El príncipe Harry (38 años) ha reaparecido tras reformar su agenda después de la inesperada muerte de su abuela, la reina Isabel II. Los duques de Sussex debían acudir a la ceremonia de entrega de premios de WellChild, asociación de niños enfermos que apadrinan. Debido al fallecimiento de la soberana británica, no pudieron asistir en persona por lo que ahora han realizado un encuentro online con los niños premiados.

Muy natural, Harry ha estado charlando con ellos y con sus padres revelando algunos datos sobre su familia que se desconocían hasta el momento. Una de las curiosidades más reveladoras que ha reconocido durante la charla, es que Harry no es su verdadero nombre: "Mi nombre es Henry. Todos me llaman Harry. No tengo ni idea de por qué". Aunque pueda parecer que es parte de su nombre completo, la verdad es que realmente fue bautizado como Henry Charles Albert David, por lo que Harry no aparece por ningún lado en su largo listado de nombres.

Sin embargo, según los archivos de noticias, el origen de este apodo reside en la decisión que sus padres tomaron cuando él nació. Tal y como se redactó entonces en los tabloides británicos, Lady Di y el actual rey Carlos III (71) bautizaron coloquialmente así a su hijo pequeño, pero esperaban que solamente lo llamaran así su familia y su círculo de amistades más íntimo. Pero el nombre fue captado rápidamente por la prensa y enseguida copó los titulares de todo el mundo hasta el punto de que hoy no se le conoce con otro nombre. 

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Diana y Carlos quisieron referirse a él como Harry porque tiene un origen alemán, ya que la Familia Real británica tiene ascendencia alemana y en la lengua germánica significa "Soberano de Estado".

Volviendo a la actualidad. En la misma charla con los niños, el marido de Meghan Markle (41) ha confesado, mientras hablaba con una niña de 13 años, que él también ama a los animales. Es por ello por lo que tienen tres perros que forman parte de la familia: "Básicamente es como si tuviéramos cinco hijos. Tengo un labrador negro que se llama Pula y dos beagles adoptados: Guy y Mia. Los tres corren de un lado para otro persiguiendo ardillas y la están liando todo el día, aunque también nos dan un enorme apoyo emocional".

Con todas estas anécdotas ha regresado Harry al trabajo, donde ha dejado ver su faceta más personal, y pronto se le podrá conocer aún más gracias a la obra literaria autobiográfica que está redactando. Tras el fallecimiento de Isabel II, el duque de Sussex pidió modificar algunas de las partes del libro que iba a lanzar este otoño, y es que habría decidido incluir algún capítulo sobre el funeral de su abuela. Además, tanto él como Meghan están pendientes de estrenar una docuserie para Netflix, que se espera para el próximo mes de diciembre.