Conocer qué tipo de piel se posee (grasa, seca o mixta) es un paso necesario y vital a la hora de recurrir a los distintos tratamientos y cuidado de la dermis. El desconocimiento puede provocar que, al seguir una rutina o aplicar un determinado cosmético, el aspecto del cutis en lugar de mejorar; empeore.  La piel grasa es uno de los tipos que más quebraderos de cabeza conlleva. ¿El motivo? El exceso de sebo y la tendencia acneicas que tiene.

¿Por qué se padece este tipo de piel?

La mala alimentación y los genes son los principales responsables de tener este tipo de piel. Gtres

El exceso de sebo en los cutis puede presentarse por una amplia variedad de factores. Aunque, destacan las causas genéticas o una alimentación inadecuada (basada en el consumo de grasas saturadas); también, influyen los estados de estrés o ansiedad, padecer obesidad… factores que desembocan en esta tipología cutánea, fácilmente reconocible por el aspecto poroso y brillante del cutis.

Y, por supuesto, los desarreglos hormonales. Por este motivo, este tipo de piel la suelen padecer, en su mayoría, adolescentes o jóvenes menores de treinta años pues en este intervalo de tiempo es cuando el cuerpo humano experimenta bastantes cambios a nivel hormonal. Esta evolución se traduce y se manifiesta con alteraciones cutáneas.

En todo caso, si no se cuida correctamente el cutis durante este período, es muy probable que el exceso de grasa permanezca durante mucho más tiempo. Si bien es cierto que, con los años, el cúmulo de sebo se va normalizando y finalmente se concentra en la zona T del rostro –frente, nariz y barbilla–; salvo para el sexo masculino que el problema puede tener una duración más prolongaba por la testosterona -responsable de la hipersecreción sebácea-, es más fácil controlar este tipo de piel. 

¿Cómo controlar el exceso de sebo?

La hidratación y la limpieza cutánea son claves para controlar el exceso de sebo. Park Street Unsplash

Además de la tradicional limpieza diaria, la piel grasa necesita hidratación. Es fundamental el uso de cremas que ayuden a controlar los brillos, disminuir el aspecto de los poros y, por supuesto, evitar la aparición de granos o espinillas. "No hay que confundir el sebo o la grasa con la hidratación de la piel", recalca Natalia Olmo, que además de experta en cosmética natural, es fundadora de la firma Maminat "Las pieles grasas deben hidratarse con productos específicos para este tipo de dermis".

Cuando no se hidrata adecuadamente la dermis, la piel produce más grasa para compensar la falta hídrica y así crear una barrera de protección con el sebo. Sin embargo, cuando el cutis se encuentra perfectamente hidratado constituye una capa protectora contras las agresiones solares, el frío, el viento, la contaminación… la piel reduce la producción de grasa cutánea.

Rutina y cuidado de la piel grasa

Hay que seguir una rutina y cuidado adecuado para la piel grasa. Alem Comunicacion

En palabras de Olmo, la rutina ideal del cuidado de la piel, tanto si es grasa como si no, es la siguiente: "Dormir bien, eliminar el estrés, beber agua abundante y, cuando todo eso lo hemos cumplido, usar una buena hidratación por la mañana, nutrición por la noche y limpiarnos el rostro diariamente para evitar impurezas, suciedad que se acumula por la polución y retirar el maquillaje en caso de que lo hayamos utilizado”.

Natalia recomienda el uso de hidratantes con aceites vegetales. Si un producto está compuesto por aceites, en el imaginario colectivo, inmediatamente aparece la idea de textura grasienta o de cara brillante, sin embargo existen aceites vegetales no comedogénicos -que no obstruya los poros de la piel- ni oclusivos que son perfectos para mantener el equilibrio hidrolipídico del cutis. "Los aceites vegetales naturales, los que se utilizan en la cosmética ecológica, son extraídos sin alterar la composición natural del fruto ni sus propiedades", explica Natalia. "Aunque estemos hablando de aceites, su textura no deja una piel untuosa u oleosa, sino todo lo contrario regulan la producción de sebo”. Su propia marca de cosméticos utiliza numerosas vitaminas (A, D, E, F, K) y ácidos grasos que penetran muy bien en la dermis, nutriéndola y protegiéndola.

La crema facial para el cuidado de la piel grasa debe tener vitaminas y ácidos para favorecer su hidratación. Mamimat

Por tanto, a la hora de escoger una crema para hidratar el cutis graso, conviene optar por una crema no comedogénica y que incluya aceites vegetales. Como, por ejemplo, la crema facial hidratante para pieles grasas de Maminat (16, 95 euros) que hidrata, calma y ayuda a controlar el exceso de sebo. Asimismo, contiene aloe vera que reduce la inflamación, las cicatrices y los signos del acné.

[Más información: Cómo saber que tipo de piel tengo: piel seca, grasa o mixta]

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