La planta pensamiento, conocida científicamente como Viola x wittrockiana, es una planta híbrida bianual derivada de la Viola tricolor. Su cruce se produjo en Europa del norte, pero en la actualidad existe una gran cantidad de variedades de esta planta, con todo tipo de tamaños y colores. Por eso, queremos enseñarte cómo cuidar las flores de pensamientos.

En jardinería, las flores de los pensamientos están muy bien valoradas gracias a sus preciosas y llamativas flores, que son ideales para evitar el crecimiento de las malas hierbas. De tal forma que, al igual que ya te hemos contado cómo cuidar un geranio, ahora te damos los mejores consejos y trucos caseros para cuidar las flores de los pensamientos. 

Características de las flores de los pensamientos

Lo primero que debes hacer para cuidar las flores de pensamientos es conocer las características propias de esta planta, así como aquello que las distinguen de otras plantas. Estas son sus peculiaridades más destacadas:

- La planta pensamiento puede llegar a volverse perenne bajo unos cuidados óptimos.

- Es una planta bianual, por lo que el primer año solo producirá hojas y el segundo comenzará a florecer.

- Las flores de los pensamientos son comestibles.

- Esta planta florece sobre todo en otoño. Además, en climas muy cálidos su floración podría extenderse hasta la primavera.

- Cuidar las flores de pensamientos tiene una ventaja añadida, y es que actúa de forma eficaz como una cobertura natural. Esto quiere decir que podrás sembrar esta planta a pie de arbustos u otras plantaciones para evitar la proliferación de malas hierbas.

- Por último, un dato curioso: estas flores comenzaron a cruzarse entre 1820 y 1830, ¡hace ya dos siglos!

Consejos y trucos caseros para cuidar las flores de los pensamientos

Las flores de los pensamientos, como cualquier otra planta, precisa de una serie de cuidados especiales indispensables para crecer de forma saludable, producir hojas y florecer. Por lo tanto, para que se mantenga en buen estado de salud, es esencial que cubras todas sus necesidades vitales, que son las siguientes:

1. Clima, luz y ubicación 

Es normal que tengas dudas a la hora de cuidar las flores de pensamientos sobre si es mejor ponerlas al sol o a la sombra. Pues bien, al ser una planta originaria de Europa del norte, es capaz de aguantar una variación considerable de temperaturas, siempre que no sean excesivamente intensas. Sin embargo, lo que sí debes hacer es ubicar esta planta en zonas bastante luminosas para que reciba bien los rayos solares, pues se trata de un vegetal de sol.

No obstante, en las zonas con un clima demasiado cálido es aconsejable situarla en semisombra, así estará resguardada del sol en las horas más intensas. Las flores de los pensamientos suelen colocarse en exterior, ya que tienen una gran capacidad para resistir el frío además de evitar el crecimiento de malas hierbas. Por lo tanto, son ideales para cubrir diferentes espacios en tu jardín.

2. Riego de las flores de los pensamientos 

Lo que sí necesita esta planta para no enfermar es que la tierra se mantenga relativamente húmeda. Sin embargo, debes evitar que se encharque, pues un riego desproporcionado o un drenaje insuficiente acabarán provocando que las raíces se debiliten o la planta podría llegar a enfermar.

Pero debes tener en cuenta que, durante el periodo de floración de esta planta, necesitará un riego frecuente, así que lo ideal es que la riegues dos o tres veces por semana. Aunque todo dependerá del tipo de suelo y el clima de la zona para fijar la frecuencia de riego con exactitud, así que comprueba el nivel de humedad de la tierra antes de regarla.

3. Cuidar las flores de pensamientos: sustrato y abono

Esta planta necesita una tierra bastante rica en nutrientes. Si la plantas en otoño, con utilizar abono orgánico mezclado con la tierra del suelo será suficiente. Pero se mantendrá en perfecto estado durante dos o tres meses, por lo que pasado este tiempo tendrás que aplicar nuevas dosis de fertilizante orgánico.

El más recomendable para las flores de los pensamientos es el humus de lombriz. La razón es que este fertilizante aportará nutrientes a la planta al mismo tiempo que su composición reportará grandes beneficios también al suelo.

4. Poda de las flores de los pensamientos 

Otro de los consejos y trucos caseros para cuidar las flores de los pensamientos es que tendrás que podarla, ya que tiende a perder su vitalidad después de florecer, es decir, en la temporada más cálida del año. Por lo tanto, si no recibe los cuidados adecuados y una poda correcta, acabará muriendo ineludiblemente.

Por suerte, se puede evitar que la planta muera, así podrás conservar los pensamientos también en verano. Lo único que tienes que hacer es podar la planta de forma tan agresiva que solo debes dejar el tallo cuando las temperaturas comiencen a ser demasiado elevadas.

5. Plagas y enfermedades 

Por último, para saber cómo cuidar las flores de pensamientos también es importante que conozcas las enfermedades y plagas que suelen afectar a esta planta de forma habitual:

Pulgones. Los pulgones son quizás una de las principales amenazas de esta planta. Además, el ataque de estos insectos es bastante frecuente y podría poner en riesgo la salud de las flores de los pensamientos. Para combatir esta plaga puedes utilizar insecticidas naturales caseros, como una infusión de manzanilla y ajenjo o una de cebolla y ajo. También es ideal optar por un jabón potásico o aceite de Neem.

Hongos. La enfermedad por hongos daña normalmente las flores de los pensamientos. El oidio es uno de los hongos más peligrosos y suele aparecer formando manchas blancas o grisáceas en tallos y hojas. Para combatirlo con remedios caseros, puedes emplear manzanilla o ajo.

Ya puedes aplicar todos estos consejos y trucos caseros para cuidar las flores de los pensamientos y tu jardín lucirá hermoso durante todo el año. ¡Manos a la obra!

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