La joven diseñadora Laura Mir, nacida en el precioso municipio de Fraga, en Huesca, de tan sólo 26 años, vuelve a lanzar colección este otoño-invierno y lo hace de apostando por la máxima calidad y lujo, con su nueva colección 22-23: Luxor.

Después de haber revolucionado este pasado verano con su espectacular cápsula, llamada Happy hour, donde las prendas de corte cóctel han sido las protagonistas como vestidos, elegantes tops y faldas, con estampados vanguardistas y a la vez atemporales, además de otras prendas como corsés, pantalones y chaquetas de un estilo más transgresor.

Laura Mir se inspira para crear sus colecciones en sentimientos y vivencias. Así, sus prendas y su ADN artístico conectan de lleno con su público, y lo hace apostando por tonos y estampados en tendencia, volúmenes o cortes, siempre en sintonía con el estilo de su marca.

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Modelo con uno de los diseños de la colección 'Luxor' de Laura Mir.

Laura Mir Design diseña, patrona y confecciona cada pedido, siendo así una línea de moda cien por cien artesanal. La firma apuesta por la alta moda con un estilo clásico-renovado y toques de vanguardia. Esta nueva colección otoño-invierno "destaca por querer vestir a personas que quieran sentirse empoderadas y divertidas", como afirma la propia diseñadora a EL ESTILO de EL ESPAÑOL. Y añade, "dirigidas a todo tipo de cuerpos, para hacerles así sentirse especiales y únicas, llevando en ellas prendas hechas a mano y de edición exclusiva".

Los verdes, granates y azules son los protagonistas de esta nueva colección, además de tener una impecable línea de lo más minimalista. Destacan también otros tonos como el blanco y el negro, sin dejar de lado los colores vibrantes y divertidos como el verde pistacho, el naranja salmón, fucsia o morados.

El terciopelo es una de las prendas más elegantes de esta colección que podrá acompañarte a cualquier evento. Las blusas de cuello bobo en esta nueva colección dan un toque de fantasía y romanticismo a sus prendas.

Para concluir, destacar que Laura Mir utiliza materiales sostenibles en cada prenda, porque todas están hechas de manera consciente con un proceso local y, como ya se ha avanzado, hechas a mano.

Se trata de un trabajo artesanal en el que la producción se limita a fabricarlo talla por talla y con la posibilidad de hacerlo bajo demanda, con el fin de así poder evitar prendas acumuladas sin venta y deshechos de tejido.