Por su exquisito buen gusto para la moda y su vasto conocimiento sobre la materia, Carmen Lomana (73 años) es de las pocas mujeres en España que puede permitirse lucir un vestido con un mix de diferentes estampados y salir airosa de tan arriesgada estrategia.

Más que airosa, triunfante, pues la socialité ha vuelto a apostar -y ganar- luciendo una prenda de la que EL ESTILO de EL ESPAÑOL conoce todos los detalles. Fue el pasado miércoles, día 8 de junio, cuando Lomana asistió a los premios taurinos que entregaba el diario ABC y volvió a presumir de estilo y savoir faire.

Junto a personalidades como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (43) o el matador Morante de la Puebla (42), uno de los premiados, Carmen exhibía con un vestido de seda, de corte midi, de manga corta y con tres tipos de print diferentes. Un diseño firmado por la casa de moda italiana Saloni.

Carmen Lomana con vestido de Saloni. Gtres

Sus mangas son bicolor, con print en tonos blancos y negros. En la zona superior del pecho lleva un delicado estampado de pequeñas flores de colores que bailan entre el verde y el magenta con fondo oscuro. Y la falda, lo que más protagonismo cobra en toda la prenda, es larga casi hasta la altura de los tobillos, dejando a ojos a todos un gran espectáculo visual, pues lleva un estampado de tartán en color rosa con cuadros verdes. 

Los precios en los vestidos de Saloni varían dependiendo, como es natural, del tipo de tela, el diseño o las horas de trabajo empleadas. El más económico, según consta en su página web, cuesta unos 450 euros. El más caro, como los modelos Lucy o Tabhita Dress, pueden superar los 1.000 euros. 

Carmen Lomana el pasado miércoles con bolso Kelly de Hermès. Gtres

En sus pies, Lomana llevó unos salones destalonados de Prada. La firma dirigida por Miuccia Prada (73), en esta última temporada, se ha adentrado de lleno en la estética de tintes deportivos con un marcado carácter futurista, como demuestran los zapatos tricolor con los que Lomana ha complementado su vestido. Su precio, 790 euros.

En su mano izquierda, la célebre empresaria ha desempolvado de una de sus habitaciones -ella no tiene vestidores, sino habitaciones completas donde guardar sus preciados tesoros estilísticos- uno de sus bolsos joyas: un Kelly de Hermès. El histórico Kelly se caracteriza por ser, sencillamente, una obra de arte de la artesanía. En color fucsia, este de Carmen Lomana está hecho a mano, y para ello se emplean las técnicas clásicas que se aplicaban a las sillas de montar.

Tiene una forma inconfundible, es un trapecio, con una base rígida y con cuatro tachuelitas de metal que le permiten quedarse de pie. En la actualidad existe en ocho tamaños, lleva la cinta de cierre, el candado y la clochette -la pieza de cuero que protege la llave-, que cuelga del asa tallada con sumo mimo. 

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