Que levante la mano quien no haya visto a un padre enchufar a su hijo al iPad para que esté tranquilo. O al que le deja el móvil para que vea La patrulla canina o Peppa Pig y deje de llorar.

Esas son las rutinas cotidianas de cualquier familia que vemos en nuestro día a día y por las que una fotógrafa neozelandesa ha creado una maravillosa serie de fotografías a modo de reivindicación.

Niki Boon cuenta, tanto en su página de Facebook como en su cuenta de Instagram, que "viven una vida simple en una zona rural de Nueva Zelanda en un terreno rodeado de ríos, colinas y arbustos".

Boon asegura en su página web que sus hijos no están escolarizados y viven sin televisión o aparatos electrónicos. "Estoy aquí para celebrar el mágico lugar que he elegido para vivir con mi familia".

Esta fotógrafa documenta sus vidas en la naturaleza tal y como es, sin artificios electrónicos. Quiere hacer ver que estas fotografías "son un reflejo de una infancia muy arraigada en mi propio pasado. Una infancia que ahora transmito a mis propios hijos".

"Creo que mis hijos están justo donde pertenecen: cubiertos de barro, corriendo y viviendo con la naturaleza. Pertenecen aquí, salvajes y libres, conectados con la tierra en una forma donde el paisaje comienza y termina sus pequeñas almas".

Si queréis ver más imágenes de esta serie de fotografías podéis hacerlo aquí y aquí.

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