Letizia (50 años) y Felipe VI (54) han puesto fin a su viaje de Estado a Alemania. Este miércoles 19 de octubre, los Reyes regresaron a España tras cuatro días intensos entre Berlín y Frankfurt, donde llevaron a cabo una serie de actividades que dejan para el recuerdo varias anécdotas. 

Los Reyes aterrizaron en la capital alemana el pasado domingo 16 de octubre a última hora de la tarde. Esa misma noche, a las 20:00, asistieron a su primer acto, celebrado en la embajada española. Tras saludar a los allí presentes, Felipe VI tomó la palabra. 

"Vivís en un lugar con el que España tiene y siempre ha tenido muy buena sintonía. Nuestra relación, caracterizada por la amistad y el esfuerzo conjunto, se encuentra en un gran momento", dijo el Rey ante la mirada de admiración de Letizia, quien vestía un outfit fucsia de Hugo Boss y zapatos kitten heels negros. "Es una alegría para la Reina y para mí compartir con todos vosotros este momento", añadió el monarca. 

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Letizia, orgullosa de Felipe VI, tras su discurso en la embajada española de Berlín. Gtres

El lunes comenzó con una recepción de honor en el Palacio de Bellevue, ofrecida por el presidente germano, Frank-Walter Steinmeier (66), y su mujer, Elke Büdenbender (60). Los Reyes asistieron a la interpretación de los Himnos Nacionales alemán y español, Felipe, en compañía del mandatario alemán, pasó revista a las tropas y ya junto a Letizia y la primera dama se acercaron hasta un grupo de escolares que asistieron a la ceremonia. 

Fue en ese momento, previo a su entrada al palacio, cuando los Reyes protagonizaron una de las anécdotas más curiosas del viaje. Muy sonrientes, Felipe y Letizia firmaron autógrafos a quienes se acercaron a las inmediaciones de la residencia presidencial. Entonces, la Reina se decantó por un espectacular vestido azul de Carolina Herrera y complementos a tono. 

Una vez dentro del palacio, los Reyes firmaron el libro de honor y, posteriormente, mantuvieron encuentros por separado. El Rey con el presidente y la Reina con la primera dama. No faltaron las conversaciones, sonrisas y buena sintonía en cada acto. 

Los Reyes firmaron autógrafos a quienes se acercaron a la residencia presidencial de Alemania. Casa Real

La agenda de los Reyes continuó, pero sin la compañía del mandatario y su mujer. Felipe VI y Letizia se trasladaron al edificio Neue Wache (Nueva Guardia), antiguamente un monumento a las víctimas del fascismo durante la existencia de la Alemania Oriental y actualmente, un monumento en memoria de las 'víctimas de la guerra y la tiranía'. 

Para Felipe VI, el lunes fue una jornada muy intensa. Ese mismo día visitó el Instituto Fritz Haber de la Sociedad Max Planck, centrado en la investigación básica en ciencias de la vida, ciencias naturales y en ciencias humanas y sociales, y después mantuvo un encuentro con el canciller federal alemán, Olaf Scholz. 

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Por la noche, el Rey volvió a encontrarse con Letizia para asistir a una cena de Estado, ofrecida en el palacio Bellevue por el presidente y la primera dama. Aquella velada la buena sintonía en los monarcas y el Gobierno alemán, así como la complicidad entre los propios Felipe VI y Letizia, volvió a hacerse evidente. No faltaron las miradas cómplices mientras posaban para las fotógrafos y saludaban a las autoridades invitadas. 

La gran protagonista de la noche fue la reina Letizia, quien acaparó todas las miradas por su estilismo: el espectacular vestido rojo con capa, firmado por Stella McCartney, joyas de rubíes y diamantes y unos altísimos tacones de Jimmy Choo.

Los Reyes junto al presidente de Alemania y la primera dama en la cena de gala del 17 de octubre. Gtres

La jornada del martes 18 de octubre fue intensa para ambos. A primera hora, el monarca tuvo un desayuno de trabajo con una representación de empresarios alemanes y españoles. Después se trasladó a la Fundación Bertelsmann junto al presidente alemán para presidir un encuentro empresarial hispano-alemán y, posteriormente, visitó el parlamento alemán donde firmó el libro de honor. En paralelo, Letizia visitó la exposición temporal de la Colección del Museo Helga de Alvea en el Palais Populaire. 

Tras sus compromisos por separado, los Reyes se encontraron para visitar el Ayuntamiento de la Ciudad-Estado de Berlín y la puerta de Brandenburg. Protegidos por paraguas por la lluvia que caía en la capital, Sus Majestades hicieron el recorrido. Letizia volvió a decantarse por el fucsia, con un vestido de Moisés Nieto que combinó con salones nude y bolso de estreno firmado por Furla. 

Aquella visita puso fin a su estancia en Berlín. Al mediodía, Letizia y Felipe viajaron a Frankfurt para inaugurar la Feria del Libro en la que España es país invitado. Lo hicieron junto al presidente y la primera dama. Aunque el Rey pronunció unas palabras, el protagonismo lo tuvo la Reina, quien cambiaba su atuendo por una falda lápiz, blusa blanca y pendientes de zafiro de la reina Sofía (83). 

Letizia se mostró muy interesa por las herramientas expuestas en la Feria del Libro de Frankfurt. Casa Real

Durante un recorrido posterior al discurso de Felipe, Letizia, una gran apasionada por la cultura se mostró interesada con la decoración del recinto y con las herramientas innovadoras presentes en la exposición. 

Por la noche, los Reyes asistieron a una recepción en la que el Rey agradeció a los anfitriones por tratarse de un viaje "verdaderamente enriquecedor y gratificante". Demostrando su buena sintonía, brindaron con el presidente y la primera dama. Entre los Reyes también hubo choque de copas y una mirada fija y cómplice antes de beber. 

Este miércoles, en su última jornada, los Reyes volvieron a trasladarse a la Feria del Libro. Tras un largo recorrido se separaron y, mientras Felipe visitó el Banco Central Europeo, Letizia, vestida con un look de cuero en color rojo, acudió a la sede del Instituto Cervantes en Frankfort. Ambos compromisos pusieron fin a su viaje de Estado a Alemania.