A mediados del pasado mes de febrero, una nueva polémica puso al príncipe Guillermo (40 años) en el foco mediático. Cuando parecía calmarse el revuelo provocado por las memorias de Harry (38), varios medios británicos publicaron -y después eliminaron- que el futuro Rey habría pasado el Día de San Valentín con su supuesta amante, Rose Hanbury (38). Ahora, seis semanas después de aquella controversia, el nombre de ella vuelve a saltar en la prensa local, pero no precisamente por su affaire con el hijo de Carlos III (74).

Rose Hanbury está de actualidad por el nuevo rol de su marido dentro de la Casa Real, una cuestión que la acerca cada vez más a la primera línea de la Corona que en un futuro heredarán el príncipe Guillermo y Kate Middleton (42). 

Según el Daily Mail, David Cholmondeley (62), el esposo de Rose Hanbury, acaba de ser ascendido a Lord-in-Waiting, cargo similar al de una dama de compañía. Conlleva varias funciones que lo ponen en la primera línea de la monarquía británica y, automáticamente, acercan a Rose Hanbury a la Corona. 

[Así es David Cholmondeley, el marido de la amante de Guillermo que sostuvo 30 años la Corona británica]

David Cholmondeley, en una imagen de archivo. Gtres

A partir de ahora, David Cholmondeley estará invitado a importantes eventos, además de representar al soberano en actos reales. En su caso, es un Lord-in-Waiting permanente, que lo posiciona como un alto funcionario retirado de la Casa Real. 

Anteriormente, el marqués de Cholmondeley había ejercido de Lord Gran Chambelán, cargo que supone guiar al monarca en momentos clave de su reinado y portar la Corona sobre un cojín en sus manos. En este puesto se desempeñó desde 1990 hasta septiembre de 2022, cuando falleció la reina Isabel II. El trabajo le fue arrebatado después de que muriera la monarca y Carlos III ascendiera al trono. 

Entonces, el séptimo marqués perdió su trabajo como Lord Gran Chambelán tras el deceso de la jefa del Estado por reajustes en la plantilla del flamante Carlos III, que planteó 100 despidos, incluido el del marqués. 

Los marqueses de Cholmondeley junto a los otrora duques de Cambridge. Gtres

Al margen de su implicación con la Corona, el nuevo Lord-in-Waiting es conocido por su amistad con los príncipes de Gales. Hasta hace cuatro años los marqueses de Cholmondeley eran amigos y vecinos, cuando Kate Middleton y el príncipe Guillermo residían en el condado de Norfolk. La amistad terminó en 2019 cuando se dio a conocer el supuesto affaire entre Rose Hanbury y el futuro de Rey de Inglaterra. 

Y es que la supuesta relación sentimental entre el príncipe Guillermo y la modelo no es una historia reciente. El presunto romance entre ambos salió a la luz por primera vez en abril de 2019, cuando varios medios locales publicaron que el heredero mantuvo encuentros furtivos con Rose Hanbury mientras Kate Middleton estaba embarazada de su hijo menor, Louis Arthur Charles. 

Desde entonces, la modelo se ha mantenido en un segundo plano, sin asistir a los actos benéficos organizados por los príncipes de Gales o a grandes celebraciones en el Palacio de Buckingham. Pero ahora, con el nuevo cargo que ocupa su marido, se vuelve a generar el debate sobre su posible asistencia a ciertos eventos. 

David Cholmondeley junto a Kate Middleton y el príncipe Guillermo. Gtres

No obstante, en los últimos cuatro años Rose Hanbury se ha mantenido al margen del trabajo de su marido, llevando una vida muy discreta y centrada en la labor de sus redes sociales. La supuesta amante del príncipe Guillermo maneja su propia cuenta, donde muestra las fotos de los impresionantes jardines de su casa y alguna instantánea al lado de su marido y sus hijos. También recurrió a su perfil cuando murió la reina Isabel II y antes, tras el fallecimiento del duque de Edimburgo.

Sobre el posible romance entre Rose y Guillermo reina el más absoluto silencio. Hasta ahora, la Casa Real no se ha pronunciado al respecto y ha seguido su curso habitual en lo que a compromisos institucionales se refiere. Ahora, el nuevo nombramiento de David Cholmondeley confirma que la Corona no le da mayor importancia al tema y continúa con su agenda.