El príncipe Harry de Inglaterra (38 años), hijo menor del rey Carlos III (74) del Reino Unido, ha acudido este lunes, 27 de marzo, al Tribunal Superior de Londres para una vista sobre su demanda contra la firma editora del tabloide Daily Mail, Associated Newspapers (ANL), por supuesta recopilación ilegal de información privada.

La presencia del duque de Sussex en Londres -que ha sido por sorpresa, ya que vive en Los Ángeles (EE.UU.) tras abandonar la Casa Real británica en 2020-, está relacionada con la demandas que él y otras celebridades han interpuesto contra la editora.

Entre los famosos también figuran el músico Elton John (76) y las actrices Liz Hurley (57) y Sadie Frost (57). Sus abogados argumentaron en ese momento que el grupo "se ha dado cuenta de pruebas convincentes y muy preocupantes de que han sido víctimas de horribles actividades delictivas y violaciones graves de la privacidad" por parte de ANL, también editora del dominical The Mail On Sunday.

[Harry y Meghan nunca pagaron el alquiler de Frogmore Cottage: las cifras que indignan a Reino Unido]

El marido de Meghan Markle, de traje, minutos antes de prestar declaración. Gtres

El grupo ha considerado que los actos ilegales incluyeron la contratación de investigadores privados para colocar en secreto dispositivos de escucha dentro de automóviles y casas y la grabación de conversaciones telefónicas privadas.

El editor respondió a las acusaciones describiéndolas en su día como "difamaciones absurdas". La vista de este lunes 27 de marzo es preliminar, ya que está previsto que el proceso judicial dure varios días.

El príncipe Harry ha depositado su confianza en el bufete de abogados Hamlins. Desde este despacho se sostiene que es una "actividad delictiva abominable" la que ha emprendido el citado medio británico. Este bufete, además, apunta a "la contratación de investigadores privados para colocar en secreto dispositivos de escucha dentro de los automóviles y hogares de las personas". 

No sólo esto, también se señala el "encargo de personas para que escuchen y graben las llamadas telefónicas privadas y en vivo de las personas mientras se llevan a cabo". Tras apartarse de la Casa Real, el príncipe Harry criticó a su familia y el supuesto mal trato que recibió su esposa, Meghan Markle (41), a través de entrevistas concedidas a varios medios para divulgar su libro de memorias En la sombra, que salió a la venta el pasado enero. 

Guerra contra los medios

La guerra de Harry y Meghan contra los medios británicos viene de lejos. En diciembre de 2021, se daba a conocer que Markle había ganado la batalla judicial a varios periódicos británicos por publicar una carta personal que escribió a su padre en 2018.

"Esto es una victoria no sólo para mí, sino para cualquiera que haya sentido miedo de defender lo correcto", aseguró entonces la duquesa de Sussex, que celebró su victoria contra la prensa sensacionalista, "cruel" y "mentirosa", según ella misma detalló. Tiempo después, el príncipe Harry fue quien demandó al mismo grupo de medios a los que ya venció la antigua actriz.

Los duques en un acto público en Londres, en marzo de 2020. Gtres

"Puedo confirmar que el duque ha presentado una denuncia contra Associated Newspapers Limited (ANL)", manifestó el portavoz de la pareja en febrero de 2022. Es uno de los mayores grupos de la prensa británica, y concretamente Harry acusaba al periódico Mail on Sunday -la edición dominical del Daily Mail- de haberlo difamado en un artículo que afirmó que intentó mantener en secreto su petición de obtener protección policial cuando se encuentra en Reino Unido. 

Esta lucha de Harry arrancó el 16 de enero de 2022, cuando se conoció que el príncipe había tomado acciones legales contra la decisión del Gobierno británico de retirarle el equipo de seguridad policial cuando está en el Reino Unido, y de no permitirle pagar personalmente por ella.

Según el representante legal de Harry, citado por el diario Daily Telegraph, el duque de Sussex no se sentía seguro en su país natal y, por tanto, "no puede volver a su hogar" junto a su mujer y sus hijos, Archie y Lilibet.

A los duques de Sussex se les retiró la escolta policial de la que gozaban en el país durante las 24 horas del día hace dos años, cuando renunciaron a sus obligaciones reales y a la financiación pública.