La artrosis es la enfermedad más frecuente en nuestro país. Afecta a cerca de siete millones de españoles. Contrariamente a lo que muchas personas piensan, la artrosis no es exclusiva de la vejez; cualquiera puede padecerla. La artrosis aumenta su incidencia con la edad, y es más común en la mujer y en personas genéticamente predispuestas pero, aunque muchos de estos factores no se pueden modificar, evitar su aparición y progresión es posible.

En otro artículo ya vimos cómo mejorar la circulación sanguínea con algunos remedios caseros. Hoy nos centraremos en la artrosis.

Qué es la artrosis

Existen 150 tipos de artrosis, pero la más común se llama osteoartritis. Es una de las enfermedades degenerativas de las articulaciones.

La artrosis normalmente comienza con la pérdida de tejido articular o de cartílago. Esta pérdida de tejido puede llevar a que las articulaciones se queden prácticamente inmóviles. Afecta normalmente a las rodillas, la cadera, la columna vertebral y a las manos.

Síntomas de la artrosis

El principal síntoma de la artrosis es el dolor en las articulaciones. Este dolor puede variar según la gravedad de la enfermedad, y puede ir desde una intensidad leve a un dolor intenso e incapacitante. La mayoría de las veces, este dolor lo provoca el movimiento de la articulación: suele aparecer cuando se exige un esfuerzo a la articulación enferma y, en general, empeora a medida que avanza el día.

Si la enfermedad progresa, el dolor puede aparecer durante el descanso nocturno y la articulación se vuelve rígida, como si estuviera mal engrasada. También pueden notarse crujidos con el movimiento de las articulaciones.

Factores de riesgo

La edad es un factor de riesgo para padecer artrosis. Son más habituales los casos de artrosis a partir de los 40 años de edad, siendo más común y más grave entre las mujeres, especialmente en las rodillas y las manos.

La prevención de la artrosis no siempre es posible debido a que influyen muchos factores:

  • Las lesiones articulares pueden aumentar el riesgo a desarrollar artrosis en el futuro (por ejemplo, el codo de tenista). Se debe tener cuidado para no sobrecargar una articulación dañada o dolorosa. También se deben evitar los movimientos articulares repetitivos.



  • El sobrepeso o la obesidad pueden contribuir al desarrollo de la artrosis porque el exceso de kilos ejerce una tensión adicional sobre las articulaciones, especialmente en las rodillas y las caderas.

Cómo prevenir la artrosis

Como decíamos anteriormente, son muchos los factores que influyen en la aparición de la artrosis. Por este motivo, los métodos de prevención funcionarán mejor en unas personas que en otras:

  • Cuida tu alimentación: mantener tu peso y tener una dieta rica y variada, baja en grasas y en carbohidratos, pueden reducir el riesgo de que tus articulaciones sufran en el futuro.



  • Toma alimentos antioxidantes: retrasarás el desgaste del cartílago de las articulaciones.



  • Haz ejercicio físico: tu metabolismo estará en buenas condiciones y las células se regenerarán correctamente. Además, mantendrás tu musculatura fuerte y tus articulaciones estarán protegidas.



  • Evita el uso de tacones o de zapatos estrechos: un calzado inadecuado como los tacones hará que fuerces la pisada. Además, tus articulaciones sufrirán más tensión.



  • Toma productos ricos en calcio.



  • Evita las fracturas: para lograrlo puedes tomar medidas de prevención, como por ejemplo usar adhesivos o ventosas en la bañera, utilizar zapatos antideslizantes, etc.

Cómo combatir la artrosis

Las opciones de tratamiento para la artrosis de tipo leve o moderado incluyen los analgésicos. Los médicos suelen recomendar paracetamol para aliviar los dolores. Por suerte, también tenemos otras opciones para combatir la artrosis que permiten convivir con la enfermedad de una manera más sencilla.

Realizar ejercicio físico

Si tu artrosis afecta a la rodilla, probablemente hacer deporte sea lo último que planeas hacer. Sin embargo, los expertos recomiendan el ejercicio como primer método para combatir la artrosis en las articulaciones de las rodillas y la cadera. 

Hay tres tipos de ejercicios que te pueden ayudar:

  • Ejercicios de fuerza: para mantener fuertes los músculos alrededor de las articulaciones ayudando a favorecer un mejor apoyo y protección.



  • Ejercicios de flexibilidad: este tipo de ejercicios protegerán tus articulaciones al reducir el riesgo de lesiones, y también te ayudarán a relajarte y liberar la tensión de tu cuerpo.



  • Ejercicios aeróbicos: mejorarás la forma física en general. No obstante, correr no es un ejercicio recomendado si sufres de artrosis en las rodillas o en la cadera. Esto es debido a que es un tipo de ejercicio que puede dañar aún más estas articulaciones. En lugar de correr, camina o practica natación. Cuando camines tienes que evitar subir o bajar pendientes muy empinadas, ya que esto hace que hagamos presión adicional sobre las articulaciones.

Antes de realizar cualquier tipo de ejercicio, es recomendable hablar con el médico para que valore si los ejercicios que pretendemos realizar son buenos para nosotros.

Tómatelo con calma

Hay ciertas actividades en la que tendrás que frenar el ritmo de actividad o de lo contrario podrás dañar aún más tus articulaciones. Con el tiempo aprenderás a distinguir entre lo que puedes hacer y lo que no.

Evita el sobrepeso para frenar la artrosis

Si tienes sobrepeso debes tratar de llegar a tu peso ideal. Los kilos de más fomentan la aparición de la artrosis. Si nos mantenemos en forma no solo reduciremos el dolor: el ejercicio también servirá como prevención frente al progreso de la enfermedad.

La importancia del frío y del calor

La aplicación de compresas calientes o hielo en las articulaciones que sufren de artrosis te ayudarán a aliviar el dolor.