (28 años) ha confiado en el LBD para una ocasión muy especial, como es la despedida de soltera de su hermana Marta. La influencer madrileña no ha dudado en enfundarse en un espectacular vestido mini negro, con una falda con vuelo y un tejido en relieve de lo más favorecedor en la parte superior, compuesto por un escote estructurado en tipo corsé.

Y es que, el vestido que ha lucido la insider patria es perfecto para las noches de fiesta de esta nueva temporada, donde buscamos elegancia, pero a la vez comodidad y versatilidad en los estilismos. Aún más cuando se trata de vestidos atemporales como esta opción que pueden cambiar de imaginario y estética a través de complementos como sandalias de tacón, botas, o cuñas de esparto para decir adiós a los últimos toques de calor del verano.

[María Pombo tiene el vestido 'effortless' para despedirse del verano sin perder color]

María Pombo con vestido de Charo Ruiz. Redes sociales

Esta prenda que está arrasando en Instagram pertenece a la nueva colección, y primera cápsula invernal de la firma Charo Ruiz, que se ha lanzado a la nueva temporada con las prendas que todas necesitamos en nuestros armarios este otoño, y que son un auténtico must have. Una oda a la vida que queda en Ibiza tras el efímero verano, y que apuesta por tejidos naturales, prendas con volúmenes y patrones estructurados.

La prenda se puede encontrar en la web de la firma bajo el nombre de 'vestido corto Fyssa' por un precio de 459 euros en las tallas S y M. Además su misma versión está disponible en otros colores, como el crudo y el amarillo, para las que se resisten a decir adiós al verano.