La visita de Estado de los reyes holandeses a Grecia ha resultado muy intensa en cuanto a agenda y deslumbrante en lo que a estilismos de la Reina se refiere. Sin embargo, ha habido un tema que no han podido obviar: la difícil situación que atraviesa la princesa Amalia (18 años) tras recibir amenazas de un grupo mafioso en su país natal. Esto la ha obligado a abandonar el piso que había empezado a ocupar en Ámsterdam y volver a palacio. 

Máxima (51) tomó la palabra durante un encuentro con la prensa que ponía el punto final al viaje y contestó con naturalidad a las preguntas de los medios sobre su primogénita. "Amalia va bien, pero por supuesto es muy frustrante y no es fácil", dijo con gesto serio y preocupado. El rey Guillermo (55) tomó parte en la conversación para restarle algo de importancia al tema dando una magnífica noticia. "Ha tenido su primera ronda de exámenes y ha salido muy bien de ellos", dijo visiblemente orgulloso.

El hecho de que no haya podido estrenar vida independiente en la capital del país como era su intención en un principio y que tenga que viajar cerca de 40 kilómetros desde La Haya cada día para poder ir a la Universidad no han hecho mella en sus resultados académicos. Tampoco estar encerrada en palacio con sus movimientos bastante limitado.

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Hace unas semanas que los Reyes hacían públicas en Suecia las serias amenazas que estaba recibiendo la heredera por parte de la llamada Mocro Maffia y que pusieron en alerta a los servicios de seguridad del país, que no dudaron en comunicar que ya se estaban tomando medidas.

Aún así, la princesa no puede compartir vida universitaria con sus amigos por el momento y se pasa la mayor parte del tiempo en el palacio Huis ten Bosch. Amalia estudia Política, Psicología, Derecho y Económicas en la Universidad de Ámsterdam y como ha expresado su madre era importante que hicieran público lo que estaba pasando. "Amalia quería que la gente supiera cuál era su situación, por qué no podía ir al pub. Se siente comprendida", confiesa Máxima.

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Por suerte para la familia, las otras dos hijas de los Reyes no tienen problemas de este tipo. "Alexia y Ariana pueden ir silbando por la vida, tanto en Gales como en La Haya", ha dicho Guillermo de Holanda en tono de broma. Con estas sinceras declaraciones sobre la complicada etapa que están viviendo daban por terminada su visita a Grecia, donde Máxima ha enamorado con algunos de sus mejore estilismos del año.