Juan Carlos I (85 años) ha terminado su primera jornada de entrenamiento de regatas en Sanxenxo de muy buen humor y con pandereta en mano. Hasta ahora, se trata de la imagen más curiosa desde que regresó a nuestro país, teniendo en cuenta el perfil bajo que ha mantenido en este viaje, a diferencia de 2022. 

Según testigos presenciales, Juan Carlos ha recibido la pandereta en el último tramo del entrenamiento. El Rey emérito la ha enseñado públicamente después de que un periodista, desde lejos, se lo pidiera. 

El padre de Felipe VI (55), con buen semblante y una actitud positiva, se ha mostrado después del entrenamiento con un estilismo deportivo en tonos oscuros, que ha completado con una chaqueta gris una gorra a tono. También ha lucido unas gafas de sol y se ha apoyado en su bastón para desplazarse con mayor comodidad, debido a sus problemas de rodilla. En todo momento, ha estado sonriente y, cuando ha tenido ocasión, ha saludado a quienes le esperaban. 

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Según testigos, Juan Carlo I ha recibido la pandereta en el último tramo del entrenamiento. Gtres

En la mañana de este jueves, el rey Juan Carlos tuvo dos horas y media de exitoso entrenamiento a bordo del Bribón. A las 11:30 el Emérito llegaba al Real Club Náutico para embarcar y entrenar junto a su equipo de cara a las regastas que se celebrarán el fin de semana.

Juan Carlos I aterrizó en Galicia este pasado miércoles 19 de abril procedente de Londres. El monarca llegó al aeropuerto de Vigo en un avión privado, con capacidad para 20 personas y valorado en 50 millones de euros. Ya en suelo español, el Emérito se trasladó en coche a Sanxenxo, donde prevé estar hasta el próximo domingo 23 abril para participar con la tripulación del Bribón en la regata de la Copa de España, que organiza el Real Club Náutico de Sanxenxo.

En el aeropuerto lo esperaba una gran comitiva, compuesta por alrededor de 10 coches, entre los que se encontraba miembros de seguridad y de Casa Real, que se acercaron al avión, una vez en tierra, para ofrecerle protección.

Juan Carlos I, sonriente, ha saludado a los presentes. Gtres

En cambio, no había nadie de su familia. A diferencia del año pasado, que fue recibido por su hija Elena (59) a pie de pista, esta vez nadie le daba la bienvenida. Al bajar del avión, Juan Carlos saludaba a los miembros del aeropuerto allí presentes, junto a los que se encontraba Pedro Campos (73), quien fue el encargado de recogerlo en su vehículo particular.

El Emérito llegó a España tras una breve parada en la capital británica, donde disfrutó de una velada con amigos en el club privado más exclusivo de Londres, Oswald's, y del partido del Real Madrid contra el Chelsea. 

Se trata de su segunda visita a España desde que se marchó a vivir a Abu Dabi en agosto de 2020. El primer viaje tuvo lugar en mayo de 2022, también con motivo de las regatas, y antes de marcharse del país mantuvo un encuentro con su hijo en el palacio de La Zarzuela. 

La noticia de su reciente regreso llegaba hace apenas unos días. Juan Carlos I pensaba volver a Sanxenxo en el mes de junio, después de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Sin embargo, sin notificar a la Familia Real, decidió adelantar el viaje. Hasta ahora, la Casa del Rey no ha querido pronunciarse sobre la idoneidad o no de la visita del Emérito, aumentando así las dudas sobre los planes que podría llevar a cabo en el territorio nacional, más allá de su participación en las regatas.