Han tenido que pasar 12 años para que Letizia (49 años), que entonces era princesa de Asturias y ahora, ya, reina de España, pisara otra vez el recinto de IFEMA donde se está celebrando la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Lo hace con motivo de la 75.ª edición de la semana de la moda patria y lo hace en modo trabajo.
Nada de ver tendencias, propuestas o hacer alguna compra en los stands de EGO, donde los jóvenes diseñadores muestran sus colecciones e incluso las ponen a la venta. Ella no va a eso, se ha centrado en conocer cómo va el sector de la moda, sus preocupaciones y problemas en este momento tan convulso que vive la sociedad.
Eso significa que, de sentarse en el front row de un diseñador como han hecho otras reinas, como la mismísima Isabel II (95), nada de nada.
La reina Letizia se ha fotografiado con los diseñadores que desfilan esta edición.
Para ser una visita de trabajo, la Reina ha buscado por su armario para lucir muchas tendencias de la próxima temporada en un solo look. Vestida de blanco, como si fuera una novia de camino al altar, Letizia ha elegido para que se la viera bien, a pesar de no sentarse en la primera fila de ningún pase.
La apuesta de nuestra Reina para este viernes por la mañana en la que se ha rodeado de las personas que más saben de moda de España ha sido una combinación blanca y roja, que desde luego, no va a dejar a nadie indiferente. ¿Acertada? No tenemos respuesta a esta pregunta porque ya nos hemos acostumbrado a que nos deje sin palabras.
La Reina ha seleccionado una falda blanca plisada con gran abertura.
Letizia se ha vestido de novia moderna, en plan Carrie Bradshaw en el día de su famosa boda en el Ayuntamiento de Nueva York con Mr. Big, con un conjunto satinado de dos piezas. La blusa es del patrón que parece que más le gusta últimamente, hombres destacadas y manga ligeramente abullonada.
La falda, de corte midi, en estilo evasé, se ajusta a su cintura. Puede que sea un mensaje en modo de paz, ya que el blanco también es el tono de esta causa. Pero novia o paloma, el caso es que el outfit tenía su punto sexy, ya que la falda llevaba dos buenas aberturas en forma de raja.
La Reina ha recorrido el llamado Cibelespacio y también el backstage, donde las modelos se peinan y se maquillan. También el kissing room, el lugar donde los diseñadores reúnen a sus fieles tras cada desfile y la zona destinada a los talentos noveles, Allianz EGO, donde se ha interesado por las creaciones de 15 diseñadores emergentes.
Detalle de los salones de piel de Magrit.
Sin duda, lo mejor del look son los salones. Realizados en piel marrón chocolate imitando la serpiente y con la cartera a juego, están firmados por Magrit y llevan varias temporadas en su armario. Son elegantes y sofisticados y una es una pasada cómo Letizia aguanta subida en esos tacones jornada tras jornada.
La esposa de Felipe VI (54) ha vuelto a lucir la melena suela, con el mismo rizo de este pasado jueves por la noche en el Concierto In Memoriam a las Víctimas del Terrorismo, y ha lucido unos pendientes de aro XXL en oro amarillo y el anillo de Karem Hallam que no se quita. El próximo sábado, 12 de marzo, romperemos el descanso obligado del fin de semana por una buena causa, la visita de los Reyes a los afectados por el volcán de la Palma.
La reina Letizia, radiante y de blanco impoluto regresa a la pasarela Cibeles
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