A pesar del auge de las cafeteras eléctricas de filtro primero y las cafeteras eléctricas de cápsula después, no hay cocina donde no exista una cafetera italiana. Para que el café quede como a ti te gusta y puedas tomarte una buena taza de café, aquí te enseñamos algo muy sencillo: cómo hacer café en una cafetera italiana. ¡Toma nota!

Tipos de cafetera italiana

La cafetera italiana es un clásico en todas las cocinas y es, con toda seguridad, la cafetera donde se suelen preparar más cafés en casa. Es fácil de utilizar, dura mucho por la resistencia de sus materiales, y además, ya sea de inducción o eléctrica, es una modelo de cafetera económico.

  • Las cafeteras italianas de inducción: son las clásicas, las de toda la vida. Su característica principal es que precisan de una fuente de calor interna para poder calentar el agua. Para conseguirlo, la base debe de haberse fabricado con un material que no conduzca la electricidad, como puede ser el acero inoxidable, que es el material mayoritariamente utilizado para este tipo de cafeteras, el más resistente y el que ofrece mayor durabilidad. Estas cafeteras funcionarán en cualquier fuente de calor: gas, vitro cerámica y placas eléctricas. Es importante que sepamos la compatibilidad de la cafetera que vamos a comprar, con el tipo de cocina que tenemos en casa. El fabricante debe precisarlo en su manual de instrucciones.
  • La cafetera italiana eléctrica: solo que tiene una base eléctrica con un interruptor, y se debe conectar a un enchufe para hacer café. Tiene algunas ventajas respecto a la clásica. Por ejemplo, ahorran energía, ya que se ahorra más que si la ponemos al fuego. Es muy segura, y no es necesario que estemos pendientes del fuego porque no se quemará el café ni tampoco se recalentará el interior. Además, hay modelos programables con temporizados, para que nuestro café esté listo a la hora que queramos.

Cómo hacer café con una cafetera italiana paso a paso

Tanto las cafeteras italianas de inducción (las clásicas) como las eléctricas tienen el mismo sistema de funcionamiento. A nivel interno, el agua que hayamos depositado en el recipiente para agua se irá calentando. Si tenemos una cafetera italiana de inducción, deberemos ponerla al fuego (vitro cerámica, placa eléctrica o cocina de gas) mientras que en la cafetera italiana eléctrica haya una base conectada a un enchufe, que hará la misma función que una placa: calentar el agua.

En realidad, el procedimiento y cómo preparar café en una cafetera italiana es prácticamente el mismo:

  • Lo primero que tendremos que hacer es llenar de agua la parte inferior de la cafetera, hasta llegar a la válvula de seguridad. No debemos pasarnos de esa válvula porque cuando el agua empiece a entrar en ebullición se puede salir el vapor y es peligroso. Esta parte de la cafetera se llama calentador.
  • Después, colocamos el filtro de café, y lo llenamos de la variedad que más nos guste (descafeinado, torrefacto, crema, natural, mezcla) y también en la cantidad que nos apetezca sin apelmazarlo, siempre suelto. Si queremos un café con sabor más fuerte e intenso, llenaremos más el filtro, pero siempre dejaremos el café sin apelmazar ni apretar. Si nos gusta el café suave, sólo llenaremos la mitad del filtro. Si tenemos tiempo, es recomendable comprar los granos de café, moler lo que vayamos a utilizar y ponerlo en el filtro. La diferencia en sabor, prestancia y aroma es increíble. Disfrutaremos de un magnífico café recién hecho, mucho más sabroso que el que se vende molido. Pero todo depende del tiempo del que dispongamos para prepararnos un café.
  • Enroscamos la parte superior del café y ponemos a fuego más o menos medio o fuerte. Si tenemos vitro cerámica, la posición 8 ó la 9 es la más rápida. Tendremos que estar pendientes, porque no tarda en salir el café.

    Lo más recomendable es bajar un poco el fuego cuando notemos que el agua va a subir. Es fácil, ya que la cafetera empezará a hacer un ligero ruido. Esto se hace porque al bajar el fuego el agua estará más tiempo en contacto con el café, y éste tendrá más sabor. 
  • Cuando el agua haya subido casi por completo, apagamos el fuego y dejamos reposar para que se complete la subida. Notaremos que el agua ha subido porque la cafetera está haciendo bastante ruido.
  • Apaga el fuego, aguarda un momento para que se complete la subida de toda la bebida y retira la cafetera. Ya tienes el café listo para disfrutarlo.

El proceso es muy rápido, no dura ni cinco minutos, y si se trata de una cafetera italiana grande (se venden por tazas que se pueden preparar) se mantendrá caliente durante bastante tiempo, gracias al acero inoxidable.

Para que una cafetera italiana se mantenga durante mucho tiempo en perfectas condiciones, es importante que nunca la metamos en el friegaplatos. Cogería un olor extraño a jabón que ya no se volvería a quitar con el uso. Si la lavamos a mano, tampoco debemos utilizar jabón, por la misma razón. Es mejor pasarla por un chorro de agua, porque se conservará el magnífico aroma a café siempre que la utilicemos.

De vez en cuando, debemos revisar que el filtro que une la parte de arriba con la de abajo (un aro de goma) está en condiciones. Cuando empiece a deteriorarse, debemos comprar otro, se venden sueltos.