El 23 de octubre de 2018, EL ESPAÑOL desvelaba la que fue una de las grandes noticias del final del año: la relación de Aitana Ocaña (23 años) y Miguel Bernardeau (26). La cantante y el actor se citaron en un restaurante cubano del centro de Madrid, donde disfrutaron de una romántica cena en la que ambos derrocharon complicidad y cariño. 

Discretos en lo que se refiere a su vida personal, no fue hasta agosto del año siguiente cuando confirmaron, a través de sus redes sociales, que estaban juntos. Fue entonces cuando dejaron de 'esconderse', pues acudían juntos a eventos, se dejaban ver por las calles de Madrid y también durante sus vacaciones privadas.

Una burbuja que parecía de color rosa que se ha explotado este miércoles 14 de diciembre, en el que una conocida revista ha anunciado su ruptura tras cuatro años. La noticia ha sido una gran sorpresa, pues nada hacía presagiar que estuvieran pasando un mal momento, especialmente porque hace unos días se estrenó La Última, la serie de Disney+ que protagonizan juntos y en la que interpretan a una pareja. 

[Aitana y Miguel Bernardeau, romántica cita para dos en un restaurante de Madrid]

Aitana y Miguel durante la mudanza, en mayo de 2021. Gtres

Una triste realidad que la cantante ha confirmado a través de un desliz muy esclarecedor. En su última aparición pública, durante la cena navideña de Yves Saint Laurent Beauté, la catalana ha asegurado, un tanto nerviosa, que está "sola" en su casa, un detalle más que sorprendente teniendo en cuenta que, hasta la fecha, la artista vivía con el hijo de Ana Duato (54).

Ahora ella es la única residente de la gran vivienda que se compró en el año 2020. A ella se ha referido en este evento, asegurando que está comenzando a acudir a ella "mucha gente a las 3 de la mañana, hombres", refiriéndose a fotógrafos y periodistas, y que lo está pasando bastante mal, "yo estoy sola y tengo miedo".

Apostando totalmente por su relación con el intérprete, Aitana decidió adquirir un chalet ubicado a tan solo unos metros de la casa familiar de Miguel Bernardeau y sus padres. Una casa en la que invirtió todas sus ilusiones, pues no dudó en realizar una gran reforma para dejarla a su gusto.

Se trata de un chalet adosado valorado en 750.000 euros, por el que la cantante habría firmado una hipoteca con el banco de 600.000 euros, tal y como se conoció en su momento. Construido en los años 70, cuenta con una superficie de 270 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y es que la autora de Mon Amour, decidió cerrar la terraza-solarium que ocupaba la última altura para aprovechar más el espacio y aumentar la superficie útil. 

[El desliz de Aitana que confirma su ruptura con Miguel Bernardeau]

Tres de los rincones de la casa de Aitana. Instagram

La propiedad destaca por su sencilla fachada, cubierta completamente de hiedra, altos muros y un sencillo jardín para gozar de la intimidad que siempre busca la extriunfita.

Para descubrir parte de su interior hay que echar un vistazo a las redes sociales de Aitana -y también a las de Miguel-, donde ha ido compartiendo algunas imágenes y vídeos en las que ha mostrado retazos de su hogar. Muy celosa de su intimidad, se conocen apenas unos detalles que muestran que es una vivienda de decoración sencilla. 

Las paredes son de color blanco, lo suelos de madera y los radiadores, negros. Un tono que también se puede ver en los electrodomésticos de la cocina, que combinan con muebles blancos. 

Sin embargo, la parte más espectacular es la del jardín, de la que Bernaudeau ha mostrado algunos rincones en sus posts. No solo tiene un gran espacio de césped, también una piscina muy original con fondo de piedras. La decoración, con toques orientales, le da un punto diferente y único.