El color sigue innovando y aporta nuevas propuestas divertidas, con un punto de atrevimiento. Pocas veces como ahora se ha normalizado la diversidad y la fantasía de tonos, creando nuevas gamas cromáticas y combinaciones. En este sentido, múltiples expertos capilares dictan cuáles van a ser las nuevas tendencias de color en la melena, entre ellas, destaca la apodada coloración bicolor o bitone constituida por múltiples combinaciones adaptada al gusto y preferencias del consumidor.

Esta propuesta, el bye-layage, sigue el estilo del reverse ombré. Es decir, recrea la tendencia de combinar dos tonos, pero de forma inversa a cómo lo hacíamos hasta ahora. El color de fantasía se queda en la raíz y forma un sorprendente resultado. Desde blancos a rosas, azules o verdes o lo que nos apetezca. Los medios y puntas se quedan oscuros, como indica la experta Raquel Sáiz desde el Salón Blue. Un estilo que, durante meses, ha caracterizado a la cantante Billie Eillish (19 años).

Qué técnica lo hace posible

Se trata de jugar con las dos tonalidades, sin buscar la naturalidad, pero sí cuidar la transición entre los dos tonos contrapuestos.

Para ello, se fusionan colores -a través de la técnica balayage- en algunos mechones, para dar lugar a otros tonos. Con ello, se crea un ligero degradado en picos. No obstante, Charo García, desde el salón Illitia Beauty & Science, dicta que: "Se puede utilizar la técnica de ombré para crear una sombra que constituya a una transición gradual. Con esta última opción, se utilizan tres tonos". 

Lejos de la naturalidad

En la mayoría de las ocasiones, cuando se opta por uno u otro tono, se busca romper con la naturalidad. Se crean soluciones creativas que originan un rasgo o matiz distintivo. "Un color sólido es un tono que se aplica sin apenas matices cromáticos, de modo compacto. La coloración bye-layage recrea la tendencia de combinar dos tonos como la coloración monocromía, sin reflejos y huyendo de la naturalidad. Una vuelta de tuerca para demostrar que en color aún hay mucho por decir", asegura Rafael Bueno desde su homónimo salón de peluquería. 

A la hora de elegir uno u otro tono, se tiende a simplificar, cuando se realiza el tinte desde casa. "Lograr un bye-layage puede ser sencillo, dependiendo de los tonos que queremos y del que partimos. Si no buscamos algo muy alejado cromáticamente, incluso en una sesión es posible. Si nuestra raíz es canosa, aplicar un blanco hará que el mantenimiento sea mucho más cómodo y el resultado será igual de apasionante. Si las visitas al salón no son un impedimento, podemos arriesgarnos con propuestas más originales".

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