Los duques de Sussex, Harry de Inglaterra (35 años) y Meghan Markle (39), están de enhorabuena. El matrimonio, que abandonó la primera línea de la Familia Real británica hace casi un año, está esperando su segundo hijo en común.

El bebé, del que aún se desconoce el sexo, y por supuesto también el nombre, llegará a la vida de los royals en los próximos meses y se llevará algo más de un año con su hermano mayor, Archie Harrison Mountbatten-Windsor (1), el primogénito.

La fecha para anunciar este segundo embarazo de Meghan Markle ha sido elegida de manera minuciosa. Fue este domingo cuando los duques de Sussex confirmaban la buena nueva a través de su portavoz oficial. 

"Podemos confirmar que Archie va a ser hermano mayor. El duque y la duquesa de Sussex están emocionados de estar esperando a su segundo hijo", se anunciaba. Pero no era este un domingo cualquiera. Se trataba del día 14 de febrero, San Valentín, el día de los enamorados.

El príncipe Harry y Meghan Markle en Londres.

Es una de las pocas fechas en las que el planeta Tierra al completo se pone de acuerdo para celebrar algo, más allá del país o la cultura. La celebración del amor de Meghan y Harry viene de la manera más pura, con la llegada de un bebé. Pero los Sussex lo tienen todo milimétricamente planeado y el día 14 de febrero es especial para ellos por otro motivo.

Un motivo que los une aún más a la princesa Diana de Gales, a la que siempre tienen presente y a la que han comparado a Meghan Markle en infinidad de ocasiones y por diversas circunstancias. El 14 de febrero de 1984, hace exactamente 37 años, Lady Di anunciaba al mundo su segundo embarazo. Su segundogénito llegaría en septiembre de aquel mismo año y nacería bajo el nombre de Henry Charles Albert David. A efectos prácticos, el príncipe Harry de Inglaterra

Diana de Gales y el príncipe Harry, en una imagen captada en la década de los 90. Gtres

Un nuevo homenaje del matrimonio a la malograda princesa de Gales, a la que la pareja recurre y menciona en público muy a menudo, especialmente desde que se desvinculasen del núcleo duro de la Familia Real. La noticia de su marcha del Reino Unido despertó un espectacular revuelo mediático y Harry confesó que quería proteger a su esposa para que no "terminase" de la misma manera que su madre. 

A principios de este año, Meghan y Harry, para iniciar su nuevo proyecto, Archwell, escribían una carta con otro guiño a la princesa Diana. "Soy el hijo de mi madre. Y yo soy la madre de nuestro hijo. Juntos te traemos Archewell. Creemos en lo mejor de la humanidad. Porque hemos visto lo mejor de la humanidad. Hemos experimentado compasión y bondad, de nuestras madres y extraños por igual. Frente al miedo, la lucha y el dolor, puede ser fácil perder esto de vista. Juntos podemos elegir coraje, sanación y conexión. Juntos podemos optar por poner la compasión en acción. Te invitamos a que te unas a nosotros. Mientras trabajamos para construir un mundo mejor, un acto de compasión a la vez", publicaban los duques de Sussex. 

El fotógrafo y amigo de la pareja Misan Harriman (55) anunció el embarazo de la duquesa de Sussex con una imagen del matrimonio en blanco y negro en la que aparece Meghan tumbada en el césped junto a Harry, que le sostiene la cabeza. "Meg, estuve en tu boda para presenciar el comienzo de esta historia de amor y, mi amiga, es un honor capturarla en los momentos de estas felices noticias", escribió Harriman.

Según ha adelantado la revista People, en ese retrato, la duquesa lleva un vestido del diseñador Wes Gordon para Carolina Herrera. Una pieza que lleva, al menos, dos años en su vestidor, teniendo en cuenta que fue diseñada para su primer embarazo. Aunque en aquel entonces, aún bajo el estricto protocolo de la Familia Real y las normas de Buckingham, no encontró Meghan Markle la ocasión idónea para poder lucirlo. 

La feliz noticia del segundo embarazo de Meghan Markle llega tres meses después de que ella misma desvelara que había sufrido un aborto involuntario. "Me dejé caer al suelo con Archie en mis brazos, tarareando una canción de cuna para mantenernos a ambos tranquilos... La alegre melodía de la canción contrastaba con mi sensación de que algo no estaba bien. Sabía, mientras abrazaba a mi primer hijo, que estaba perdiendo al segundo. Horas más tarde, yacía en una cama de hospital, sosteniendo la mano de mi esposo. Sentí la humedad de su palma y besé sus nudillos, mojados por nuestras lágrimas. Mirando las frías paredes blancas, mis ojos se pusieron vidriosos. Intenté pensar en cómo superaríamos de esta situación", escribó la duquesa de Sussex en un artículo publicado en The New York Times llamado Las pérdidas que compartimos

[Más información: Meghan Markle y el príncipe Harry se convertirán en padres por segunda vez]

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