A veces los días en apariencia más corrientes encierran grandes satisfacciones y logros personales y profesionales. Solamente hay que saber ver y estar, como aquel dicho, en el lugar y momento indicado. Esta historia nace en Zamora y se materializa en Kensington Palace. Así de caprichoso es el destino. Un día Manoli y su hermano Raúl abrieron, siempre puntuales, su modesto taller de costura pensando que su discurrir laboral no se saldría de lo establecido.

Qué equivocados estaban. Claro que, con las penurias y las estrecheces económicas que habían pasado, cómo iban a imaginar que su vida daría semejante sacudida. Fue Manoli quien fijó su atención en la televisión mientras, hacendosa, continuaba con sus tareas. No podía creer lo que sus ojos veían, pero a la vez estaba convencida de que el abrigo rojo que lucía la princesa Chalotte (2) en su primer día de colegio lo había elaborado ella. No se le escapa una; los botones y los ribetes eran inconfundibles. Ese día la vida de estos hermanos zamoranos cambió para no volver a ser la misma. JALEOS ha hablado con Raúl Escudero, quien no sale de su asombro a la vez que tampoco se desprende de su humildad. En él se percibe la suerte trabajada, que las cosas no caen del cielo. 

Los hermanos Escudero en su taller.

"Estamos en una nube, la verdad es que ha sido un premio que creemos merecido a tantos años de esfuerzo y dedicación, ya que día a día nuestros clientes nos trasmiten lo contentos que están con la calidad de nuestro producto y el buen servicio que les damos", asegura permitiéndose un halago. Ese abrigo ha sido su mejor lotería, ¡el mejor Gordo de su vida! "Somos una empresa pequeña que hemos pasado malos momentos pero nunca hemos perdido la ilusión gracias a la gente que nos rodea, familiares, trabajadores, clientes…".

Cuenta Raúl que su producto es "de 10", pero que les faltaba proyección. Y la tuvieron, de qué manera: "Gracias a Charlotte la tenemos a nivel mundial". Lo ven como un premio y un reconocimiento, pero Manoli y Raúl son conscientes de que se lo deben todo a sus clientes. Sí, entre ellos, unos señores ilustres, Catalina de Cambridge (36 años) y el Guillermo de Cambridge (35). Gracias a ellos han agotado existencias, pero, ¿sabían que ese abrigo podría 'viajar' hasta Charlotte?

"Nosotros no sabíamos que Charlotte recibiría ese abrigo, teníamos esperanzas de que saliera en algún medio porque ya en la recepción de navidad del año pasado, su hermano, el príncipe George, llevaba una chaqueta azul de nuestra marca", apunta Raúl a este medio. Entonces se enteraron de aquello siete meses después y les pareció, como ahora, algo marciano. 

Catalina de Cambridge y su pequeña Charlotte. Gtres

Ante tantos logros allende los mares, Manoli y Raúl se pusieron manos a la obra para investigar la conexión entre su servil taller y las grandes esferas. ¿Quién era su mecenas?: "Sabemos que la familia real Británica suele comprar en la tienda de Amaia Kis en Londres, que tiene varios de nuestros modelos, aparte de que suelen vestir mucho con marcas fabricadas en España como por ejemplo Mi Lucero. Lo que no nos imaginábamos es que la sacaría su madre Kate Middleton en su Instagram el primer día de colegio, con toda la repercusión a nivel mundial que le ha acompañado. Todo se tramita por mediación de Amai Kids, cuya copropietaria es Amaia Arrieta, de San Sebastián. Ella presenta unos modelos y luego la familia real los selecciona".

[Más información: Así es la guardería de Charlotte de Cambridge: 5.500 euros por tres meses]

"Nos gustaría vestir a Leonor o Sofía"

La pequeña Charlotte. Gtres

Los hermanos se sienten orgullosos de que las Casas Reales extranjeras elijan sus productos, de que al menos estén en su selección de opciones, pero también sería un orgullo que Letizia y el rey Felipe VI (50) copiaran su ejemplo: "No gustaría ver a la Reina Letizia (45) o a las Infantas Leonor (12) y Sofía (10) con una de nuestras prendas". Poder vestir a la Familia Real Española se convertiría en su mayor pundonor. En su pista de despegue a nivel nacional. Pese a la gran alegría que sienten, Raúl trata de continuar con su vida de la manera más llana posible. Los fuegos artificiales son fatuos y el trabajo, duro. Es consciente del esfuerzo que tuvieron que hacer en el pasado. ¿Cómo surgió la empresa?, se interesa este medio. "La empresa surgió hace 38 años de la mano de nuestros padres y tíos en Villarrín de Campos, un pueblo de Zamora. En 2012 creamos la marca MARAE, dirigida a boutiques multimarca de mujer y niños. Después de años sin hacer colección de niños, introdujimos buenos agentes comerciales para crecer con nuestra marca propia". 

Si querían despuntar había que apostar por la calidad: "Nuestra materia prima es 100% lana y la importamos de Austria, es la mejor hilatura de este tipo que hay, la compramos ya tintada para tejer en nuestra fábrica, es una lana muy cara pero que da una calidad excelente", informa nuestra fuente. España, Nueva York, Escocia, Portugal y... sí, Kensington Palace, se rindieron a sus pies. De Zamora al cielo, ¿y a Zarzuela? 

[Más información: Charlotte de Cambridge empieza su primer día de guardería]

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