La reaparición del duque de Sussex en su país natal es inminente. Ha de personarse en el juicio sobre las escuchas telefónicas ilegales de Mirror Group Newspapers para prestar nuevamente su testimonio. Ya estuvo en Londres a finales de marzo por el mismo motivo. La expectación sobre el que muchos medios británicos califican como el juicio del siglo está centrada en el interrogatorio al que tendrá que someterse el príncipe Harry (38 años), que este domingo 4 de junio celebra el segundo cumpleaños de su hija pequeña, Lilibet Diana.

Pronto tendrá que hacer las maletas para coger un avión rumbo a la capital británica y cumplir lo que parece ser su mayor cometido: cambiar el modus operandi de los medios de comunicación y lograr una mayor protección a su privacidad. No le preocupan los costes económicos que pueda tener, ni siquiera en el hipotético caso de que pierda.

Sin embargo, esta nueva audiencia del juicio hace que quede expuesto a grandes riesgos. Así lo considera Tim Maltin, socio gerente de Maltin PR, una empresa de relaciones públicas especializada en litigios. En declaraciones a la BBC ha explicado que Harry se enfrentará a un interrogatorio abierto, público y duro que nada tiene que ver con las entrevistas televisivas en las que ha participado. 

[Victoria para el príncipe Harry: el 'Daily Mirror' se disculpa por obtener información ilegal sobre él]

El duque de Sussex, en marzo en Londres para otra vista del juicio. Gtres.

"Esto no es como responder preguntas de Oprah Winfrey en una entrevista. Se trata de un encuentro hostil con un interrogador altamente cualificado, armado con una batería de técnicas para socavar su credibilidad. Dar evidencia es desalentador... y el contrainterrogatorio es mucho más traumático", asegura. Se refiere en concreto a que el hijo de Carlos III (74) tendrá que enfrentarse a muchas preguntas de tipo personal, muy privadas, para demostrar sus acusaciones sobre las escuchas privadas ilegales que sufrió por parte del grupo editor de periódicos como el Daily Mirror. Entre los temas que pueden ponerse sobre la mesa en la audiencia del Tribunal Superior de Londres podrían estar antiguas relaciones sentimentales, hechos sobre su madre Diana de Gales, el trato a su mujer por parte de la Familia Real, sus coqueteos con las drogas, etc.

Es por eso que muchos expertos reales consideran arriesgado este juicio. El historiador Anthony Seldon así lo ha confirmado en la BBC: "Harry nunca debería estar allí. Su posición y trayectoria sólo se verán perjudicadas, sea cual sea el resultado. El público está perdiendo simpatía por él y sus constantes protestas de victimismo. Las continuas historias de mala suerte de Harry y Meghan solo hacen que William y Kate se vean mucho mejor en todos los sentidos".

Mientras tanto, la Casa Real británica se convierte en espectadora incómoda de este juicio. No sólo por el hecho poco habitual de ver a uno de sus miembros en los tribunales, también porque se hablará largo y tendido sobre el trato de la monarquía y la prensa. El historiador real Ed Owens cree que el público quedará fascinado con esta combinación de "drama judicial y telenovela real" y también con la perspectiva de que la realeza "corra el telón" sobre la relación entre los medios sensacionalistas y la institución. En realidad, les afecta a todos.

La intimidad de los duques de Sussex podría quedar expuesta en el juicio. Gtres

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